El Fondo Bolsa Social, que invierte en empresas jóvenes españolas que buscan generar un triple impacto económico, social y medioambiental para impulsar la construcción de una sociedad más justa, inclusiva, sostenible y saludable, ha presentado su Informe de Impacto correspondiente a 2021. En este ejercicio ha logrado cerrar definitivamente su primer fondo, con un patrimonio de 22 millones de euros, y ha invertido 4,2 millones de euros en cuatro nuevas empresas.
Estas empresas son: Rawdata, un SaaS para la gestión agrícola que permite utilizar de forma eficiente los insumos agrícolas que tanto contaminan; Solum, que busca incentivar una movilidad más sostenible, desarrollando estaciones de recarga para vehículos eléctricos ligeros alimentadas por un suelo solar; Tropicfeel, una marca de moda sostenible que promueve un turismo responsable y unas condiciones laborales dignas; y Kleta, que nace para fomentar el cambio del coche a la bicicleta, ofreciendo un servicio integral de alquiler de bicicletas en las ciudades.
A estas nuevas inversiones se ha unido en 2022 Smowl, una compañía que proporciona herramientas que facilitan un acceso universal a la educación, y que ha desarrollado un software de “proctoring” para acreditar la identidad de las personas que realizan los exámenes online.
Las cinco nuevas incorporaciones se unen a las cinco anteriores participadas, Qida, Tucuvi, Sepiia, Nostoc Biotech y Ciclogreen, que han conseguido importantes resultados de impacto en cuatro grandes áreas relacionadas con otros tantos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
Salud y bienestar (ODS 3): desde Qida y Tucuvi se atendió a un total de 5.430 personas necesitadas de cuidados asistenciales, se detectaron 10.245 situaciones de alerta asistencial y se ahorraron más de 575.000 euros al sistema sanitario.
Acción por el clima (ODS 13): gracias al compromiso de todas ellas con el medio ambiente se evitó la emisión de 3.314 toneladas de CO2, de 980 Kg de óxido nitroso (300 veces más dañino que el CO2) y de 61 Kg de partículas en suspensión.
Producción y consumo responsables (ODS 12): con la apuesta por la agricultura ecológica de Nostoc Biotech se ahorraron más de 1,1 millones de metros cúbicos de agua, y se evitó el uso de 228.407 litros de fertilizantes y fitosanitarios químicos y de casi 609 Kg de fosfatos, consiguiendo que la sanidad general de los cultivos que emplean sus productos haya mejorado en 78%.
Trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8): a través de su participada Qida, dedicada al cuidado de personas mayores, se ha conseguido subir el salario medio de un cuidador un 6,3% por encima del salario mínimo interprofesional, y que el 81% de estos profesionales tenga un contrato indefinido.
“El sentido de nuestro trabajo es el impacto transformador de las empresas en las que invertimos. 2021 ha sido un año muy especial para nosotros: hemos cerrado nuestro primer fondo de inversión, hemos sumado cuatro nuevos compañeros de viaje y nos hemos volcado con nuestras nueve empresas participadas, ayudándolas a desplegar su enorme potencial transformador y generar más impacto social y medioambiental”, sostiene José Moncada, director general del Fondo Bolsa Social.
Sostenibilidad y medición del impacto
En sus dos años de funcionamiento, el Fondo Bolsa Social Impacto, registrado en 2020 en la CNMV como Fondo de Emprendimiento Social Europeo (FESE) y gestionado por AFI, Inversiones Globales SGIIC, ha recibido 700 proyectos, lo que demuestra su cercanía al tejido empresarial de proyectos con vocación de generar un impacto social y medioambiental positivo.
En 2021 ha desarrollado una Política de Sostenibilidad que complementa a su Política de Medición del Impacto, con un doble objetivo. Por un lado, incorporar a los análisis los principales riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) que pueden tener un impacto financiero material en los proyectos; por otro, incorporar otros factores ASG que pueden tener un impacto adverso en los grupos de interés de la empresa (empleados, comunidades locales, proveedores, etc).
Para la medición del impacto social de su cartera, el Fondo Bolsa Social sigue la metodología de la European Venture Philanthropy Association (EVPA), y define junto con cada participada un marco para establecer unos objetivos de impacto social y medir su cumplimiento, usando indicadores del catálogo Iris+ de la Global Impact Investing Network (GIIN). Adicionalmente, el Fondo Bolsa Social se apoya en el Impact Management Project (IMP) para complementar el proceso de medición y de gestión del impacto en aspectos no contemplados por el marco de la EVPA, como por ejemplo la identificación del riesgo asociado al impacto.
Dentro del marco IMP, el fondo se cataloga como un fondo de la categoría “C6”. Esto significa que es un fondo que contribuye a crear soluciones ante los retos sociales y medioambientales, y se involucra activamente en las empresas, desarrollando mercados de capital desabastecidos y proporcionando capital flexible. Además, el Fondo Bolsa Social audita anualmente los resultados de impacto social de las empresas de su cartera con el apoyo de EQA, entidad internacional de certificación ASG.
Además, en 2021 el fondo se ha incorporado como vocal a SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España, con la presencia de José Moncada en su Junta Directiva. Y en colaboración con la Fundación Afi ha desarrollado los encuentros ‘Altavoz Empresa de Impacto’, que dan visibilidad a desafíos como el de la agricultura sostenible o el cuidado de los mayores y las personas dependientes.
“Nuestra misión es acrecentar la transformación social, tan necesaria, a través de la inversión de impacto. Por ello, a la vez que nos exigimos mejorar cada día para conseguir mejores resultados y obtener un retorno financiero justo, trabajamos por proteger la integridad de la inversión de impacto y evitar los casos de impact washing”, explica Moncada.