Fitch Ratings afirmó la puntuación del entorno operativo de los bancos panameños y la puntuación del entorno operativo de riesgo sectorial para las instituciones financieras no bancarias panameñas. Las calificaciones no se vieron afectadas por las persistentes presiones fiscales del país y las inciertas perspectivas de consolidación.
Además, «las perspectivas de desempeño financiero de los bancos se mantuvieron sin cambios, aunque las calificaciones de los bancos estatales reflejaron la revisión de la perspectiva de calificación soberana a Negativa, dado el fuerte vínculo entre el perfil crediticio de estos bancos y el de Panamá como emisor soberano», dijeron desde la calificadora en una nota.
«No esperamos que las puntuaciones se revisen a la baja en el corto plazo. Sin embargo, la continuación del malestar social o el aumento de la incertidumbre a partir de las elecciones presidenciales de mayo de 2024, que afectan significativa y negativamente a la economía y al desempeño financiero de los bancos, podrían ejercer presión sobre el entorno operativo de los bancos», añadió Fitch.
Así, según la firma, se espera que el desempeño de los bancos panameños se mantenga dentro de las sensibilidades de las calificaciones y se considera que las presiones fiscales del gobierno no debiliten aún más la recuperación del desempeño financiero de los bancos.
«Un punto de partida clave para el entorno operativo implícito de una jurisdicción es el PIB per cápita, debido a su correlación a menudo estrecha con las ganancias corporativas y los ingresos de los hogares. Recientemente revisamos al alza nuestra expectativa de crecimiento del PIB de Panamá para 2023 al 6,5% desde el pronóstico anterior del 4,5%. Esperamos que esta métrica se estabilice alrededor del 4,5% en 2024 y 2025, que se encuentra entre las tasas de crecimiento más altas de América Latina», dice la nota.
Para la calificadora, los bancos panameños aún enfrentan desafíos relacionados con la calidad de los préstamos, ya que la solvencia de los deudores panameños se vio gravemente afectada por la pandemia y su recuperación ha sido más lenta de lo esperado, lo que generó presiones persistentes por el deterioro de los préstamos. Estas presiones crediticias también han estado afectando el apetito de los bancos por aumentar los préstamos de clientes locales. En los últimos años, el crecimiento de los préstamos locales ha ido a la zaga del crecimiento económico, ya que el crecimiento total del crédito fue impulsado principalmente por clientes extranjeros.
«El apetito de los bancos panameños por clientes extranjeros se ha centrado principalmente en empresas de primera línea de países latinoamericanos. Esto implica un menor riesgo crediticio que los préstamos a clientes panameños, pero mayores márgenes de interés, ya que estas empresas operan en jurisdicciones con un riesgo país mayor que el de Panamá», dice Fitch.
Panamá fue recientemente eliminado de la lista gris de vigilancia de delitos financieros del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), y la reducción del riesgo y la mejora de la confianza de los inversores en el sistema financiero fueron positivas para el entorno empresarial de los bancos, abriendo el camino para su eliminación de otras listas, como la lista gris de la Unión Europea. lista. Estas mejoras deberían respaldar una mayor inversión privada y podrían mejorar las condiciones de financiamiento de los bancos, fortalecer sus relaciones con los bancos corresponsales, simplificar los procesos y potencialmente reducir los costos, apoyando aún más la OE de los bancos panameños.