Como respuesta a la creciente demanda en España de productos con un objetivo sostenible y en concreto con enfoque social, Finaccess Value AV y Afi Inversiones Globales unieron sus fuerzas para lanzar Finaccess Compromiso Social Europa, un fondo de renta variable que invierte en empresas europeas que busquen producir un beneficio para la sociedad a través de sus actividades.
Pilar Bravo, directora de Desarrollo de Negocio en Finaccess Value, destacó en la presentación que el fondo “nace de un objetivo común de unir fuerzas buscando una solución de inversión de calidad que aunara generar un valor social con una rentabilidad financiera a largo plazo”. Y cuyo objetivo es que se produzcan “flujos hacia empresas que contribuyan a generar una mejor sociedad”.
Afi es una entidad independiente pionera en el desarrollo de estudios y guías vinculados a las inversiones responsables y sostenibles y el mayor asesor en España en fondos artículo 8 y 9 de la SFDR. Por su parte, Finaccess lleva 20 años gestionando patrimonios con un importante foco en los valores. “Dentro del grupo hay una parte social muy importante a través de fundaciones y empresas generadoras de empleo social, y para nosotros era vital poder reflejarlo en un fondo cotizado”, resumió Bravo.
Claudia Antuña, socia de Afi, confirmó que detectaban esa demanda del inversor. “En los últimos años se han desarrollado muchos productos con enfoque medioambiental y también multi-impacto. Nosotros queríamos buscar una solución más centrada en el carácter social, porque entendemos que además tiene gran sentido financiero: se trata de invertir en empresas que den respuestas a grandes tendencias como la inclusión financiera, el acceso a la vivienda, la salud, educación o las ciudades más sostenibles”.
Enfoque macroeconómico
Para poder configurar la cartera desde un universo amplio como es el Stoxx 600, Alfonso de Gregorio, director de Inversiones de Finaccess Value, y Lola Jaquotot, gestora senior de renta variable, explicaron el contexto macroeconómico, que está siendo muy variable pero en general ha ido a mejor. “En apenas unas semanas hemos pasado de un hard landing a un soft landing y ahora ya se habla de un ‘no landing’. Se espera una ralentización económica pero es posible que haya áreas geográficas que no entren ni siquiera en recesión”, dijo De Gregorio.
La reapertura de China, la idea de que se ha superado el pico de inflación y la constatación de que la guerra de Ucrania va para largo –algo ya bastante interiorizado por el mercado-, son en su opinión factores que están haciendo bajar las probabilidades de recesión en Europa.
Los mercados altamente volátiles siempre generan oportunidades, y ese fue el caso de 2022, un año muy “emocional”. Hubo mucha dispersión entre sectores pero poca dentro del mismo sector, es decir que el mercado ha golpeado por igual a todas las compañías de ciertos segmentos sin discriminar entre la cuenta de resultados de unas u otras. Por este motivo han surgido en su opinión oportunidades en sectores como el tecnológico y el de consumo discrecional, en el que han caído las valoraciones de empresas cuyos beneficios no han dejado de crecer. Otro sector que ven con interés es el de los seguros, que normalmente puede repercutir la subida de precios a las primas después de un año, y para el que por lo tanto se espera un gran crecimiento en 2023.
Composición de la cartera
Antuña subrayó que la forma en que el fondo persigue los objetivos sociales se realiza es a través de dos vías: la contribución de las empresas a ocho grandes objetivos (como la inclusión financiera o el acceso a la vivienda), pero también las propias prácticas empresariales. “Es un doble indicador que permite conocer tanto la alineación de la actividad de las empresas con los objetivos, como las prácticas empresariales respecto a sus empleados, la comunidad o el conjunto de la sociedad”.
El primer paso es un filtro de exclusión de ciertas actividades que ya descartan a algunas empresas. Luego se lleva a cabo el análisis del doble indicador, “que no puede realizarse sin el análisis financiero, tanto de la visión macroeconómica como el análisis fundamental de las compañías”, añadió. “Es un proceso de inversión muy alineado entre la parte sostenible y la fundamental, que se va retroalimentando de manera continua. Este indicador compuesto establece unos umbrales mínimos para alcanzar los objetivos sociales perseguidos, que en todos los casos tienen que ser significativos”. Se tienen en cuenta asimismo las Principales Incidencias Adversas (PIAS) a lo largo de toda la vida de la cartera.
Jaquotot señaló que se trata de una cartera seleccionada de entre 35 y 40 valores que es un universo vivo. Se basan en la situación macroeconómica para determinar los sectores y luego en el análisis fundamental para elegir compañías que tengan balances y equipos directivos sólidos, crecimiento en beneficio, generación de caja recurrente y negocios comprensibles, entre otros. “Pero además aprovechando una cotización atractiva con oportunidades como las que se produjeron en 2022”, explicó.
Las temáticas sociales en la cartera se distribuyen en los sectores de salud, educación, inclusión financiera, acceso a la vivienda y ciudades sostenibles (que incluye tecnología y electromovilidad). Un 80% de la cartera está en euros y existe una gran diversificación sectorial, con en torno a un 16% en bancos y aseguradoras, un 18% en química y salud y un 14% en el sector automóviles y autopartes. Dos sectores, el industrial (8%) y el tecnológico (12%), que el año pasado no estaban en las carteras, y han vuelto a ser reintroducidos este año por la mejora en las perspectivas.