Un enorme escándalo podría estallar en el fondo de pensiones de Naciones Unidas, que maneja 54.000 millones de dólares, ya que en la sesión de control del 31 de marzo los sindicatos trataron de acusar al CEO de haber podido cometer un fraude masivo, informa el portal Chief Investment Officer.
El medio se hace así eco de las supuestas acusaciones contra el fondo y explica que, en la citada reunión, representantes del personal de Naciones Unidas (UN por sus siglas en inglés) y sindicatos expusieron alegaciones contra los gestores del fondo, incluyendo falsificación en documentos, ocultación de conflictos de intereses, partición de contratos para evitar su supervisión o permitir a algunos empleados trabajar más allá de la edad de jubilación obligatoria.
Aclarando que “todavía no existe una investigación al respecto, sino que se trata de alegaciones de fraude” el portal de información financiera añade que “hay cuatro categorías de irregularidades: en recursos humanos, relativas a la gestión de promociones y vacantes; relacionadas con proveedores, gestión de proyectos y casos de conflicto de intereses”
Parece que uno de los asuntos afectaría al CEO, Sergio Arvizú, ya que los supuestos acusadores alegarían que éste intentó crear un puesto de trabajo temporal en el fondo de pensiones para una “persona que tiene casi 100 años” y que sirvió como referencia de Arvizú durante su proceso de selección. La edad de jubilación obligatoria en la organización es de 62 años.
Sergio Arvizú se desempeñó como Director de inversiones Financieras del Instituto Mexicano del Seguro Social desde 1996 hasta 2005, fecha en la que pasó a trabajar para Naciones Unidas.
Una representante de los trabajadores en el fondo, habría explicado que la oficina ejecutiva del fondo presentó las alegaciones en el departamento de control interno de UN el 13 de marzo, ya que “nuestra responsabilidad como representantes de los trabajadores no es investigar un posible fraude ni ser parte del proceso. Por eso decidimos contactar con el departamento de control interno y transmitirles las alegaciones que hemos recibido hasta ahora”.
El CEO del fondo, Arvizú, parece haber calificado la acusación de “campaña maliciosa” en una carta supuestamente enviada a los partícipes el 30 de marzo. “Quiero aseguraros que todas las acusaciones que circulan son infundadas y que el fondo continúa en una posición financiera muy sólida”.
Según el medio, el fondo no respondió a sus intentos de discutir las alegaciones más a fondo o comentarlas. Ya que afecta a operaciones internas, alegaron que éstas no podían ser verificadas a través de documentos públicos.
En la actualidad, la división administrativa del fondo y la de inversión funcionan independientemente. El CEO supervisa beneficios y operaciones mientras que la división de inversiones reporta directamente a un representante del secretario general de UN, Ban Ki-moon.
Chief Investment Office publica que, según los archivos de UN, Arvizú propuso cambiar algunas dinámicas para que una serie de prácticas financieras y de gestión pasaran de la oficina del secretario general a la del CEO. Éstas incluían reclutamiento, gestión de proveedores, contratos que cubrieran presupuestos de periodos posteriores, preparación y revisión del presupuesto de la organización y autorización de adelantos de caja y transferencias especiales.
Ante las supuestas acusaciones, Arvizú podría haber incluido en la carta que según el medio envío que las nuevas normas “incrementan la motivación y ayudan al mayor desarrollo de nuestro ya brillante equipo”. También parece haber dicho que los cambios añadirían nuevas oportunidades de promoción, exenciones en peticiones de recolocación, extensiones en la edad de jubilación y la reclasificación de las posiciones laborales. CIO publica que desde que Arvizú propuso por primera vez la revisión de estas políticas, organizaciones de los 33 grupos incluidos en el fondo de pensiones de UN han estado luchado contra los aspectos que afectan a los recursos humanos.
“Amigos del CEO y su entorno, que podían haber sido fácilmente remplazados, han sido retenidos más allá de la edad de jubilación y algunos puestos se han mantenido vacantes por largos periodos de tiempo para que los favoritos pudieran incorporarse con asignaciones temporales sin que existiese un proceso competitivo real” dice el comité. CIO añade que según el comité los 60.000 partícipes activos del fondo “también están preocupados por las relaciones entre el personal del fondo y sus gestores, que han hundido la moral de los empleados del fondo y llevado al equipo a mirar a los gestores con desconfianza”
Los órganos de gobierno del fondo de pensiones parecen haber expresado reiteradamente su enorme disgusto con el informe del comité, definiéndolo como innecesario, absolutamente erróneo y desafortunado. “Estas afirmaciones han sido consideradas difamación personal, no basadas en hechos, una continuada difusión de desinformación y no han ayudado a progresar en el asunto” decía un informe a la asamblea general de UN, concluye Chief Investment Office.