El santo y seña de un gestor «value» es identificar activos de calidad infravalorados, invertir en ellos y esperar a que alcancen su precio objetivo. A priori, este enfoque de inversión econtrará actualmente más oportunidades en la renta variable, pero ¿qué pasa con la renta fija? ¿Sigue habiendo gangas? ¿Dónde? Jacques Sudre, gestor coordinador del fondo Sextant Bond Picking de la gestora «value» Amiral, nos ofrece en esta entrevista su visión del mercado:
¿La búsqueda de valor en renta fija se ha convertido ya en misión imposible o todavía se pueden encontrar «gangas»?
Es verdad que a día de hoy la Renta Fija presenta muchas complejidades pero nosotros seguimos encontrando oportunidades muy interesantes. Los bonos de deuda subordinada, convertibles, emisiones sin rating o pequeñas emisiones son ejemplo de esto. En Amiral Gestion nos dedicamos a buscar oportunidades de inversión en muchos segmentos que para otro tipo de inversor sería imposible acceder. Las oportunidades están, se necesita solo la flexibilidad y la capacidad analítica. Actualmente nuestras carteras de renta fija se encuentran con porcentajes elevados de liquidez, esto nos da la oportunidad de aprovechar eventuales situaciones de mercado que traigan consigo valoraciones más atractivas y es también una consecuencia de la dificultad para encontrar todas las ideas que desearíamos con los elevados estándares de rentabilidad/riesgo que exigimos en cada inversión. Podríamos degradar la cartera invirtiendo esa liquidez en emisiones menos atractivas para obtener más rentabilidad a corto plazo pero pensamos que es mejor ser disciplinados y no poner en riesgo la rentabilidad de la cartera a largo plazo.
La máxima dentro de la renta fija parece ser ahora mismo la flexibilidad…¿para un gestor «value» también lo es?
Absolutamente, sí. La flexibilidad es una de las principales características de nuestro estilo de gestión. Llevamos más de 15 años invirtiendo en activos de renta fija con máxima flexibilidad para llegar allí donde otros no pueden. Esta es una ventaja competitiva que nos ha hecho cosechar excelentes rentabilidades desde nuestra creación, en 2003, de la mano de François Badelon. Nuestra flexibilidad consiste en poder valorar emisiones de compañías que otros inversores descartarían de primera mano por razones de compliance, limitaciones sectoriales o de tamaño, necesidad de contar con rating externo, etc. Es un punto fundamental para poder ofrecer al inversor rentabilidades atractivas en un entorno tan complejo como el que vivimos actualmente. Cuanto más complejo sea el universo de renta fija, más necesario es poder ser flexible a la hora de decidir dónde invertir.
Desde un punto de vista geográfico, ¿en qué zonas encuentran mayores oportunidades?
Seguimos encontrando valor en Europa, Latam y Asia, principalmente. Con nuestra nueva oficina de análisis en Singapur hemos podido acceder a compañías que antes eran desconocidas o de menor acceso para nosotros. Es un mercado con muchas ineficiencias que proporciona grandes oportunidades. Dado lo complicado que está el mercado de renta fija, necesitamos poder invertir globalmente para encontrar ideas que cumplan nuestros exigentes estándares de rentabilidad/riesgo. Además de Asia, seguimos posicionados de manera importante en Europa, donde concentramos alrededor de un 65% de las carteras. Un aspecto fundamental para nosotros es que la rentabilidad que obtenemos esté bien recompensada por el riesgo asumido, con lo cual nos concentramos en valorar exhaustivamente la capacidad de pago de la compañía (nos gusta vernos como banqueros, que quieren recuperar su dinero) y su nivel de endeudamiento frente a sus activos, tomando solamente riesgo de crédito y evitando por completo asumir riesgos ligados a movimientos en tipos de interés. Es importante resaltar que nuestras duraciones no superan los 2 años y nuestra sensibilidad está por debajo del 1,5.
¿Cómo están gestionando la mínima volatilidad registrada el año pasado y en lo que llevamos de éste? ¿Creen que esto puede cambiar en los próximos meses?
Evidentemente hemos pasado los últimos 2-3 años con volatilidades en mínimos históricos. Para nosotros la volatilidad representa una oportunidad para comprar por debajo del valor intrínseco, con lo cual y pensando como inversores a largo plazo, vemos con buenos ojos que vuelva la volatilidad al mercado. No somos expertos en visiones macroeconómicas ni queremos serlo, nuestras capacidades están concentradas en valorar activos y determinar si nos gusta el negocio y contamos con un margen de seguridad suficiente para invertir. Con respecto al enfoque de la Renta Fija, la única diferencia es que nos ponemos del lado de un prestamista, que valora la compañía desde un punto de vista de capacidad de repagar su deuda en los plazos asumidos. Si vuelve la volatilidad, estaremos preparados para aprovechar sus efectos.
Hemos visto emisiones de deuda de empresas europeas que ofrecen rentabilidad negativa en bonos a 6 años ¿Compensa apostar por los bonos corporativos frente a la renta variable?
Si. Hay muchas emisiones corporativas con rentabilidades negativas, pero nosotros no entramos en ninguna de ellas. Volviendo a la flexibilidad, buscamos emisiones con particularidades que nos dejen rentabilidades atractivas. Actualmente, la parte de liquidez que conforma la cartera no nos está costando dinero, ya que hemos sido eficaces con respecto al «capital allocation»; nuestra liquidez está invertida en bonos a muy corto plazo, papeles comerciales y productos monetarios (ninguno con rentabilidades negativas). En un periodo como el actual es fundamental contar con un estilo de gestión prudente pero muy activo y flexible, esa creemos sea la mejor vía para ofrecer excelentes resultados en el largo plazo. Contestando a la pregunta, la dicotomía deuda corporativa o renta variable bajo nuestro punto de vista no es adecuada. Según el perfil del inversor y qué esté buscando para su cartera, puede tener más sentido una u otra.