El negocio offshore continuará creciendo en los próximos años gracias a los mercados emergentes, en los que Latinoamérica jugará un papel importante. Actualmente, se estima que el 70% de este negocio proviene de los emergentes y que en los próximos cinco años el 20% del crecimiento vendrá de América Latina, tal y como explicó Jorge Becerra, socio y responsable de Servicios Financieros de América Latina para Boston Consulting Group.
Becerra hizo estas declaraciones en el marco de FIBA Wealth Management Forum 2013, que este lunes y martes se celebra en Miami. El directivo de Boston Consulting participó junto a Guillermo Espinosa Salazar, responsable de la división de Private Banking Wealth Management de Banco de Bogotá y Paulo Meirelles, director gerente de Itaú Private Bank, en un panel moderado por Marcelo Coscarelli, director gerente de Citi Wealth Management Latin America.
El experto recordó algunos de los datos del último informe anual Boston Consulting Group 2013 Global Wealth Report, en el que se observó que la riqueza offshore aumentó un 6,1% en 2012 hasta 8,5 billones de dólares, así como que la cuota de mercado en 2012 para los centros onshore llevó a que la cuota de las plazas offshore cayera levemente respecto a 2011, hasta un 6,3% desde el 6,4% del año anterior. En los próximos cinco años, la riqueza offshore aumentará moderadamente hasta alcanzar los 11,2 billones de dólares, de los 8 billones actuales, de los que un billón proviene de América Latina.
“La nubosidad entre el negocio onshore y el negocio offshore siempre va a estar presente»
Estos expertos repasaron, entre otras cosas, la evolución del negocio de wealth management y sus modelos en América Latina, además de que expusieron la situación del negocio onshore y offshore y cómo estos dos modelos pueden converger en el negocio local para que llegue al cliente final.
Ante la posibilidad de que el negocio offshore se vea afectado por las nuevas regulaciones y pierda terreno frente al negocio onshore, Becerra recalcó que “la nubosidad entre el negocio onshore y el negocio offshore siempre va a estar presente”, aunque matizó que la necesidad de diversificación por parte de los grandes patrimonios siempre estará presente también. “Los individuos de patrimonio alto siempre van a requerir diversificación, lo que les va a llevar a tener parte de sus activos en mercados offshore”.
Durante la ponencia, el tema de FATCA y la presencia de otros acuerdos tributarios bilaterales y su repercusión en el negocio offshore también fueron abordados. Así, Becerra dijo que términos de destino final, es decir, de centros financieros, no se producirán fuertes variaciones, aunque si desde el punto de vista del capital y de la rentabilidad del negocio.
Los cambios que se producirán en los próximos años en la industria vendrá también por el lado del cliente, un cliente mucho más sofisticado y con mayores exigencias de transparencia, por lo que el negocio deberá ser dirigido de una manera más eficaz.
“Vivimos en un mundo más abierto. El mundo de la transparencia vendrá no solo de reguladores, también de clientes sofisticados, así como de parte de familias que tratan de posicionarse ante los bancos”, recalcó Becerra, quien agregó que se producirá una mayor presión en el margen del negocio debido a una mayor transparencia a la hora de fijar precios y rebates para el cliente.
El cliente brasileño está buscando los mejores lugares para invertir
Por su parte, Meirelles, que expuso el caso de Brasil, subrayó que el cliente brasileño está buscando los mejores lugares donde invertir, pero que se trata de un cliente que no responde bien a la hora de invertir en el extranjero, aunque poco a poco va cambiando. A dicho cambio ha contribuido, explicó el directivo de Itaú, que la regulación en Brasil ha mejorado en flexibilidad, lo que ha permitido que los inversores puedan invertir en el extranjero a través de vehículos locales.
Asimismo, Meirelles manifestó que el modelo de negocio está cambiando drásticamente en Brasil y que desde Itaú se esfuerzan en trabajar estrechamente con sus filiales en Suiza y Miami para aportar la experiencia internacional al cliente.
Por su parte, Espinosa subrayó que en Colombia existe cada vez más un mayor conocimiento del mercado de capitales. En Colombia, el mercado onshore no está muy desarrollado, ya que hasta hace poco la gente buscaba exposición extraterritorial por protección, por especulación y por una asignación más estratégica.
En Colombia, el negocio offshore estaba hasta hace poco tiempo en manos de jugadores como Credit Suisse y UBS. El modelo de gestión de la banca privada ha arrrancado en Colombia hace poco tiempo. En el caso de Banco Bogotá solo hace siete años que se dedican a banca privada, desde donde se enfocan más a la administración offshore.
Por último, los expertos reiteraron que el crecimiento del negocio offshore vendrá, entre otras cosas, de la necesidad de diversificación de los grandes patrimonios. El segmento de 50/100 millones de dólares de activos para inversiones financieras continuará mostrando interés por la diversificación, por lo que se dirigirá hacia el mercado offshore, mientras que la competencia por debajo de los 10 millones quedará en manos del mercado onshore.