Hacer previsiones a principios de año sobre la evolución de la industria de la inversión colectiva en España no es un ejercicio fácil, e Inverco (la asociación española de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones) lo sabe bien, tanto por los años en los que ha pecado de optimista (sobre todo, en los de crisis y pérdida de patrimonio en el sector) como por otros en los que se ha quedado corto. Este año, ha preferido ser conservador, en un entorno que sin embargo ve propicio para el crecimiento.
En concreto, estima que, “dadas las perspectivas macro-financieras para 2018”, tanto las IICs como los fondos de pensiones presentarán un comportamiento similar al del lustro anterior, continuando así con la senda de crecimiento. Pero el crecimiento será menor al de 2017: si el año pasado el patrimonio conjunto de la inversión colectiva en España (IICs y fondos de pensiones) se incrementó en 73.905 millones de euros, hasta los 574.972 millones, es decir, un 14,7% con respecto a 2016, para 2018 prevé que el crecimiento conjunto sea de un 8,5%,y que fondos, sicavs y fondos de pensiones incrementen su volumen en algo menos de 50.000 millones de euros.
El grueso del crecimiento vendría de las IICs, con un crecimiento estimado del 9,9% (frente al 17,7% del año pasado), que podrían alcanzar un volumen de 510.000 millones, unos 45.000 millones por encima del dato actual. Ese crecimiento vendría en parte de la rentabilidad de los mercados (que podría aportar retornos de entre el 1,5% y el 2% en media ponderada) y también de las suscripciones netas, que “continuarían con la tendencia positiva que han venido experimentando en años anteriores”, dice Inverco.
Dentro de este grupo, el mayor crecimiento lo protagonizarán los fondos y sicavs extranjeros, que según Inverco “incrementarían de manera notable su patrimonio, hasta los 191.000 millones de euros”, un 13,7% más que ahora. El segundo grupo de mayor crecimiento sería el de los fondos de inversión nacionales, que crecerían un 9% en 2018 según las previsiones (con los fondos mobiliarios subiendo un 9,1% y los inmobiliarios dejándose casi un 17% de volumen), hasta los 287.000 millones. Las sicavs por su parte podrían seguir perdiendo volumen, un 2,1% calcula Inverco para 2018, hasta quedarse en 32.000 millones.
En estas cifras conservadoras, que Inverco desea “que se queden cortas y la rentabilidad supere a las previsiones”, según Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, no pesan de momento, ni los peligros derivados de una pérdida de atractivo en los fondos frente a otros vehículos en un entorno de progresivas subidas de tipos, ni el peligro de aumento de la inversión en vivienda (cuya reactivación dependerá de la reactivación del préstamo hipotecario), ni tampoco el potencial impacto de la regulación, MiFID II.
¿Preocupación por los tipos y riesgo regulatorio?
Con respecto al primer asunto, Cirus Andreu, presidente de la Agrupación de Instituciones de Inversión Colectiva, explicó que aún es demasiado pronto para pensar en ese riesgo y recordó que, a día de hoy, hay más patrimonio en fondos que en depósitos a plazo. “El BCE seguirá inmóvil en cuanto a los tipos”, que seguirán negativos al menos hasta el tercer trimestre de este año pues, para el experto, el proceso de subidas que se ha iniciado en EE.UU. no llegará a Europa más bien hasta el próximo año. Y, en cualquier caso, nada volverá a parecerse a la situación previa a las bajadas de tipos: “Las rentabilidades del 4%-5% en las letras del Tesoro no entran en el horizonte que imaginamos. Los tipos pueden subir, y será un signo de salud en 2019 y 2020, lo que provocará ajustes en las valoraciones de los activos pero el BCE seguirá una pauta muy establecida y tiene un gran compromiso de otorgar visibilidad sobre ello”. En este contexto de espera a las subidas de tipos, que favorece a los que buscan riesgo, cree que “la paciencia de los rentistas se está agotando y tendrán que buscar rentabilidad en inversiones de más riesgo”, porque la normalización monetaria tardará aún en llegar. Es decir, el entorno aún favorece la llegada de flujos a los fondos.
Sobre el riesgo regulatorio y la posibilidad de que MiFID II favorezca la comercialización de otros productos frente a los fondos (al rechazar el cuarto supuesto pedido por Inverco), Martínez Aldama reconoció que “cuantas más trabas regulatorias se establezcan para los fondos frente a otros sustitutivos, más se incentivará la comercialización de los segundos frente a los primeros”, pero se trata de un efecto difícil de calcular. Con todo, no se notará hasta que no se transponga la directiva totalmente en España: “Una vez implementada la directiva, y una vez se vean los requisitos que maticen no ya el cuarto supuesto (que parece que no se dará), sino el tercero, y se den los detalles sobre el número apropiado de fondos necesarios, las categorías y la forma de acceso a los mismos, se verá cómo condiciona la situación a los costes de distribución de fondos frente a otros productos financieros. Pero eso lo veremos a finales de año, cuando la norma esté lista”, indica.
Sobre la categorización de fondos garantizados y de rentabilidad objetivo como productos complejos, y el peligro de que esto dificulte la comercialización y ponga en peligro estos vehículos, Andreu reconoció que por el escenario de bajos tipos estas categorías son ahora menos atractivas, pero “no por ello se ha suprimido la oferta y demanda de fondos garantizados, sobre todo variables. Seguirán existiendo y la distribución se adaptará a las exigencias del guión”, dice, recordando que, si la venta de fondos se produce bajo un modelo de asesoramiento que ya implica tests de conveniencia y demás (frente a la modalidad de comercialización directa), el hecho de ser productos complejos no será un obstáculo.
En este entorno, las gestoras ganadoras –que podrían pertenecer a los bancos o ser las independientes- serán aquellas capaces de ofrecer un valor añadido positivo para el inversor y aquellas que puedan asumir los costes crecientes derivados de la regulación (que requieren a su vez tener un patrimonio mínimo que haga viable el negocio de gestión de activos), en un entorno “de feroz competencia”.
Crecimiento más modesto en fondos de pensiones
En cuanto a los fondos de pensiones, el crecimiento esperado es de un 2,6% (unos 3.000 millones, hasta 114.000 millones), frente al 4% de este año, dirigido sobre todo por los planes del sistema individual (que podrían crecer un 3,1%, mientras los del sistema de empleo se incrementarían en un 1,7%). Según Inverco, la rentabilidad esperada de los fondos de pensiones podría situarse alrededor del 2,25% y las aportaciones netas se mantendrían en niveles similares a los de 2017, tanto en el sistema individual como en el de empleo.
Todo, en un escenario marcado por la aprobación de la nueva norma sobre liquidez en fondos de pensiones, que según Martínez Aldama en 2025 dejaría unos 40.000 millones de euros susceptibles de ser rescatados, algo que no tendrá por qué producirse. De hecho, no prevé una salida masiva de estos vehículos dentro de siete años, y confía en que estos vehículos ganen atractivo, tanto para los partícipes jóvenes como para los de mediana edad. Con todo, reconoce que es una medida insuficiente para incentivar su contratación y pide que el Gobierno y el Parlamento estructuren un sistema de pensiones a medio y largo plazo, y que sea “sostenible y adecuado”.
Un entorno de crecimiento
Todo, en un entorno en el que las perspectivas de crecimiento económico mundial para 2018 son positivas y se espera un crecimiento generalizado, con mejoras tanto en países avanzados como emergentes, aunque con riesgos sobre la mesa, como las negociaciones por el Brexit, “un proceso complejo”. Inverco recuerda que el FMI pronostica para España un crecimiento del 2,4% en 2018, uno de los mayores crecimientos previstos entre las economías avanzadas, por encima del 2,2% para el área del euro y sólo superado por el 2,7% previsto para EE.UU.
«Las perspectivas para los mercados financieros parece que van en línea con lo acontecido en 2017 y que los mercados de renta variable se verán favorecidos por la buena situación macroeconómica”, dicen desde la asociación, desde donde prevén novedades también en las estrategias de política monetaria de los principales bancos centrales. Un escenario propicio para el crecimiento.