La diversificación en activos, áreas geográficas, sectores y momentos distintos, aprender a convivir con la volatilidad y no dejarnos llevar por las emociones son los principales elementos para lograr los mejores resultados de inversión, en el actual escenario protagonizado por la incertidumbre, la volatilidad en los mercados y la subida de precios. Una situación propicia para reivindicar el papel del asesoramiento financiero, que se encuentra en la época más importante de su historia, y los profesionales con una formación sólida y los conocimientos y herramientas para ofrecer el mejor servicio al cliente.
Esta es una de las principales conclusiones del webinar organizado por EFPA España ‘El asesor financiero ante la disrupción de la guerra’, en donde se analizó el papel del asesoramiento, en esta situación desconocida a la que se enfrenta la economía a nivel global, y cómo pueden los profesionales responder al reto de ofrecer el mejor servicio a los clientes, en un escenario de alta volatilidad, pérdida de poder adquisitivo y turbulencias geopolíticas.
Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, explicó en la presentación del webinar que “el asesor debe tener los conocimientos técnicos adecuados, debe estar certificado y conectar con los clientes para compartir con ellos el efecto emocional en situaciones como la actual, que pueden llevar a tomar malas decisiones de inversión”. El presidente de EFPA alertó sobre la gran capacidad de descuento, tanto negativo como positivo, que tienen los mercados en estas situaciones, aunque también reconoció que son “una herramienta muy buena para interpretar lo que está pasando”.
Josep Soler, delegado ejecutivo de EFPA España, quién moderó el evento, aludió al papel que juegan los asesores financieros a la hora de responder a las dudas que genera entre los clientes una situación como la actual, que tiene matices distintos a otras crisis financieras del pasado.
Iñigo Gallastegui, director de Productos y Asesoramiento de Santander Private Banking, explicó que “los mercados son temerosos, siempre reaccionan de forma abrupta y exagerada ante acontecimientos de índole geopolítica, por lo que tomar decisiones precipitadas en momentos de guerra es un error”. Si analizamos el comportamiento histórico del índice S&P 500, se puede observar que fue mucho peor el impacto en los mercados en la crisis del Canal de Suez o en la Crisis del Petróleo que en situaciones de conflicto armado, como la Guerra del Golfo y o la Guerra de Irak, donde se produjo una recuperación del 27% y 28%, respectivamente, a un año vista, pese a la caída inicial del 14% y del 5%. En este escenario, Gallastegui apostó por “evitar tomar decisiones precipitadas, mantener posiciones y ser consistentes en carteras bien construidas”.
El director de Producto y Asesoramiento de Santander Private Banking expuso varios factores que explican por qué el mercado está teniendo un comportamiento positivo inesperado: el reducido tamaño de economía rusa y ucraniana, en términos de PIB respecto al global, que apenas alcanza el 3% y el 0,4%, respectivamente, y el casi irrelevante peso de Rusia en las bolsas mundiales, así como en las bolsas emergentes (3,7% del total) o en Renta Fija Emergente.
En este escenario, Gallastegui pidió un repowering para reducir la dependencia europea y americana del gas, apostando por “acelerar el desarrollo de energías renovables, duplicar la ambición de producir 35 millones de metros cúbicos de biometano, diversificar el suministro de gas y construir más paneles solares en tejados, más bombas de gas y descarbonizar la industria”.
Perfilar bien al cliente, revisar objetivos de inversión y el horizonte temporal
Sonsoles Santamaría, directora general de Negocio de Tressis, analizó las claves para mantener el mejor servicio a clientes en momentos de volatilidad extrema. “Es fundamental definir bien el perfil del cliente, nosotros repasamos con una periodicidad anual si los objetivos se mantienen vivos o deben ser ajustados; si el perfil de riesgo a cada cesta de inversión es correcto; si ha cambiado el horizonte temporal del cliente y su situación patrimonial; o si cuenta con conocimientos adicionales para apostar por otro tipo de inversiones, como las ilíquidas, siempre que entienda los nuevos riesgos”, explicó la experta de Tressis, quien también puso sobre la mesa el cuestionamiento que la invasión de Ucrania ha provocado sobre algunos conceptos de inversión sostenible. “Estamos en un proceso de revisión para eliminar industria controvertidas, dependiendo de la política de cada entidad, es importante que los asesores sepan comunicarlo y ahí aplicar criterios de mejores prácticas”.
Para la experta de Tressis, “cada entidad debe arropar al asesor para ver un correcto diseño de las carteras de ahorro, y es fundamental que los profesionales cuenten con una formación sólida, con los conocimientos y las herramientas que permitan ofrecer el mejor servicio al cliente”.
La inflación, el mayor enemigo del inversor
Fernando Ruiz, director del segmento de Banca Privada de BBVA, aludió a la importancia de que las entidades se reafirmen en sus principios de inversión y a la necesidad de “adelantarnos al cliente, ser los primeros en buscar la comunicación con ellos, entender sus pensamientos, miedos, circunstancias…” El experto reafirmó la necesidad de revisar la estrategia de inversión con el cliente, manteniendo el foco en el largo plazo. “Intentar predecir el mercado y hacer y deshacer posiciones rara vez funciona, hay que ver las inversiones con perspectiva”, explicó Ruiz quién definió la inflación como “el mayor enemigo del inversor, por lo que debemos apostar por la diversificación en activos, áreas geográficas, sectores y en momentos distintos, aprender a convivir con la volatilidad y no dejarnos llevar por las emociones, para evitar errores graves, y aquí es donde el asesor tiene un papel fundamental”.
En el webinar también participó Luca Lazzarini, director de comunicación comercial de Banco Mediolanum, que apostó por el papel de los asesores como figuras clave para atemperar los nervios del cliente y apostó por un cambio de perspectiva. “Cuando pierdes un 20%, hay que ganar un 25% para recuperar posiciones, pero hay que cambiar el chip y pensar cuánto podríamos llegar a ganar con decisiones acertadas. Todo es cuestión de resultados, en 2020 se demostró la importancia de trasladar tranquilidad del asesor al cliente y de la entidad al propio profesional”. Para Lazzarini, cada crisis es un acelerador del progreso, “ocurrió en la pandemia con el teletrabajo, que se implementó en semanas, con la crisis del Petróleo del 73, donde se aceleró la construcción de coches con consumo reducido, el mercado mundial no para de crecer bajo ninguna circunstancia”, concluyó.