En EE.UU. y Europa los gobiernos han introducido nuevas normas para reducir la contaminación del aire. Su impacto se hace sentir a nivel mundial en muchos sectores e introduce riesgos regulatorios sistémicos. Los analistas de crédito y los gestores de cartera de Robeco discuten el impacto de estas medidas en las diferentes industrias y las implicaciones para las carteras de crédito. Parte del equipo de crédito de Robeco (Jankees Ruizeveld y Taeke Wiersma, co-responsables de análisis; y los analistas de crédito Evert Giesen, Erik Hylarides, Reade Kem, Frances Pang y Jaap Smit) ilustra en este artículo cómo la sostenibilidad está integrada en el proceso de crédito de Robeco.
Política de aire limpio de Obama
En los EE.UU., el gobierno de Obama ha intensificado sus esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero; la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tiene el mandato de regular y reducir las emisiones de contaminación del aire bajo la Ley de Aire Limpio. La mayoría de los gases y partículas en el aire provienen de la generación de energía (34%) y vehículos (22%). Estos sectores son los más afectados e incentivados a tomar medidas concretas. Todo ello coincidió con la iniciativa de Independencia Energética y Seguridad iniciada por el ex presidente Bush, y supuso el pistoletazo de salida al uso de combustibles alternativos como los biocombustibles y el gas de esquisto.
El carbón pierde brillo
El aumento del uso de biocombustibles y del gas de esquisto supuso una disminución de carbón en las plantas de energía de Estados Unidos desde el 48% en 2008 al 39% en 2013, principalmente a favor del gas como fuente de combustible. Esta tendencia ha tenido, y tiene, un profundo efecto en el panorama inversor.
Muchos productores de carbón térmico tenían apalancados sus balances tras el auge de los productos básicos hasta el año 2008, y sufrieron severamente cuando el precio del carbón se redujo por debajo de su coste de producción.
Las empresas mineras son de capital intensivo y necesitan altos márgenes de EBITDA para financiar los requisitos de gasto de capital. Sólo los productores de menor coste tienen márgenes suficientes para hacer frente a la disminución de los precios del carbón y la capacidad de generar flujo de caja para pagar la deuda. Los pequeños mineros con costes soportados mayores han ido a la quiebra, los más más grandes y competitivos han comenzado a exportar su carbón a Europa.
Los efectos indirectos del gas
EE.UU. ha sido la principal fuente de crecimiento de la demanda de gas natural para la generación de energía eléctrica en los últimos diez años, y se espera que esta tendencia continúe. Impulsado por el descenso de los precios del gas a niveles históricamente bajos en el 2012, los costes de generación de electricidad de las centrales de carbón se encuentran en una situación de desventaja competitiva frente a las plantas de gas. Impulsado por las regulaciones medioambientales, un cambio a largo plazo en el mercado de carbón para la generación de energía facilitará la jubilación de las plantas de carbón más antiguas. La demanda industrial de gas ha crecido en línea con la recuperación económica y el entorno de bajos precios de esta fuente energética. El aumento de la demanda de los sectores químico y de transporte podría ser un motor de crecimiento a medio plazo.
La revolución del esquisto
La mejora en la tecnología de perforación, denominada perforación horizontal, junto con la fractura hidráulica y los precios del petróleo, han permitido a los EE.UU. aprovechar sus recursos no convencionales a niveles sin precedentes. La producción de petróleo y gas en tierra se ha elevado la friolera de un 63,5% desde 2007. A diferencia de los pozos convencionales de gas, los no convencionales a menudo producen petróleo y líquidos de gas natural. Dichos componentes de los gases húmedos hacen que la perforación sea más atractiva debido a la mayor rentabilidad del crudo y los líquidos de gas natural en el mix de producción. Los pozos se encuentran en Dakota del Norte (Bakken), Texas (Eagleford, Pérmico), Pennsylvania (Marcelo) y Wyoming (Niobrara).
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que los EE.UU. se convertirán en uno de los tres mayores productores de petróleo en el futuro, reduciendo la brecha con Rusia y Arabia Saudita. También se espera que sea energéticamente independiente en un futuro cercano.
Impacto negativo en las empresas de exploración y producción
Las compañías de exploración y producción (E&P) que tienen una gran proporción de gas en su mix de producción están sufriendo la debilidad de los precios del gas. La mayoría ha reasignado su inversión de capital en zonas productoras de líquidos no convencionales más rentables. En consecuencia, la falta de generación de flujo de caja a corto plazo (debido a los plazos de entrega) y el potencial deterioro de las cifras de apalancamiento del balance deberán poner el perfil de crédito de estas empresas bajo presión en el corto plazo.
Los ganadores serán las empresas que se han movido primero hacia el petróleo no convencional (esquisto) beneficiándose de su estructura de costes; empresas que poseen una base de activos diversificada y están dispuestas a utilizar la venta de activos para financiar las grandes necesidades de capital; y las empresas que tienen la capacidad para desarrollar las reservas no convencionales para hacer crecer su producción energética.
El rápido aumento de petróleo, el gas natural licuado y el gas natural en vetas interiores no convencionales, junto con la limitación de las infraestructuras existentes, facilitará una fuerte demanda de nuevos activos en instalaciones extractivas, creando muchas oportunidades para las empresas de “midstream”.
Incrementar el control regulatorio en la industria del petróleo y el gas
La industria del petróleo y el gas es objeto de un creciente escrutinio regulatorio en los EE.UU. debido a las preocupaciones medioambientales que generan los productos químicos utilizados en el proceso de fractura hidráulica. La EPA está investigando la seguridad de la fracturación hidráulica en los EE.UU., y los resultados se esperan para el otoño de 2014. Sin embargo, según un estudio de Moodys, las nuevas regulaciones para la perforación horizontal y la fracturación hidráulica parecen ahora remotas. La seguridad nacional y la economía hacen que sea muy poco probable que los EE.UU. vayan a prohibir la fracturación hidráulica, o incluso imponer restricciones.
Problemas para las “eléctricas” europeas
En Europa, la política sobre el clima ha costado grandes cantidades de dinero público, puesto las empresas eléctricas al límite y hecho poco para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
La política climática europea ha incrementado las emisiones de CO2
¿Cómo ha sucedido? En resumen, la combinación de grandes inversiones en energía renovable y la menor demanda de electricidad, causada por el declive económico y el traslado de la base industrial europea a China, ha causado un exceso de oferta de permisos de CO2. Esto ha supuesto precios muy bajos de CO2 que – junto con los bajos precios del carbón importado de los EE.UU. – han ayudado especialmente a los productores de electricidad de carbón europeos. Dado que la reducción de CO2 se basa en la reducción de las plantas de carbón y no en el aumento de la generación de energía renovable, el resultado neto es un aumento de las emisiones de dióxido de carbono.
Menores precios de la electricidad al por mayor y mayores para el retail
Sin embargo, el aumento de la generación eólica y la energía solar es real. Estas fuentes de electricidad tienen un coste marginal cero y su amplia introducción ha provocado un descenso de los precios mayoristas de la electricidad que afectó sustancialmente la rentabilidad de las “utilities”. La generación de electricidad vía renovables sigue siendo muy caro, como lo demuestran los masivos subsidios europeos: alrededor de 30.000 millones de euros al año y sigue aumentando. El resultado final son precios mayoristas de electricidad a la baja (perjudicando la rentabilidad de las eléctricas) y el aumento de los precios minoristas de la electricidad que pagan los consumidores finales (que incluyen las subvenciones). Las eléctricas europeas esperan que esta situación de exceso de oferta y los bajos precios (al por mayor) de la energía continúen por un largo tiempo y, básicamente, predicen un colapso casi de la rentabilidad en sus divisiones de generación.
Conclusión: entender las tendencias de ESG es importante
Este trabajo sobre la energía demuestra que cuando los legisladores cambian las normativas, sus repercusiones alcanzan sectores enteros. El sector minero de EE.UU., que solía ser rentable, está ahora lleno de historias de reestructuración, y las plantas químicas sin embargo son, de repente, las más competitivas. Al mismo tiempo, en Europa la legislación ha hecho daño a las “eléctricas”, sin lograr hacer una economia más verde. Entender y conocer las tendencias ESG en el sector energético, como se ha explicado, es fundamental en el diseño de las carteras y para la optimización del perfil de rentabilidad-riesgo.