El Informe Mundial de Fintech 2019, publicado por Capgemini y Efma, señala que, aunque el movimiento banca abierta no ha alcanzado todavía su madurez, el sector de los servicios financieros está entrando en una nueva fase de innovación denominada Open X. Este modelo requerirá un mayor esfuerzo de colaboración y especialización. El informe defiende que los bancos y otros actores del ecosistema de los servicios financieros deben comenzar a elaborar planes en esta dirección y modificar sus modelos de negocio.
A su vez, el informe identifica un doble reto: por un lado, las fintech están trabajando para escalar sus operaciones y, por otro, los bancos están atascados en sus iniciativas de colaboración con las nuevas empresas tecnológicas. Como resultado de ello, los participantes del sector están pensando en saltarse el modelo de banca abierta y entrar directamente al Open X, una forma más eficaz y mejor estructurada tanto de colaboración como de compartir la información surgida del análisis de datos de clientes. La era del Open X creará un mercado integrado, con roles especializados para los diferentes actores, que permitirá un intercambio fluido de datos y servicios, lo que mejorará la experiencia de cliente e impulsará la innovación de productos.
Open X transformará las normas y los conceptos básicos del sector mediante cuatro cambios fundamentales:
- Desterrar la orientación al producto para volcarse en la experiencia del cliente.
- Concebir y tratar los datos como «activo crítico».
- Priorizar modelos de acceso compartido frente a los modelos tradicionales de propiedad.
- Innovar de manera colaborativa frente a comprar o crear soluciones en solitario.
Las API, que permiten a terceros acceder a sistemas y datos de los bancos en un entorno controlado, serán los catalizadores de la creación del mercado Open X. A pesar de que ya se comparten y aprovechan extensamente los datos de los clientes en el sector, estos sistemas aún no se han estandarizado. Aunque el marco normativo y regulatorio es complejo, el establecimiento de un estándar ayudará a reducir el fraude, a mejorar la interoperabilidad, dar más velocidad a la salida al mercado y aumentar la escalabilidad.
El estudio también concluye que los participantes del sector están estudiando dos posibles modelos de monetización para las API: un modelo de reparto de ingresos (que el 60% de los bancos y el 70% de las fintech consideran viable) y un sistema de derechos de acceso a las API (que respaldan el 46% de los bancos y el 55% de las fintech). Sin embargo, solo cerca de un tercio de los directivos de banca considera que actualmente están bien preparados para monetizar API.
Privacidad, seguridad y colaboración
Aunque bancos y fintech afirman que entienden la importancia de la colaboración, la privacidad y la seguridad siguen siendo las principales causas de inquietud. Cuando se les preguntó qué les preocupa de la banca abierta, la inmensa mayoría de la banca señala la seguridad de los datos (76%), la privacidad del cliente (76%) y la pérdida de control de los datos de los clientes (63%). Las fintech se muestran más optimistas acerca del modelo de banca abierta, aunque el 50% expresa su temor por las cuestiones de seguridad y privacidad y el 38% por la pérdida de control de los datos de los clientes.
En cuanto a los obstáculos para lograr una colaboración efectiva, el 66% de los bancos y el 70% de las fintech señalan la diferencia de la cultura o la mentalidad organizativa, el 52% de los bancos y el 70% de las tecnológicas mencionan barreras en procesos, y la falta de visión y objetivos a largo plazo son señalados por un 54% y un 60%, respectivamente. Solo el 26% de los directivos de bancos y el 43% de los responsables de fintech consideran haber encontrado al socio de colaboración adecuado para la aplicación de la banca abierta. Estas respuestas indican que numerosas entidades tradicionales y tecnológicas siguen sin estar preparadas para el modelo de banca abierta, y menos aún para la creciente demanda de intercambio de datos e integración que requerirá el nuevo modelo de Open X.
Dentro de este modelo, los bancos deberán mejorar primero su modelo integrado (tradicional) y, después, centrarse en áreas de fortaleza especializada. El estudio identifica tres funciones estratégicas que se prevé que evolucionen como parte de Open X:
- Proveedores, que desarrollarán productos y servicios.
- Agregadores, que agruparán productos y servicios ofrecidos en el mercado y los distribuirán a través de canales internos, manteniendo las relaciones con los clientes.
- Orquestadores, que actuarán como conectores y coordinadores del mercado, facilitando las interacciones entre los socios colaboradores.