El proceso de desconfinamiento y superación de la crisis sanitaria supondrá cambios radicales en las actividades industriales, de turismo y en todo tipo de negocios que trabajen de cara al público. Todos deberán afrontar una nueva era de medidas sanitarias, también en el ámbito del asesoramiento financiero.
Desde el Grupo deVere señalan que la primera tendencia que han detectado de cara a esta “nueva normalidad” que empiezan a vivir los países es una mayor demanda de asesoramiento financiero, al menos así ha sido durante el primer trimestre del año. Según la firma, en abril, el número de nuevos clientes que requirieron sus servicios aumentó un 24% respecto al mismo mes del año anterior.
“Este parón y disrupción de la economía ha afectado a todos los países, empresas y sectores, con independencia de su tamaño. Esto ha tenido un impacto muy real y muy inmediato en las finanzas de los ciudadanos, de los hogares y de las empresas en todo el mundo. De repente e inesperadamente, muchos se han dado cuenta de que no tenían suficiente dinero para afrontar una crisis o que ni siquiera tenían planes de contingencia. Ahora, esa falta de previsión podría tener consecuencias en el estilo de vida de la gente y en la sostenibilidad de los negocios. En nuestra opinión, para abordar los aspectos financieros debería haber un nuevo punto de vista pasando del deber a al necesitar”, apunta Nigel Green, fundador y consejero delegado de Grupo deVere.
En opinión de Green, algo similar pasó en la crisis financiera de 2008. “Aquel momento fue como una llamada de atención para mucha gente que no se había planteado su seguridad financiera y supuso un incremento de la demanda de asesoramiento. Incluso entonces, en un contexto en el que la confianza en las instituciones financieras estaba dañada, la gente comprendió que sus estrategias financieras tienen que cambiar y evolucionar a la par que lo hace el mundo”.
Según su experiencia, el aumento de la demanda de asesoramiento va acompañado de cambios, es decir, de cómo quiere ser la gente asesorada. En este sentido, la tecnología tiene un peso muy relevante. Según una encuesta elaborada por el Grupo deVere a sus clientes, el 52% afirma que sigue prefiriendo el asesoramiento presencial, pero ya un 42% apuesta por las videollamadas y un 6% por teléfono.
“Viendo las actuales circunstancias y cuánto van a cambiar las cosas, me ha sorprendido que la mayoría de los clientes siga prefiriendo verse físicamente. Pero el crecimiento del uso de la tecnología, como las videollamadas o las plataformas online, ha crecido un 10% y consideramos que irá aumentando en la medida que se más gente se vaya digitalizando. Los resultados de la encuesta demuestran que la gente quiere combinar el hablar con tener un soporte tecnológico innovador”, añade Green.
Desde el Grupo deVere defienden que los inversores son muy conscientes de que el mundo ha cambiado. “La mayoría de nuestros nuevos clientes buscan asesoramiento sobre planes de ahorro, inversiones, divisas, pensiones y planificación de la jubilación y pago de impuestos», señala. Lo que muestra cómo los ciudadanos están priorizando su seguridad financiera”, concluye.