Aquila Capital, gestora alemana especializada en inversión a largo plazo en activos reales, ha publicado su informe ESG correspondiente a 2019. Como inversor sostenible, la firma tiene el objetivo de contribuir de forma significativa a la transición energética europea mediante sus inversiones y su compromiso.
Según explica, para conseguir este objetivo, Aquila Capital se guía por los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (United Nations Sustainable Development Goals). Desde 2006, la gestora trabaja de manera climáticamente neutra y desde 2008 la empresa invierte en proyectos de energías renovables que hasta finales de 2019 disponían de una capacidad total de 5 GW.
De hecho, las plantas eólicas, hidráulicas y solares en la cartera de Aquila Capital en los diferentes países en los que la compañía está presente, han producido hasta finales de 2019 casi 13 TWh de energía verde, lo que corresponde al abastecimiento eléctrico de 3,6 millones de hogares durante un año y a una reducción de emisiones de CO2 de un total de 4,4 millones de toneladas.
En este sentido, Roman Rosslenbroich, cofundador y director ejecutivo de Grupo Aquila, destaca: «La sostenibilidad ha sido un elemento clave de nuestros valores desde la fundación de Aquila Capital. Conjugar los aspectos ecológicos, sociales y corporativos con las exigencias económicas de nuestros clientes constituye la base de nuestra actividad. A largo plazo, la integración de los criterios de sostenibilidad en el proceso de inversión garantiza la estabilidad del valor y el rendimiento de nuestros activos y genera así posibilidades atractivas para nuestros inversores».
La estrategia de sostenibilidad de Aquila Capital se basa en tres objetivos: realizar una contribución significativa a la consecución de las metas de la transición energética 2030, la mejora de la protección medioambiental para crear un futuro sostenible y el apoyo a un estilo de vida saludable. La gestora es consciente de la importancia del capital privado para conseguir la transición energética y la protección del medio ambiente. Por esta razón, se ha adherido este año también a la «Green Recovery Alliance», una iniciativa puesta en marcha por Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, que apuesta por el desarrollo de estrategias de inversión verdes para la recuperación tras la crisis del coronavirus. Como firmante de la iniciativa, Aquila Capital se compromete a aplicar estrategias de inversión que estén en sintonía con los compromisos climáticos del Green Deal (Pactos Verdes).
A nivel grupo, la prioridad de la estrategia de inversión de la gestora se centra en crear una cartera sostenible y a largo plazo para sus inversores. Es por esta razón que Aquila Capital tiene en cuenta los riesgos climáticos y las oportunidades en todas sus decisiones de inversión. La compañía cuenta con un comité ESG específico, que no solo garantiza que los aspectos ESG se incluyen en el análisis de inversión y en otros procesos de decisión esenciales, sino también el establecimiento de este pensamiento ético y sostenible en el grupo empresarial.
Para hacer frente a su responsabilidad social y ampliar su contribución a una sociedad sostenible, Aquila Capital ha puesto en marcha un nuevo premio de investigación para trabajos científicos sobre la descarburización de Europa.