El mercado insurtech alcanzó los 8.000 millones de dólares de inversión en el año 2022 a través de 470 acuerdos, lo que representa el segundo mejor periodo en cuanto a cantidad de alianzas. Es lo que se desprende del informe Insurtech Global Outlook 2023 elaborado por la consultora tecnológica NTT DATA. A lo largo del mismo, la compañía analiza la situación actual y futura del sector asegurador. En esta edición, la compañía ha decidido analizar los cinco retos a los que se enfrenta el sector asegurador, como son la sostenibilidad, la ciberseguridad, la distribución inteligente, los modelos de seguros bajo demanda, y la implicación de las empresas tras los cambios sociales de los últimos años.
Tras un 2021 marcado por el mayor grado de madurez del sector tradicional, en el que se alcanzaron los 11.000 millones de dólares en inversión, los resultados de 2022 indican que se trató de un gran año, pues los 8.000 millones de dólares lo convierten en el segundo mejor desde 2016, a pesar de suponer un 28% menos de inversión.
La alta inversión se ha visto afectada por la incertidumbre socioeconómica a nivel global. Los conflictos en Europa, la alta inflación y el aumento de los tipos de interés han provocado cambios en la vida los ciudadanos de todo el mundo, y en todos los mercados, incluido el asegurador.
Según Bruno Abril, socio responsable de Seguros en NTT DATA, la entidad lleva siete años analizando el sector insurtech: «El hecho de que, a pesar de toda la incertidumbre socioeconómica, los niveles de inversión sigan siendo tan altos, demuestra la capacidad de adaptación a los movimientos del mercado para apoyar al sector hacia las demandas emergentes». Al final, entiende que el ecosistema asegurador ha sabido ver los beneficios de los nuevos modelos, además de elevar la importancia de la ciberseguridad y la sostenibilidad, las cuales tendrán cada vez más incidencia a medio y largo plazo.
Por su parte, Europa se acerca a EE.UU. gracias a las inversiones en etapas iniciales. De hecho, el continente concentró el 50% de las operaciones en las etapas iniciales del 2022, siendo Reino Unido, Alemania y Francia, seguidos de Italia, España y Suiza, los países más activos en rondas de financiación, especialmente en áreas como ciberseguridad, seguros integrados y salud mental.
Si 2021 estuvo marcado por una ola de innovación liderada por Estados Unidos, que, además, sacó a bolsa cuatro compañías aseguradoras, en 2022 decrecieron sus inversiones, entre otros motivos por el cambio de enfoque de las Insurtech Startups del país que se orientaron a la reducción de gastos. La realidad de este acercamiento del mercado europeo con el norteamericano se justifica principalmente con la inversión en compañías en etapas iniciales que son las que menos se han resentido en este año. Principalmente, esto se debe a la búsqueda de la inversión en modelos orientados a la rentabilidad en lugar del crecimiento, apuntando a un mayor retorno en las primeras etapas que en otros años.
Mientras tanto, las insurtech europeas se dirigieron hacia mercados de mayor rentabilidad y líneas de negocio en tendencia. En cuanto al resto del mundo (Asia, África y Latino América), se observó un ligero crecimiento en los últimos años en las etapas iniciales.
El sector asegurador está viviendo una evolución sin precedentes y avanzando en el empleo de las tecnologías. De hecho, según recoge el informe, hay cuatro tecnologías que han experimentado un crecimiento especial en su uso a lo largo de 2022. Estas tecnologías resuelven retos distintivos en el sector de los seguros, entre los que se encuentran la integración de API, la analítica y el análisis predictivo y el diagnóstico de salud, una tecnología que emplea los datos y análisis sanitarios para abordar los actuales y nuevos retos en la salud, mejorando la personalización y la toma de decisiones en los procesos.
Cinco retos por delante
Toda la información analizada en esta edición del informe ayuda a entender cómo el sector insurtech se enfrenta a los nuevos retos que tiene por delante, con foco en el ecosistema asegurador. Los comportamientos analizados en todas las fases de madurez, junto con los crecimientos detectados en este último periodo y los movimientos del sector que hacen que la inversión se sitúe en la segunda mayor cifra histórica. De este análisis se desprenden cinco retos relevantes para el sector Insurtech, que desvelan las preocupaciones y áreas en las que se centrarán.
Por un lado está la sostenibilidad. El cambio climático es identificado como el primer riesgo en el sector, pues los catastróficos fenómenos naturales que están ocurriendo en los últimos años provocan importantes pérdidas. Por ello, las aseguradoras deben identificar y desarrollar soluciones centradas en el clima, detectándose tres áreas de actuación al respecto: asegurar la transición a Net-Zero, crear soluciones de transferencia de riesgos para los crecientes riesgos físicos, y adaptar los servicios.
Aquí también juega un papel clave la tecnología, pues las aseguradoras emplean IoT, sensores estacionarios, datos de radar o sonar, visión por ordenador, drones, gemelos digitales, aprendizaje automático y análisis estadístico, que se aprovechan para predecir y mitigar el riesgo de catástrofes naturales, y prevenir y reducir la pérdida de vidas humanas, bienes y recursos.
En segundo lugar cabe mencionar la distribución inteligente. Este es un factor clave para llegar a una mayor retención de los clientes y unos beneficios más ajustados. En este sentido, contar con socios del sector de la distribución da a las aseguradoras acceso a una nuevo mercado, dentro de un mercado ya existente, gracias a poder ofrecer productos a la base de clientes del distribuidor. Para el propio dueño del canal, los beneficios se materializan en ventas cruzadas sin tener que hacer un esfuerzo por el desarrollo del mismo producto.
Por otro lado, los ataques cibernéticos incrementan un 50% año tras año, lo que ha llevado a muchos gobiernos a estudiar nuevas leyes, siendo Europa la región que tiene una mayor tasa de adopción, con un 91%. En este contexto hiperconectado, las empresas buscan nuevas formas para protegerse de ataques dañinos y a invertir en protección, especialmente para garantizar la seguridad de los datos, que son la base fundamental y el núcleo esencial para la suscripción de seguros.
Aunque la ciberseguridad en los seguros no es una línea de negocio tradicional, por el alto coste de las tecnologías aplicadas, la realidad del contexto actual donde inversión de aseguradoras en insurtechs se ha multiplicado por seis en los últimos tres años, motivadas por la visión de futuro en la prevención de riesgos, también cibernéticos, y en dispositivos IoT, supone un reto que no puede descartarse.
En cuarto lugar, se establecen modelos de seguros bajo demanda simples, lo que hace que se incremente en un 58% la probabilidad de contratar un seguro. El sector debería aprovechar estos nuevos modelos para incrementar su capacidad de llegar a un público más amplio. En este sentido, la tecnología juega un papel fundamental para el crecimiento de este modelo, para eliminar, o más bien automatizar, las tareas no esenciales en los productos por suscripción (un 45% afirma ya haberlo utilizado para estos fines), mientras un 35% señala que ha disminuido su carga de trabajo gracias a soluciones digitales.
Por último, la implicación de las empresas en la sociedad tras los cambios sociales de los últimos años ha hecho que los consumidores consideren más que nunca la importancia del bienestar. La adopción de las tecnologías digitales en los temas relacionados al bienestar no para de crecer, y prueba de esto es que el 71% de los consumidores declara que considera probable usar la atención virtual (un 18% más que en 2021).
Y, en esa línea, se exige a las empresas que sean socialmente responsables, en especial en los temas relacionados con la salud. Las inversiones en seguros corporativos con foco en la salud siguen un crecimiento continuado desde 2015, lo que denota que el mundo corporativo tiene claro la importancia de ser una empresa comprometida con el bienestar.