El proceso de ajuste de las tasas de interés que lleva adelante la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) modificó el precio de todos los activos financieros. Los bonos de Uruguay en dólares cayeron durante el primer semestre de 2022 y sus rendimientos se volvieron más atractivos, en niveles que no se observaban desde 2018, señala la compañía gestora de patrimonios uruguaya Nobilis en un informe.
Sumado a las fortalezas macroeconómicas de Uruguay y al buen manejo de los pasivos, esto genera “un buen momento para invertir en bonos de corto plazo con retornos de entre 2,75% y 4%, libres del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y con liquidez diaria”, sostuvo Sebastián Arena, Head de Trading de Nobilis.
El crecimiento de los retornos no generó un incremento del riesgo país, debido a que Uruguay cuenta con varias fortalezas que permiten ser optimistas en cuanto a la capacidad de repago de las deudas, y que lleva a considerar a este instrumento como una oportunidad de inversión, explicó Arena.
Entre las fortalezas del país se destacan los fundamentos sólidos de la economía y las finanzas. “Uruguay ha demostrado ser muy resiliente a los shocks regionales y a otros, como fue la pandemia en 2020. Mantiene un alto nivel de Producto Bruto Interno (PBI) per cápita en comparación con sus pares de la región y demás países con grado inversor”, apuntó el especialista en inversiones.
A esto se suman las fortalezas institucionales, vinculadas fundamentalmente a la seguridad jurídica que ofrece Uruguay para los inversores, la defensa de las instituciones, la separación de poderes y los bajos niveles de corrupción en comparación con otros países de la región. También se destaca la conformación del Consejo Fiscal Asesor con la Ley de Urgente Consideración. Por otra parte, el riesgo país de Uruguay se ha mantenido bajo incluso cuando en el resto de Latinoamérica se ha deteriorado en el último tiempo.
Las proyecciones económicas son alentadoras para Uruguay, ya que se prevé un fuerte nivel de crecimiento del PBI de 4,7% para 2022, 3% para 2023 y 2,6% para 2024. Además, se espera que el déficit siga controlado y que el ratio de deuda se mantenga estable. En tanto, el desempleo se proyecta en el entorno de 8% para los próximos dos años y el salario real podría recuperarse.
Por último, se destaca el robusto manejo de la deuda, con una política de financiamiento de largo plazo que otorga fortalezas al país.
Hay dos aspectos que conforman la capacidad defensiva de las inversiones en renta fija y que dan seguridad. “Existe una correlación muy alta entre el rendimiento esperado de un bono y el efectivamente observado dentro de tres años”, sostuvo Arena.
Además, considerando el rendimiento esperado y los cupones que van pagando semestralmente estos bonos, las tasas de interés en Estados Unidos deberían subir 100 puntos más de lo que espera el mercado para que la inversión en el bono de Uruguay al 2031 obtenga un retorno negativo en un año. “Incluso en ese caso, si se mantiene la inversión a vencimiento, recuperará esta caída y capturará el rendimiento esperado”, explicó.
“Por estas razones vemos atractivo invertir en bonos de Uruguay en dólares con vencimientos a 2024 y 2027 como punto de partida para aquellos inversores con ahorros ociosos, y como primer paso hacia la construcción de un portafolio diversificado”, remarcó.