Revolution Banking celebró recientemente su 7ª edición en formato virtual. Durante la jornada se debatió sobre cómo evolucionar hacia la digitalización definitiva y cómo sacar partido a esta última transformación del sector bancario. El evento concluyó con más de 650 asistentes, más de 90 ponentes y más de 25 patrocinadores.
La apertura estuvo a cargo de Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y financiación internacional del Ministerio de Economía y Competitividad, en donde afirmó que los objetivos del sector bancario de cara a 2022 son: más eficiencia, protección de los usuarios y estabilidad financiera.
A continuación, tuvo lugar la sesión plenaria para debatir sobre la visión de los bancos centrales y el euro digital, con la participación de ponentes como José Manuel Marqués, responsable de la división de innovación financiera del Banco de España, Mayte Arráez, responsable adjunta de la división de market infrastructure support del Banco Central Europeo y Magí Clavé, subdirector general de sistemas de información del Banco Central Europeo.
Privacidad y anonimato de la operativa
Entre las principales preocupaciones de los ciudadanos respecto al euro digital se destacó la privacidad de los pagos y la seguridad. Por su parte, Mayte Arráez afirmó que “el objetivo del Eurosistema es asegurar la efectividad y seguridad en la distribución del euro digital, además de controlar la base monetaria”, y añadía que “estamos en una fase muy preliminar, pero una cosa está clara: el diseño será variable pero el resultado final es que será un euro digital utilizado por todos los europeos y al servicio de todos los europeos”.
Además, Magí Clave también confirmó que “el elemento clave del euro digital es la garantía de la privacidad, y nosotros distinguimos entre privacidad y anonimato de la operativa”.
Convertibilidad
Respecto al funcionamiento y formato del euro digital, Mayte Arráez especificó que “será un euro, pero en formato digital. No habrá ningún tipo diferente para su convertibilidad ni ninguna tasa de intercambio. Sería una forma electrónica de dinero emitida por el Eurosistema a disposición de los ciudadanos y empresas para su uso como medio de pago”, y concluía: “El euro digital se considera como un complemento, no como un sustituto del efectivo y de los depósitos bancarios, y será desarrollado de la mano de toda la industria”.
Entidades bancarias como BBVA, Evo Banco, Banco Santander, Deutsche Bank o ING, entre otras muchas, y patrocinadores como Minsait, Bambú, Blueprism, Board, Medallia, MasterdCard o Babel también compartieron sus opiniones sobre algunos temas como la diversidad y la sostenibilidad en la banca, las nuevas tecnologías bancarias, el escenario de la nueva banca, la nueva relación con el cliente y las novedades en medios de pago.