El gobierno corporativo es uno de los aspectos fundamentales para el nuevo supervisor, el Banco Central Europeo (BCE), junto al análisis de modelo de negocio, la evaluación del capital y la evaluación de liquidez. El consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo explicó las razones por las que dentro de las categorías de riesgo, el sistema de gobierno y control interno juegan un papel relevante para la buena gestión de las entidades financieras. “El gobierno corporativo es un complemento del capital. En concreto, elevados niveles de capital no aseguran un correcto perfil del riesgo de las instituciones, de modo que el capital es una condición necesaria pero no suficiente para asegurar una correcta gestión y control de riesgos”, afirmó.
A su modo de ver, dentro del gobierno corporativo, adquieren una importancia fundamental aspectos organizativos como una clara definición de roles y responsabilidades de los consejeros, un análisis adecuado que permita la correcta elección de los miembros del Consejo, así como una política de remuneraciones que elimine los incentivos a la toma de riesgos innecesarios. En definitiva, “una gobernanza adecuada asegura una correcta gestión de riesgos y de los negocios”, señaló José Manuel González-Páramo, máximo responsable de regulación en BBVA.
En opinión de Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, “la calidad del gobierno corporativo de las entidades se basa en su capacidad efectiva para comprender y definir las políticas de riesgo de la entidad, trabajando para mejorar los procesos y los modelos de las entidades y fortalecer sus ratios fundamentales –capital, liquidez, nivel de endeudamiento…–, haciéndolas más sólidas y rentables”. Asimismo, señaló que “el órgano de gobierno debe ser capaz de anticiparse y detectar posibles situaciones de riesgo que pongan en peligro la continuación del negocio, así como establecer planes para contrarrestar estas situaciones de riesgo».
La entrada en funcionamiento del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el pasado 4 de noviembre, supuso la búsqueda de una cultura supervisora única. “Este proceso no implica asumir las prácticas supervisoras de una jurisdicción en concreto, sino que requiere importar las mejores prácticas supervisoras de todos los participantes. Solamente así se asegurarán los estándares de supervisión más elevados”, señaló el consejero ejecutivo de BBVA, que entre 2004 y 2012 fue miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE.
“Es positivo que el MUS, en sus labor de supervisor del gobierno corporativo, tenga previsto reforzar los controles de responsabilidad social corporativa y asegurar el funcionamiento de los principales órganos de gobierno mediante entrevistas con los mismos», indicó Valentín Pich, quien también destacó que “es fundamental que se aseguren buenas prácticas en los principales órganos de decisión de las entidades así como en la política de retribuciones de los mismos”.
La normativa europea de Basilea establece unos principios muy claros y amplios en gobierno corporativo. Establece la responsabilidad del Consejo y de los diferentes comités en el desarrollo de un adecuado gobierno corporativo. El concepto de gobierno corporativo es muy amplio e incluye la implantación de procesos y procedimientos adecuados para la correcta toma de decisiones así como asegurar el máximo nivel de transparencia. Asimismo, enfatiza conceptos como el apetito al riesgo o la gobernanza en la gestión de riesgos. Por último, pone de manifiesto la importancia del diálogo entre el supervisor y el Consejo. En este sentido, José Manuel González-Páramo subrayó que “es necesario un marco claro que regule la interacción entre el Consejo de los bancos y los supervisores, y que asegure una comunicación efectiva”.