A pesar del creciente riesgo del ciberdelito, la mayoría de los consumidores siguen siendo reacios a adquirir un seguro cibernético personal. Un nuevo informe del Insurance Information Institute (Triple-I) y HSB reveló que tres cuartas partes de los consumidores han tenido su información personal perdida o robada, pero el 56% de los agentes de seguros afirman que sus clientes no valoran el seguro cibernético.
Mientras que el 84% de los agentes considera que la cobertura cibernética personal es esencial, solo el 43% cree que sus clientes comprenden su importancia. Estos resultados son preocupantes, ya que la encuesta reveló que el 28% de los consumidores ha tenido sus cuentas de redes sociales hackeadas, el 23% ha experimentado filtraciones de datos y el 14% ha sido objetivo de ataques en línea.
Las amenazas cibernéticas más comunes reportadas por los clientes incluyen:
- Robo de identidad y fraude
- Fraude y estafas en línea
- Malware informático y ataques a dispositivos
- Extorsión
- Acoso por internet
Sin embargo, a pesar de que el 77% de los agentes ha ofrecido pólizas cibernéticas en el último mes, las preocupaciones sobre el precio y la cobertura siguen disuadiendo a los consumidores. Otros hallazgos revelaron que más de la mitad de los agentes creen que los clientes estarían dispuestos a pagar hasta 100 dólares por la cobertura, pero muchos siguen siendo escépticos sobre su necesidad.
“La desconexión entre la alarmante tasa de ciberdelitos y la baja adopción del seguro cibernético personal es sorprendente”, dijo Sean Kevelighan, CEO de Triple-I.
«A medida que los estilos de vida digitales evolucionan y se vuelven más interconectados, también lo hacen los riesgos», señaló James Hajjar, director de productos y riesgos de HSB, parte de Munich Re. «El ritmo de las amenazas cibernéticas personales está aumentando a un ritmo acelerado, y el seguro cibernético personal es una forma de protegerse contra estos riesgos crecientes», añadió.
A medida que las amenazas cibernéticas continúan intensificándose, es crucial cerrar la brecha de conciencia. Los profesionales del seguro deben enfatizar los crecientes riesgos y beneficios de la cobertura cibernética antes de que los consumidores se conviertan en víctimas de ataques digitales.