Morgan Stanley, el último de los grandes bancos norteamericanos en presentar sus resultados, anunciaba ayer unas cifras correspondientes al tercer trimestre de 2015 que sorprendían negativamente a los mercados. Dos factores explican esos decepcionantes números: en primer lugar, la caída en los ingresos derivados de su actividad de trading de renta fija, que se desplomaron un 42% -muy por debajo de las estimaciones de los analistas- y la mala cifra de ingresos procedentes de su unidad de gestión de inversiones ante los malos resultados en el segmento de private equity en Asia.
Así, las inversiones del banco en private equity, sobre todo en China, lastraron los ingresos de la división de gestión de inversiones, que ascendieron a 274 millones de dólares frente a los 667 millones de un año antes. Las pérdidas derivadas de su negocio de private equity en Asia fueron las culpables de esa caída del 59% en los ingresos, según explicó el Chief Financial Officer Jon Pruzan en una entrevista a Bloomberg, en la medida en que la entidad canceló las comisiones de rentabilidad que había acumulado en dicho negocio.
Dicho negocio “invierte sobre todo en inversiones minoritarias altamente estructuradas y buyouts” y ha tomado participación en más de una docena de firmas chinas, según la web de la entidad. Muchas de esas firmas no cotizan, pero al menos seis cayeron más de un 20% en mercados públicos en el tercer trimestre (como Sparkle Roll Group Ltd., que distribuye bienes de lujo y cayó un 28% en Hong Kong, o el productor de filamentos de poliéster Tongkun Group Co., que se deslomó un 50%). Esos malos resultados explican las pérdidas en esta parte del negocio.
La segunda pata de esos números presentados por Morgan Stanley está en los ingresos derivados del trading en renta fija, que cayó un 42% hasta 583 millones de dólares, frente a las estimaciones que hablaban de ingresos por encima de 850 millones.
Como consecuencia de esos resultados, la acción del banco se veía ayer fuertemente castigada –finalmente cerró en 32,32 dólares– y propiciaba en Wall Street un inicio de sesión pesimista –al que también contribuía la bajada de los precios del crudo-, que finalmente salvaron las tecnológicas y biotecnológicas. Los títulos de la entidad financiera se dejaban en total un 4,8% -en lo que supuso su mayor caída en una presentación de resultados desde 2009- y acumulan unas pérdidas del 17% desde enero.
James Gorman, consejero delegado de Morgan Stanley, explicó en un comunicado que “la volatilidad de los mercados en todo el mundo a lo largo del tercer trimestre creó un entorno difícil» que impactó en su negocio en un trimestre que calificó –en una conferencia con analistas- como el “peor trimestre de renta fija desde la crisis financiera”.
Los resultados
El banco norteamericano publicó un beneficio neto que bajó de 1.690 a 1.018 millones de dólares, perdiendo algo más de un 40% con respecto al mismo periodo del año anterior. El beneficio por acción bajó de 83 centavos en septiembre de 2014, a 48 en los nueve primeros meses de 2015, cuando el consenso lo situaba en 62. Sin embargo, en los primeros nueve meses del año la entidad acumula unos beneficios de 5.219 millones de dólares, un 2 % más que en el mismo periodo de 2014.
Los ingresos bajaron un 13% y se quedaron en 7.770 millones de dólares, desde los 8.910 del tercer trimestre de 2014. Excluyendo ajustes contables, los ingresos han bajado hasta 7.330 millones, por debajo de los 8.540 millones esperados por el consenso de mercado.