Para Morningstar, a la hora de construir una cartera de fondos, el ejercicio de combinar distintos fondos de inversión para conseguir un portafolio que responda a los criterios que se haya fijado el inversor es sin duda más importante que la elección de los fondos que componen esa cartera.
Según apunta la firma de origen estadounidense, antes de empezar esta tarea es fundamental tener en cuenta algunos conceptos en cuanto a la construcción de una cartera de fondos. El primero de ellos es que la construcción de una cartera de fondos siempre debe responder a un objetivo predeterminado en función de un determinado periodo temporal (ya sea a corto, a medio, o a largo plazo). Luego, es de sobra conocido que cuanto mayor sea el horizonte de inversión mayor debe ser el porcentaje invertido en renta variable frente a la renta fija; pero también se olvida con demasiada frecuencia que una cartera de inversión debe ser dinámica, que necesariamente tiene que variar a medida que el inversor se acerca a su objetivo de inversión y a medida que vayan evolucionando los propios mercados financieros.
Un inversor, por ejemplo, que hubiera invertido hace tres años 50% de su cartera en renta fija y 50% en renta variable, bien podría encontrarse actualmente con una proporción de 65% en renta fija y 35% en renta variable, proporción que puede no coincidir con el objetivo pretendido. Una vez definido el objetivo de inversión y los porcentajes a invertir en acciones y obligaciones, queda por resolver la cuestión de por dónde empezar la cartera de inversión. En este punto, es importante entender que no todos los fondos pueden desempeñar el mismo papel dentro de una cartera. Se puede distinguir tres grandes grupos de fondos.
Un primer grupo estaría formado por lo que se podría denominar los “fondos base”. Estos, como su nombre dejar entrever, deben constituir el grueso de la cartera. Son los fondos que nos ayudarán a conseguir nuestros objetivos y son, por lo tanto, los primeros que se debe incorporar en la cartera. Un segundo grupo de fondos serían los “fondos soporte” que tienen por objetivo proporcionar una cierta diversificación, y por último, los “fondos especiales”, fondos que tienen por objetivo proporcionar una punta de rentabilidad. A continuación, una descripción más detallada de cada grupo:
Fondos base
Constituirán la parte central de la cartera y, por ello, deben proporcionarle una cierta estabilidad. Los fondos base pueden ser tanto de renta variable como de renta fija, pero no todos los fondos reúnen las características necesarias para ser considerados fondos base. Es aquí donde conocer el estilo del fondo adquiere toda su importancia. Para los fondos de acciones, lo lógico es que los fondos base sean fondos de gran capitalización (con ellos se consigue una exposición al mercado en su conjunto) y de estilo mixto (ni totalmente crecimiento, ni totalmente valor). Los fondos de crecimiento (aquellos que invierten en compañías con gran potencial de crecimiento) suelen, en efecto, presentar una mayor volatilidad o un mayor riesgo que el resto de fondos y suelen tener una fuerte exposición al sector tecnológico. En cuanto a los fondos valor (aquellos que invierten en compañías consideradas baratas o infravaloradas), pueden ser una buena opción para inversores más conservadores, pero hay que ser consciente de que pueden tener un peor comportamiento relaltivo en detrminados periodos (como es el caso actualmente).
También es conveniente elegir fondos que estén adecuadamente diversificados tanto por región como por sector. Respecto a los fondos de renta fija, como lo que se quiere es que los fondos base den una cierta estabilidad a la cartera, lo lógico es elegir fondos de renta fija euro (para clientes con portafolios basados en euros), evitando cualquier exposición a divisas y sin asumir un riesgo excesivo en cuanto a la duración (recuerde que son los fondos de mayor duración los que más ven caer su valor liquidativo cuando suben los tipos de interés). También conviene seleccionar fondos concomisiones anuales de gestión inferiores a la media de su categoría.
Fondos soporte
Una vez formada la estructura de la cartera con los fondos base, se puede complementar con fondos que se podrían denominar “soporte”. Estos tienen como objetivo dar una cierta diversificación y variedad al armazón de la cartera compuesto por los fondos base. Incluso, pueden ayudar a disminuir la volatilidad de dicha cartera. Dentro de esta clase de fondos se puede, por ejemplo, incluir a los fondos de mediana o pequeña capitalización en lo que a fondos de renta variable se refiere y a los fondos de renta fija corporativa, de renta fija a muy largo plazo o, al contrario, de muy corto plazo en lo referente a los fondos de renta fija.
Fondos especiales
Por último, se puede terminar de constituir su cartera de inversión con algún que otro fondo susceptible de proporcionar una punta de rentabilidad, pero sin asumir un riesgo excesivo que pondría en peligro la consecución del objetivo principal. Por eso estos fondos “especiales” siempre deben representar una parte marginal de la cartera (no más de un 10%). Dentro de este tipo de fondos se incluiría, por ejemplo, a los fondos emergentes, tanto de renta variable como de renta fija o algún que otro fondo sectorial (salud, tecnología, materias primas…).
El proceso de construcción de una cartera de fondos no es ni mucho menos un proceso aleatorio. No consiste en añadir fondos que presenten un buen historial de rentabilidad (recuerde, “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”) ni siquiera que tengan buenas perspectivas de rentabilidad. Para Morningstar se trata de conjuntar varios fondos de manera ordenada para conseguir el objetivo que se ha propuesto el inversor. Dentro de este proceso, cada fondo que es incluido en la cartera deberá necesariamente desempeñar un papel establecido de antemano. Antes de comprar un determinado tipo de fondo, deben hacerse, por lo tanto, las siguientes preguntas: ¿qué aporta el fondo a la cartera?, ¿es compatible el fondo con el objetivo que se persigue? o ¿qué modificaciones implicaría su inclusión dentro de la cartera?