Un entorno de bajos tipos de interés ha dado alas, en los últimos años, al crecimiento de los fondos de inversión, los de pensiones o las compañías de seguros en el panorama financiero español, tres industrias que ya representan, respectivamente, el 8,3%, 3,8% y 8,3% del total activo de los intermediarios financieros en nuestro país (y en particular, el subsector de fondos de inversión es el único con un crecimiento acumulado superior al del PIB nominal): esta realidad ha llevado a que los organismos reguladores nacionales e internacionales incorporen en sus análisis diferentes aspectos sobre el sector financiero no bancario en sus informes. Y así lo ha hecho el Banco de España en su último informe sobre Estabilidad Financiera, correspondiente a la primavera de 2020 y en el que trata el impacto del coronavirus.
En los fondos de inversión, indica que la crisis presionará los rendimientos hacia valores negativos en la práctica totalidad de las categorías de fondos de inversión, si bien aquellos con mayor exposición a renta fija podrían mantener un comportamiento más neutro. El Banco de España resalta la caída patrimonial en el primer trimestre de 2020, fundamentalmente a causa de rentabilidades negativas, invirtiendo la tendencia ascendente de años previos, y también por un volumen muy significativo de retiradas de fondos (si bien las suscripciones se calmaron en abril, según Inverco).
Según el informe, los fondos con inversiones en activos poco líquidos o no cotizados serían los más afectados ante situaciones de estrés de liquidez. Dice el Banco de España que las tensiones podrían afectar a los fondos con inversiones en deuda corporativa con mayor riesgo de crédito, ya que, además, esa calificación crediticia podría ser revisada por las agencias de valoración, con el consiguiente aumento en el perfil de riesgo de sus carteras. “Este riesgo podría verse agravado por reembolsos significativos de sus partícipes”, añade. “Ambos factores, que suponen poner a la venta en el mercado parte de sus activos, pueden tener implicaciones para el resto de subsectores financieros, al tener el potencial de reducir los precios de esos títulos que aquellos también tienen en sus balances”, indica.
Con todo, las medidas de estabilización de los bancos centrales han prevenido hasta el momento la materialización de los escenarios más negativos en este segmento, cuyos supervisores cuentan con herramientas, como la posibilidad de suspender temporalmente los reembolsos y favorecer una venta ordenada de los activos del fondo, para abordar escenarios temporales de mayor tensión.
Al igual que en el sector de fondos de inversión, las negativas expectativas de rentabilidad se trasladarán en 2020 al patrimonio de los fondos de pensiones, recuerda el Banco de España. Para dotar de liquidez a este activo, el Gobierno permitirá transitoriamente que los individuos más afectados por la crisis puedan obtener reembolsos de parte de sus participaciones.
EL CRECIMIENTO Y EL PESO RELATIVO DE LOS INTERMEDIARIOS NO BANCARIOS HACEN NECESARIO CONSIDERARLOS PARA UN ANÁLISIS COMPLETO DE LOS EFECTOS DE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
Desde 2014, el crecimiento acumulado de los sectores financieros no bancarios más destacados (compañías de seguros, fondos de inversión, fondos de pensiones) ha sido comparable al del PIB nominal mientras que las entidades de depósito (10) y otros sectores financieros (20) han visto reducido su activo financiero de forma significativa. Como consecuencia, el peso relativo del sector financiero no bancario ha aumentado moderadamente, creciendo dentro de este el peso relativo de los fondos de inversión.
EL PATRIMONIO DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN HA CRECIDO CON FUERZA DESDE 2014, PERO LA CRISIS DEL COVID-19 ESTÁ REVIRTIENDO ESA TENDENCIA EN 2020, TANTO POR LA RETIRADA DE FONDOS COMO POR LA MENOR RENTABILIDAD
En los últimos cinco años, el patrimonio de los fondos monetarios y de renta fija se ha mantenido relativamente estable, mientras que los fondos de renta variable han aumentado su peso. En 2019, el aumento del patrimonio de los fondos de inversión ha venido impulsado principalmente por las rentabilidades positivas y, en menor medida, por las suscripciones netas registradas en el último trimestre. Los últimos datos disponibles (marzo de 2020) ya muestran un fuerte impacto en el patrimonio de los fondos de inversión, tanto por los reembolsos netos como, especialmente, por la rentabilidad negativa.
Sobre las aseguradoras, el Banco de España cree que la pandemia afectará adversamente al balance y a la cuenta de resultados de las entidades aseguradoras, probablemente con más intensidad a través del canal de valoración de sus inversiones financieras que a través de compensaciones directas.
Exposición a los mercados
Sobre los riesgos de mercado en las entidades financieras, el Banco de España explica que las carteras de valores de bancos y compañías de seguros están altamente concentradas en la renta fija, presentando una mayor resistencia ante la volatilidad introducida por el coronavirus, sobre todo tras la extensión del programa de compras del BCE. Mientras, los fondos de inversión y de pensiones están más expuestos a la renta variable y a participaciones en otros fondos, en comparación a entidades bancarias y compañías de seguros.
Pero los riesgos en renta fija están sobre la mesa: las calificaciones crediticias de las inversiones de todos los sectores han mejorado de 2014 a 2019, pero son susceptibles de un ajuste en la coyuntura actual, al que serían más sensibles los valores con calificaciones en el margen del grado de inversión. Al final de 2019, prevalecen las tenencias de instrumentos de renta fija clasificados en la categoría de grado de inversión en todos los sectores: en el sector bancario se trata de aproximadamente el 70% del total de estas tenencias y alrededor del 90% en el caso de los sectores no bancarios. Según el informe, compañías de seguros (31,7%) y fondos de pensiones (26,1%) presentan las mayores proporciones de su cartera con calificación en el rango entre BBB– y BBB+, que es especialmente susceptible de deterioro ante un empeoramiento de las condiciones macrofinancieras que lleve a las agencias de valoración a revisar sus calificaciones.
En este contexto, defiende que los valores de renta fija con rendimiento negativo en las carteras de todos los sectores, y en particular el bancario, “reduce la rentabilidad agregada de sus tenedores, pero los hace más resistentes a revisiones de las primas de riesgo”.
LOS BANCOS Y LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS TIENEN UN MAYOR PESO DE TÍTULOS DE RENTA FIJA QUE LOS FONDOS DE INVERSIÓN Y DE PENSIONES. DESDE 2014 HAN MEJORADO LAS CALIFICACIONES CREDITICIAS DE ESOS TÍTULOS, PERO LA CRISIS DEL CORONAVIRUS MODIFICARÁ ESTA TENDENCIA
Exposición a los mismos emisores: un riesgo creciente
El Banco de España también apunta en su informe que la presencia de interconexiones indirectas significativas a través de la exposición a los mismos emisores hace que los distintos subsectores se vean expuestos a shocks comunes ante ajustes de valoración. Además, también puede hacer que si un sector tiene que desprenderse de esos activos induzca un ajuste a la baja en sus precios que, lógicamente, afecta también al resto de sectores que mantiene ese activo.
“En términos relativos, las exposiciones a emisores comunes son especialmente elevadas para fondos de inversión y de pensiones. A finales de 2019, el porcentaje de las carteras de valores negociables de cada subsector que correspondía a emisores comunes cuyos valores también formaban parte de las carteras de otros subsectores excedía del 45% en todos los casos. Este porcentaje era especialmente elevado para los fondos de pensiones en relación con los fondos de inversión y compañías de seguros, por encima del 75%. En volumen absoluto, las tenencias más elevadas de valores de emisores comunes correspondían al sector bancario. La exposición común a ciertos soberanos es uno de los principales factores que determinan el elevado grado de solapamiento de carteras”, explica el informe.
LAS EXPOSICIONES A EMISORES COMUNES DE VALORES NEGOCIABLES SON MATERIALES TANTO PARA EL SECTOR BANCARIO COMO PARA EL RESTO DE LOS INTERMEDIARIOS FINANCIEROS, LO QUE REPRESENTA UN POTENCIAL CANAL DE CONTAGIO DE LAS PERTURBACIONES PROVOCADAS POR EL COVID-19
El sector bancario es el que mantiene un mayor volumen de exposiciones comunes en valores negociables con el resto de subsectores, pero éstas representan un porcentaje menor del total de tenencias que el observado en otros subsectores, siendo máximo para fondos de pensiones (76% común con compañías de seguros y 85% común con fondos de inversión) y fondos de inversión (78% común con fondos de pensiones).