La gestora Evli Fund Management es una de las primeras gestoras de activos nórdicas que trabajan para crear un modelo de medición de la pérdida de biodiversidad de sus fondos y para ello, se ha unido al Grupo de Trabajo sobre Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TFND), creado para medir el impacto y los riesgos de las inversiones actuales en la pérdida de biodiversidad futura.
«Los inversores deberían tomarse en serio la crisis de la biodiversidad, porque podría suponer importantes pérdidas tanto para las empresas como para los inversores. Porque al no medir el vínculo entre actividades empresariales y la naturaleza, las empresas no han podido evaluar su importancia económica, lo que ha evitado que la naturaleza haya sido tenida en cuenta en las actividades de inversión. En el futuro, es posible que el respeto a la biodiversidad afecte cada vez más a la valoración de sectores muy relacionados con la naturaleza, como Alimentación o Agricultura, entre otros”, explica Petra Hakamo, directora de Sostenibilidad de Evli.
Según la gestora, el objetivo de esta nueva metodología de medición es, por tanto, “ayudar a las empresas a identificar las dependencias y los impactos de sus propias actividades en la naturaleza, así como los riesgos y oportunidades asociados». Además de informar sobre esto también ayudará a los inversores en el futuro, ya que los datos relevantes relacionados con la naturaleza estarán más disponibles. “Más de la mitad del PIB mundial depende moderada o fuertemente de ella y de los servicios que ésta proporciona. Por tanto, la biodiversidad es vital, también para las empresas”, añade Hakamo.
La gestora nórdica Evli ha sido pionera en la integración de los criterios ESG en la gestión de sus fondos. El motivo, trabajar con este foco “añade valor al binomio riesgo/rentabilidad, ya que aumenta la rentabilidad y aminora el riesgo en comparación con la inversión tradicional”, según Hakamo. En este sentido, fue una de las primeras firmantes de los Principios de Inversión Responsable (PRI) de las Naciones Unidas, en 2010. El pasado año anunció medidas concretas para lograr los objetivos de reducción al 50% en 2030, y al 100% en 2050, de todas las emisiones de CO2 a la atmósfera, tanto propias como de las compañías en cartera de sus fondos, para cumplir el objetivo “Emisiones netas Zero” del Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático.
En su opinión, se trata de prácticas que, “mejoran la visión del coste del capital de las compañías, la consistencia de los resultados financieros, y generan una aproximación más individualizada hacia sus cifras y modelos de negocio”, opina Hakamo. Además, como dice Hakamo, “sirven para que los gestores de Evli basen la toma de decisiones en los PRI de la ONU, las políticas de exclusión adoptadas por la entidad, y el objetivo de Emisiones Netas Zero”.
Para medir el grado de sostenibilidad de los vehículos de inversión de Evli, la gestora publica trimestralmente los informes “ESG report” que reflejan con métricas tangibles los beneficios para el medioambiente, la sociedad y la gobernanza corporativa alcanzados por cada fondo o cartera, a partir del análisis cuantitativo y cualitativo de una serie de variables que van desde si la inversión se basa en temática especializada ESG o si se aplican políticas de exclusión activa de compañías (fabricantes de armas o tabaco, productores de entretenimiento para adultos, de Alcohol, de Turba para energía o compañías de los sectores juego, extracción de minerales fósiles, producción de energía basada en carbon térmico (al menos el 30% de los ingresos de la compañía). Como resultado de este proceso, el 100% de los fondos registrados por Evli en España han logrado ser calificados como artículo 8 ó 9 según la directiva europea SFDR.