Hoy los británicos pasan por las urnas en unas elecciones que pretenden desatascar el proceso del Brexit. “Nos acercamos a la hora de la verdad”, advierten los analistas de A&G. Desde la firma apuntan que, vistos los programas electorales de los dos principales partidos, “Johnson se ha convertido en el favorito del mercado”, ya que se ve al candidato conservador como el mejor antídoto contra la incertidumbre.
Según sostiene en su último análisis A&G, nadie duda que Boris Johnson sacará al Reino Unido de la Unión Europea, pero el mercado ya prefiere la salida que la incertidumbre”. Para Esty Dwek, jefa de estrategia de mercados globales de Natixis IM, “las encuestas tienen una victoria conservadora con la mayoría para aprobar el acuerdo de retiro de Boris Johnson, mientras que las encuestas han demostrado ser poco confiables, este sigue siendo nuestro caso base también. Esto permitiría que el período de transición comience en 2020, aunque no creemos que se acuerde un acuerdo comercial completo dentro de un año, lo que sugiere extensiones al período de transición”.
De cara a estos comicios, no todos los analistas lo ven tan claro. Stefan Kreuzkamp, director de inversiones de DWS, considera que la probabilidad de que el resultado nos traiga un parlamento indeciso es del 60%. “Un parlamento indeciso es aquel en el que ni un partido ni una coalición tienen mayoría absoluta. Esto sitúa la probabilidad de salida del Brexit en un 45%, y la probabilidad de un Brexit blando, por ejemplo, a través de una unión aduanera o una membresía en el Espacio Económico Europeo (EEE), en un 15%”, advierte.
Hasta que se conozcan los resultados esta noche, la incertidumbre está servida. “Las encuestas sugieren una clara mayoría de los Tories en las elecciones. Sin embargo, la complejidad del sistema electoral el británico, en el que el candidato con más votos en cada circunscripción es elegido, añade incertidumbre a esta aparente ventaja. Nuestra visión es que el resultado más probable es una pequeña victoria de los conservadores, que debería permitir que el acuerdo presentado por el primer ministro, Boris Johnson, saliera adelante y el Brexit sea aprobado dentro del plazo acordado, que expira el 31 de enero”, defiende David Page, responsable de análisis macro de AXA Investment Managers.
La gran pregunta es si con estas elecciones evita de forma definitiva una salida sin acuerdo. Según explica desde el Investment Desk de Bank Degroof Petercam, no necesariamente. “A corto plazo, un Brexit sin acuerdo sigue siendo posible si, después de las elecciones, un Parlamento dividido sin mayoría no puede aprobar un acuerdo de salida antes del 31 de enero. A largo plazo, las negociaciones sobre la futura relación prometen ser tan difíciles como las negociaciones sobre el acuerdo de salida. La amenaza de no llegar a un acuerdo, es decir, la ausencia de un acuerdo sobre las relaciones futuras tras el período de transición, puede ser una estrategia del Reino Unido para obligar a la UE a hacer concesiones durante las negociaciones. Cuanto mayor sea la victoria de los conservadores en las elecciones de diciembre, mayor será el riesgo de que esta estrategia continúe”, apunta en su análisis de la situación.
Próximos escenarios
Más allá del resultado de las elecciones, la pregunta que se hacen los analistas es qué ocurrirá después con el Reino Unido y cuánta resiliencia tendrá para no salir muy dañada de todo este proceso. Si secumple la previsión de Page, AXA IM estima que el PIB de Reino Unido podría crecer un 1,2% en 2020 y un 1% en 2021, reflejando una nueva desaceleración global que anticipamos que tendrá lugar en 2021. Bajo este escenario, consideran que el Banco de Inglaterra no tocaría los tipos en todo el año que viene.
Dado que la incertidumbre persistente sobre el resultado final, hemos trazado otros posibles escenarios. Page señala que el más negativo de todos sería aquel en el que los Tories son el mayor partido en el Parlamento, pero sin mayoría suficiente, sin conseguir aprobar el acuerdo del Brexit y sin que el Parlamento pueda forzar un segundo referéndum, lo que desemboca en una salida forzosa en enero de 2020.
“Otros dos escenarios posibles son que el partido conservador sea el ganador, de nuevo sin mayoría suficiente y se vea obligado a afrontar un referéndum confirmatorio del acuerdo. Si finalmente el acuerdo fuera aprobado en ese segundo referéndum, nuestra previsión económica no variaría demasiado del escenario central: crecimiento del 1% en 2020 y del 0,8% en 2021. Si en ese referéndum el resultado fuera revocar el Brexit, entonces creemos que el PIB podría crecer un 1,5% el año próximo y dos décimas más en el siguiente ejercicio”, añade Page.
En lo que todos coinciden es que el desenlace del Brexit afectará al sentimiento en y hacia el Reino Unido, lo que afectará a las inversiones. “Si bien resulta poco probable que repercuta en el resto del mundo y que desemboque en una recesión incluso si se diera un resultado considerado desfavorable. Aunque el desenlace del Brexit reviste importancia para el Reino Unido y sus vecinos más próximos, la contribución del país al PIB mundial solo representa del 3% del total”, matiza William Davies, director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle.
En este sentido, Keith Wade, economista jefe de Schroders, se muestra optimista: “Es más probable que Reino Unido lleve a cabo una expansión fiscal”. En opinión de Wade, los dos partidos políticos principales están compitiendo por gastar más que el otro. A corto plazo, “los datos económicos del Reino Unido se han visto distorsionados por los efectos del Brexit, como ha ocurrido con los stocks de empresas. La economía británica, liderada por el consumo de los hogares, ha resistido bien, pero es probable que el crecimiento siga siendo moderado y que el Banco de Inglaterra se mantenga a la espera”, sostiene.
Por último Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, apunta que la libra está descontando noticias positivas. “Mi inquietud es que la realidad de un gobierno conservador que promueva la idea de que pueden llegar a un acuerdo sobre el Brexit en seis meses va a resultar difícil para los mercados porque introduce otra fecha límite, porque el Parlamento está menos respaldado en el tema del Brexit por diputados contrarios a la ley del no hay acuerdo y porque un acuerdo comercial sobre el Brexit no puede negociarse de manera realista en un espacio de tiempo tan corto”, concluye Kelly.
Además, en términos de inversión, desde Amundi añaden que, en base a las posibilidades de que gane un gobierno conservador, «creemos que la probabilidad de que se ratifique un acuerdo de Brexit es actualmente de aproximadamente el 80%». Como escenarios alternativos, la gestora apunta que también existe una posibilidad menor de que Reino Unido permanezca en la UE (15%) o de un Brexit duro (5%).
«Bajo el escenario principal, el rendimiento de los Gilt a 10 años podría aumentar desde los niveles actuales, permaneciendo por debajo del 1% a finales de 2020. Consideramos que todavía hay margen para que el PIB se recupere a corto plazo, aunque las perspectivas para el medio plazo son menos convincentes. En lo que respecta a la renta variable, un gobierno estable podría impulsar un nuevo rating del mercado británico, que actualmente cotiza con descuento en relación a los mercados de la UE y globales. Seguimos siendo positivos con las compañías más centradas en el mercado doméstico de Reino Unido: constructores de viviendas, acciones de consumo discrecional y compañías financieras», defiende Amundi en su último análisis.