La financiación sostenible implica invertir en la transición hacia actividades empresariales más verdes, abordando riesgos y oportunidades en este proceso. Pero para que esta transición sea efectiva, es esencial incluir a las pequeñas y medianas empresas (pymes) debido a su relevancia económica y en términos de empleo.
Con el objetivo de analizar si los mecanismos de financiación sostenible en España están considerando a estas empresas, el Pacto Mundial de la ONU España y Spainsif han llevado a cabo el primer estudio sobre finanzas sostenibles y pymes de nuestro país.
Un estudio que identifica buenas prácticas, instrumentos y herramientas desplegadas por las entidades financieras en España para intensificar y aumentar la financiación sostenible para pymes, así como los retos que se plantean para una eficaz canalización de los flujos de financiación sostenible.
Tras la investigación han llegado a una serie de conclusiones importantes a tener en cuenta:
De forma incipiente, las entidades bancarias y otros actores vinculados con la financiación de empresas están poniendo el foco en productos de financiación ligados a la sostenibilidad y específicos para pymes.
Todavía son pocas las entidades del sector financiero que disponen de una cartera de productos ligados a la sostenibilidad para pymes, pero muchas entidades están ya adaptando sus productos financieros para pymes, incluyendo aspectos de sostenibilidad, especialmente aquellas entidades cuyo perfil de cliente principal es la pyme.
El enfoque de estos productos es muy variado, las entidades financieras se enfocan más en aspectos medioambientales. En cambio, las entidades de microfinanzas o banca ética se centran en aspectos sociales, mientras que las cajas rurales y otras entidades similares, se focalizan en aspectos relacionados con el emprendimiento, muy ligados a la transformación del sector agroalimentario.
La taxonomía, las Directivas europeas y otros instrumentos normativos como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia están ayudando a las entidades financieras a definir criterios y requisitos para que las pymes accedan a este tipo de productos sostenibles.
Las ventajas de estos productos con respecto a los tradicionales van desde una mejor accesibilidad a esta financiación, rebaja de comisiones, mejora de tipos de interés, mayor flexibilidad en plazo de devolución de deuda, etc. Avanzar en la integración de la sostenibilidad en el marco de la Regulación de los Requerimientos de Capital podría contribuir a una mayor generalización de estas ventajas.
Para estar preparados para esta nueva demanda de productos, las entidades financieras están apostando de forma decidida por la formación a la plantilla, especialmente aquella que trabaja de cara al cliente, en aspectos ASG y de sostenibilidad.
Todas las entidades subrayan como una de las barreras la falta de recursos de las pymes para trabajar criterios de sostenibilidad, y de forma más específica para medir su desempeño en este ámbito a través de KPIs, algo fundamental para las entidades financieras.