La formación se ha convertido en un elemento clave para la industria financiera latinoamericana, y las certificaciones internacionales, como el CFA, se complementan y potencian con las propuestas de capacitación local, explicó a Funds Society José Luis Olivera, director de los posgrados de la Universidad de Montevideo (UM).
“Creo que hay una inquietud mayor, dentro del mercado, para mejorar la formación. Pero me parece que todavía no tiene la dinámica que están exigiendo los tiempos”, explica el manager postgraduates de la UM.
La demanda de mayor especialización llega principalmente de estudiantes de grado que buscan mejorar sus conocimientos desde un primer empleo. Los profesionales de los sectores de auditoría, contabilidad o derecho tributario se acercan lentamente a las finanzas, a pesar de que esos conocimientos son cada vez más requeridos.
La Universidad de Montevideo ofrece un diploma en Inversiones de un año y un Máster en Finanzas de dos años: ¿Compite esta oferta con el CFA?
Olivera reconoce que las dos propuestas van al mismo público de profesionales: “llegar a tener los tres niveles del CFA es un camino que no es fácil, por lo que implica el autoestudio y el manejo del inglés. Realmente es un proceso que muchos cumplen en más de los tres años previstos y que otros abandonan por el camino. Yo creo que el CFA es una buena manera de tener un reconocimiento internacional. Pero es bueno que el estudiante, previamente, adquiera algunos conocimientos básicos que le faciliten después rendir esos exámenes”.
El responsable de los posgrados de la UM es tajante, “los mejores resultados que vemos en gente cumpliendo las etapas del CFA se dan en aspirantes que primero hicieron algún estudio en finanzas. Más que competitivos, habría que vernos como complementarios. Es bueno fortalecerse en el ámbito local antes de lanzarse en ese tipo de desafío”.
Olivera predica esa complementaridad con el ejemplo: dirigir los posgrados de la UM no le impide haber pasado las dos primeras etapas del CFA, a la espera de tener algo de tiempo para completar el tercer examen. Además, su hijo tiene la certificación CFA (previa especialización) y su hija está terminando el Máster en Finanzas y quizá siga el camino de la certificación internacional.
Pero tanta formación podría quedarse obsoleta ante el avance de las nuevas tecnologías en el mundo de las finanzas: ¿es necesario prepararse para la llegada de los roboadvisors?
“Seguramente la tecnología va a ir permitiendo muchas cosas, pero yo creo que todavía hay un espacio en el cual el manejo personal de las finanzas es fundamental. Cuando se trata de aplicar el sentido común a la hora de asesorar a un cliente, la tecnología puede ayudar, pero lo esencial es tener delante un buen profesional”, asegura Olivera.
La plaza financiera uruguaya vive momentos de cambio con los sucesivos procesos de blanqueo de capitales en Latinoamérica y la puesta en marcha de legislaciones más restrictivas.
“Uruguay es una plaza financiera que en estos momentos está sintiendo las limitaciones de los mecanismos regulatorios internacionales. Vemos entidades que se retiran del mercado o que reducen su operativa. Ese mercado se está reduciendo, se está especializando. Pero esto no implica que vaya a desarrollarse otro mercado regional que sustituya a Uruguay como plaza financiera, porque todos los países están en la misma situación”, asegura el académico.
Las reglas del juego están cambiando y los asesores financieros están sometidos a una prueba que deberán superar a base de imaginación y capacitación.