EFPA Europa apuesta por desarrollar certificaciones comunes a nivel comunitario para los asesores financieros como una de las claves para abordar las deficiencias existentes en la implementación de la directiva MiFID II. Esta normativa ha mostrado grandes diferencias en la implementación de los requisitos y estándares de cualificación en los distintos países de la Unión Europea.
EFPA, European Financial Planning Association, ha celebrado esta semana en París una reunión con reputados profesionales del ámbito de la planificación y el asesoramiento financiero de todo el continente europeo, y con representantes de todas las entidades nacionales de EFPA, para debatir temas de actualidad e interés para toda la comunidad europea de asesores financieros. Esta reunión ha servido para presentar al sector los resultados del estudio llevado a cabo por EFPA, ¨Improving Qualifications for Financial Advisors in the EU – Policy Proposals¨ (mejora de las certificaciones de los asesores financieros en la UE – Propuestas políticas), que trata de esclarecer los desafíos a los que se enfrenta la profesión del asesor financiero en Europa, destacando la problemática de cómo lograr la armonización y unas normas mínimas comunes entre todos los países.
En relación a este estudio, se trataron dos grandes temas de máxima relevancia para la industria: la necesidad de certificaciones comunes europeas para contrarrestar la deficiente implementación de MiFID, la cual cuenta con grandes diferencias según países, y el análisis de las medidas propuestas en la Estrategia de Inversión Minorista de la Comisión Europea.
Certificaciones comunes en toda Europa
EFPA destaca los argumentos a favor de establecer una etiqueta paneuropea para los asesores financieros, basados en las necesidades percibidas por los asesores de la región. Entre los beneficios destaca el hecho de que, además de proporcionar calidad, experiencia y reconocimiento mutuo a escala europea, fortalecería las prácticas de mercado de la UE y nivelaría las condiciones en todos los países, lo que permitiría una mayor visibilidad sobre la calidad del servicio al cliente y elevaría la calidad del asesoramiento financiero en general, generando un entorno competitivo y mayor igualdad de condiciones.
Además, al establecer criterios comunes, garantizaría que todos los asesores cumplan las mismas normas y requisitos en toda Europa, lo que aumentaría la confianza de los consumidores y facilitaría el negocio transfronterizo para los asesores que operan en diferentes países de la UE.
Según EFPA, la certificación común europea debería fundamentarse en los principios comunes extraídos de MiFID II e IDD (Directiva de Distribución de Seguros), que incluyen la cualificación profesional, que contempla los resultados del aprendizaje, el nivel y las normas de validación.
Asimismo, se propone la regla de proporcionalidad, que establece que se requiere una cualificación adecuada para desempeñar una función específica, como un nivel superior para el asesoramiento. Además, se destaca la importancia del cumplimiento de normas de ética empresarial, como parte integral de la cualificación, y se enfatiza la necesidad de una formación estructurada basada en los resultados del aprendizaje requeridos para la cualificación. Por último, se propone un desarrollo profesional continuo y validado que respalde la actualización constante de los conocimientos y competencias del titular de la certificación.
Por ello, EFPA Europa afirma que, si se desean alcanzar los ambiciosos objetivos de la Estrategia de Inversión Minorista de la Comisión Europea, es necesario y plausible avanzar hacia una mayor armonización de las certificaciones de los asesores financieros en la Unión Europea.
Análisis de la Estrategia de Inversión Minorista
Durante la reunión de EFPA Europa celebrada en París, los expertos también han analizado en profundidad la nueva Estrategia de Inversión Minorista de la Comisión Europea, que aborda los problemas existentes en los mercados financieros para mejorar la participación de los inversores minoristas y responder a sus principales desafíos, que incluyen la asimetría de información o la falta de educación financiera, entre otros.
EFPA, FECIF (The European Federation of Financial Advisers and Financial Intermediaries), de la que forma parte EFPA España, EFAMA (patronal de las gestoras de fondos) y ESMA, el supervisor europeo de mercados, junto a un representante de la Comisión Europea participaron en una reunión en el contexto del evento de Paris. El hecho de que la Comisión, en respuesta a la solicitud de la industria en su conjunto, haya abandonado la idea de prohibir por completo las comisiones beneficia a los consumidores.
La Comisión se ha centrado en proponer medidas para proteger a los ahorradores y solo impone una prohibición de incentivos para los servicios de ejecución directa. Los expertos están de acuerdo en el hecho de que una prohibición general de las comisiones desestabilizaría los canales actuales de distribución de productos de ahorro y obstaculizaría la provisión de asesoramiento a los perfiles que más lo necesitan, limitando además la diversidad de elección. Sin embargo, los profesionales se mostraron críticos con el resto de medidas propuestas y plantearon serias dudas sobre si iban a lograr avanzar hacia los objetivos propuestos.
Estas organizaciones debatieron sobre las medidas para aumentar la transparencia y garantizar la rentabilidad en los mercados financieros, abordando diferentes enfoques de la Estrategia, relativos a cómo mejorar la regulación, armonizar el acceso a los productos de inversión, impulsar la digitalización y promover la relación calidad-precio. Sin embargo, reconocieron que existen preocupaciones en torno a la falta de una definición clara de ciertos conceptos y a la excesiva referencia a los costes, sin considerar otros factores como los rendimientos o las finanzas sostenibles.
Además, los expertos se plantean inquietudes sobre el impacto en las pequeñas y medianas empresas de asesoramiento y la necesidad de que de todo este debate surja realmente un marco regulatorio claro para atraer inversiones de los inversores particulares.