La firma global de servicios profesionales Alvarez & Marsal («A&M») ha anunciado los resultados de la decimotercera edición de su informe “El Pulso de la Banca Española”. Este analiza la evolución de los 12 principales bancos españoles a lo largo del año 2020, destacando los indicadores clave de rendimiento de la industria bancaria española y puntuándolos en función de los KPIs relacionados con cada área de análisis.
La entidad destaca en su análisis el gran esfuerzo realizado en el coste de riesgo de la banca española durante 2020, que se encuentra cerca de triplicar los niveles anteriores al impacto del COVID-19, con un 0,84%. El incremento en este indicador, que se encuentra 10 puntos básicos por encima de la media europea, se debe, principalmente, al aumento en las provisiones de créditos, a pesar de que se observa una tendencia a la baja a final del año.
En este sentido, Sabadell se sitúa como la entidad con mayor coste de riesgo, mientras que Cajamar es el único banco que lo ha podido reducir gracias a que los esfuerzos del año anterior fueron todavía mayores.
Asimismo, del informe se desprenden también algunos progresos como la reducción en la ratio de morosidad del conjunto de entidades españolas analizadas (44 puntos básicos), la mejora de la ratio de eficiencia de la industria, que se sitúa en torno al 60% a cierre de 2020, y una mejora en la solvencia, que alcanzó un CET1 fully loaded ratio del 13,17%.
De hecho, todas las entidades analizadas aumentaron su solvencia a lo largo del año, aunque este indicador se sitúe por debajo de la media europea del 15,1%. Además, cabe destacar la mejora en la eficiencia por sucursal de todas las entidades analizadas, debido, tanto al aumento de depósitos y créditos, como al cierre de oficinas, 1.690 durante 2020.
El ranking de Alvarez & Marsal lo encabeza Kutxabank, seguido de Abanca, y Bankinter, mientras que Bankia, Ibercaja y CaixaBank son los bancos que más mejoran su puntuación.
Según Fernando de la Mora, Managing Director y Head de Alvarez & Marsal España y Portugal, «al igual que para el resto de sectores, la crisis del COVID-19 ha marcado la agenda de la banca española prácticamente durante todo el 2020. A lo largo de este periodo, destacan algunos progresos como el aumento de la solvencia de las entidades o la mejora de su eficiencia, pero, sobre todo, se ha podido observar un gran aumento en el coste de riesgo de la industria”.
“La evolución a partir de este punto debería ser positiva en general y dependerá de la continuación del apoyo de la banca a las necesidades de crédito y liquidez de la economía real con el apoyo de las ayudas públicas; los esfuerzos que continúen haciendo las entidades en reducción de costes ya sea de manera orgánica o a través de fusiones adicionales; la reducción del ritmo de provisiones que se produzca durante el año como resultado de los paquetes de ayudas públicas así como la falta de materialización de las pérdidas esperadas; vuelta progresiva al dividendo que traerá también el optimismo a los mercados”, añadía.
Tendencias clave de 2020
A lo largo del año 2020, mientras que los depósitos de la banca española se incrementaron en un 8%, debido a la crisis sanitaria y el incremento medio del ahorro de las familias, también lo hicieron los créditos, en un 4,1%, consecuencia de los créditos a empresas con apoyo del ICO. En este sentido, Bankia y Sabadell son las únicas entidades cuyos depósitos y préstamos han crecido a tasas menores a la media de la industria e Ibercaja es el único banco que ha visto reducido su volumen de créditos.
De las 12 entidades analizadas, nueve han visto mejorados sus niveles de liquidez estructural, mientras que el resto se mantuvieron estables o mostraron un empeoramiento. En cualquier caso, la liquidez de la industria permanece en una situación muy favorable, con una ratio de préstamos sobre depósitos del 90%.
El margen de intereses de la industria ha caído en siete puntos básicos respecto al cierre del ejercicio 2019, situándose en el 1,12%, debido al descenso en el rendimiento del crédito de la industria. Esto sitúa a las entidades bancarias españolas 17 puntos básicos por debajo de la media de la Unión Europea.
Los gastos operativos de la industria han disminuido más que los ingresos, provocando un descenso de la ratio de eficiencia de la industria, que se sitúa en torno al 60% a cierre de 2020. Abanca y CaixaBank son los bancos que han presentado un mayor progreso en este indicador, pero todas las entidades se mantienen por encima del objetivo del 45%.
Continuando con la tendencia marcada por los últimos periodos, la ratio de morosidad del conjunto de entidades españolas analizadas se ha reducido en el último trimestre de 2020, situándose en un 4,21%, mientras que a cierre de 2019 era del 4,64%, lo que se debe a la reducción de préstamos dudosos.
En lo referente a la rentabilidad sobre recursos propios, se observan importantes caídas de la ROE (Return on Equity) en algunos de los bancos más grandes, como BBVA. El ROA (Return on Assets) del conjunto de entidades analizadas también ha experimentado un descenso durante 2020 debido al incremento en el coste de riesgo y el descenso en el resultado operativo de la industria.
La solvencia del conjunto de la banca española continuó su tendencia ascendente durante el cuarto trimestre de 2020, presentando, a cierre del ejercicio, un incremento de 84 puntos básicos del CET1 respecto al año anterior, hasta alcanzar un CET1 fully loaded ratio del 13,17%.
Este incremento fue motivado por una caída de los RWA del 4,6% durante el mismo periodo y un incremento del CET1 del 1.9% derivado de las restricciones de dividendos. Todas las entidades analizadas aumentaron su solvencia a lo largo del año, siendo Bankia la única que presentó un aumento en su CET1 superior a los 200 puntos básicos. Sin embargo, el CET1 de la banca española es inferior a la media europea del 15,1%, siendo Kutxabank, Bankia y Unicaja los únicos bancos con un nivel de solvencia superior al 15%.