La mayoría de las personas que han comprado una vivienda se dará cuenta de que los inmuebles son una buena inversión a largo plazo, incluso algunas también optan por invertir en otros inmuebles, como apartamentos en alquiler o residencias de vacaciones. Los expertos de Fidelity localizan dos claras ventajas de invertir en inmuebles: la posibilidad de que los precios de la vivienda puedan subir espectacularmente y que un inmueble es un lugar para vivir o para conseguir ingresos por alquiler.
Sin embargo, hay algunas consideraciones que debemos tener en cuenta como, por ejemplo, que los precios de la vivienda pueden caer y el valor de los inmuebles es más una cuestión de opinión que un hecho. Asimismo, los gastos hipotecarios y de mantenimiento pueden ser altos y cabe la posibilidad de que haya periodos en los que el propietario no pueda encontrar inquilinos adecuados.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que, probablemente, se tengan que inmovilizar grandes cantidades de dinero en cada inmueble y que, además, vender un inmueble puede llevar tiempo, lo que puede plantear problemas si se necesita el dinero con urgencia.
Sin embargo, comprar una casa o un apartamento no es la única vía para invertir en inmuebles, también se puede invertir a través de un fondo inmobiliario. Entre las ventajas de elegir esa vía de inversión, Fidelity destaca la posibilidad de invertir pequeñas cantidades, de diversificar el riesgo al estar el dinero repartido entre un elevado número de inmuebles de varios tipos o incluso invirtiendo en diferentes países.
En el caso de necesitar el dinero, una inversión en un fondo es por lo general más fácil que vender un inmueble. Además, el inversor no tiene que que sufrir la incomodidad de ocuparse el mismo de las gestiones relacionadas con las operaciones inmobiliarias ni del mantenimiento de los edificios.
Pero, al igual que con la compra directa de un inmueble, a la hora de invertir en un fondo mobiliario hay que tener en cuenta una serie de factores. Por ejemplo, algunos fondos inmobiliarios imponen restricciones a los reembolsos, lo que significa que tu dinero puede no estar disponible inmediatamente si lo necesitas. En los fondos que invierten en mercados extranjeros, las variaciones en los tipos de cambio de las divisas pueden afectar al valor de una inversión y cabe la posibilidad de que se produzca una crisis en el mercado inmobiliario como la que comenzó en 2007.