Aunque la sostenibilidad es un tema que cada vez suscita más interés y demanda por parte de los inversores, lo cierto que es sólo una pequeña parte de ellos incorporan ya productos sostenibles a sus carteras.
La segunda parte del Estudio Global de Inversión 2019 de Schroders, que encuestó a más de 25.000 inversores de 32 lugares de todo el mundo, 1.100 en España, revela que el 16% de los inversores a nivel mundial invierte en sostenibilidad.
Esta cifra está significativamente por debajo del 32% que reconoce estar interesado y desear invertir en productos sostenibles. Esta brecha queda de manifiesto en el caso de España, donde un 36% de los inversores muestra interés por la inversión sostenible y quiere invertir en ella, más que en toda Europa (30%), pero solo el 14% de los inversores españoles invierte actualmente en productos que se rigen bajo criterios sostenibles.
De hecho, la mayoría declararon que los cambios regulatorios (65%) o que su asesor les proporcionara información más fácil de entender (63%) les motivaría a realizar una asignación mayor a fondos de inversión sostenible.
Aun así, la inversión sostenible ocupa un lugar central en las prioridades financieras de los inversores, tanto a nivel global, como en nuestro país, si bien los españoles reconocen que la necesidad de evitar perder dinero (42%), cumplir con las expectativas de rendimiento total (30%), generar un nivel esperado de ingresos (25%) y unas comisiones razonables (24%) tienen más peso a la hora de tomar sus decisiones de inversión.
Este estudio también pone de manifiesto que casi dos tercios de los inversores globales (63%) creen que el cambio climático impactará sus inversiones, frente a sólo un tercio (33%) que se muestra escéptico.
Los españoles están en línea con estos pensamientos y seis de cada diez (62%) consideran que este fenómeno tendrá consecuencias para sus carteras, una cifra similar a la de los inversores en Europa (60%).
Millennials y Generación X, los más comprometidos con la sostenibilidad
A nivel global, las generaciones más jóvenes se muestran más interesadas por la sostenibilidad. Un 19% de los Millennials (entre 18 y 37 años) y el 16% de la Generación X (38-50 años) reconoce tener en sus carteras productos sostenibles, mientras que sólo el 9% de la generación Baby Boom (51-70 años) y el 6% de los mayores de 71 años invierte actualmente en sostenibilidad.
En el caso de España, si bien es cierto que los más jóvenes son los que más integrada tienen la sostenibilidad en sus carteras, las diferencias por generaciones no son tan pronunciadas y varían entre el 16% de los millennials y el 10% de los Baby Boomers.
El estudio también desvela que los inversores globales comprendidos en la generación millennial y en la X son los más motivados a invertir de manera sostenible, ya que son los más propensos a sentir que sus inversiones individuales podrían contribuir a un mundo más sostenible (el 60% y el 64%, respectivamente).
Así pues, en España, el 53% de los Millennials y el 58% de los de la Generación X reconoció tener siempre en cuenta los factores de sostenibilidad a la hora de seleccionar un producto de inversión, en comparación con el 33% de los mayores de 65 años.
El interés por los fondos sostenibles es creciente, como demuestra que el 61% de los inversores mundiales y el 62% de los españoles considere que todos los fondos de inversión deberían tener en cuenta factores de sostenibilidad y no solo los diseñados como “fondos de inversión sostenibles”.
Conocimientos financieros e inversión sostenible
Una de las conclusiones más alentadoras del estudio es que casi una cuarta parte de quienes afirman tener más conocimientos de inversión (23%) invierten actualmente de forma sostenible, tanto a nivel global como en España. Esto indica que, a pesar de que la gente prime los incentivos económicos, los beneficios y el impacto positivo no están reñidos.
Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal, pone de relieve que «sigue existiendo una gran brecha entre las aspiraciones de inversión sostenible de las personas y la realidad de cómo priorizan estos factores en sus decisiones de inversión. Una proporción significativa de inversores cree claramente que la inversión sostenible es importante, pero este pensamiento aún no se ha traducido en inversiones reales en la mayoría de los casos. Es importante que los gestores de activos y la industria en general trabajen con los inversores para garantizar que puedan identificar mejor los beneficios de invertir de manera sostenible y, a su vez, puedan acceder a fondos que les permitan hacerlo».