Pese al desafío que el COVID-19 está planteando, Europa quiere seguir impulsando las finanzas sostenibles. En estos dos últimos meses ha avanzado en nuevas consultas sobre índices de sostenibilidad y la actualización de la taxonomía sobre finanzas sostenibles. Desde la Asociación Europea de Gestión de Activos y Fondos (Efama) apuestan por que todo este trabajo se haga con un enfoque «holístico» y «consistente».
“Estamos de acuerdo en que la actual crisis del COVID-19 subraya la necesidad de fortalecer la sostenibilidad y la resistencia de nuestras sociedades. Para ello, la estrategia de financiación sostenible debe considerar cuidadosamente el impacto que la crisis de la pandemia tiene en nuestra sociedad y en nuestras economías, así como las necesidades de financiación que todo esto creará. Necesitamos una transición equilibrada que permita una distribución apropiada de los recursos entre los diferentes sectores. No podemos permitirnos dejar atrás parte de la economía o de la sociedad», defiende Tanguy van de Werve, director general de EFAMA.
Desde Efama quieren hacer esta reflexión pública para demostrar el apoyo de la industria de gestión de activos y fondos al camino que ha iniciado la Unión Europea. “Acogemos con mucha satisfacción la puesta en marcha de las diferentes consultas sobre este tema porque sigue siendo un aspecto nuclear de la agenda de la UE”, añade Van de Werve.
Efama reconocer que el Plan de Acción de Financiación Sostenible de 2018 ha creado un marco fundamental para integrar la sostenibilidad. Y consideran que la revisión que ha hecho la UE sirve para dar coherencia y unidad a toda la estrategia. “Si bien es crucial centrarse en el medio ambiente, la mayoría de las empresas están ahora en modo de supervivencia y lo estarán probablemente durante bastante tiempo. Si se observa la situación actual a nivel mundial, puede resultar necesario aumentar el enfoque en el factor de sostenibilidad, en particular en lo que respecta al capital humano y los desequilibrios sociales. El brote del virus ha puesto de manifiesto los defectos de nuestros sistemas sociales y probablemente hará mayor la división, con más recortes de puestos de trabajo, especialmente en aquellos empleos de baja cualificación y remuneración”, apunta Van de Werve.
Respecto al factor de buen gobierno, desde Efama consideran relevante que la Comisión Europea haya querido mejorar la transparencia y divulgación de la información relacionada con el gobierno y la gestión de las empresas. En este sentido, el responsable de la organización recuerda que para que las finanzas sostenibles funcionen en la práctica, “es esencial contar con datos sólidos, fiables y disponibles públicamente sobre el ESG de las empresas participadas”.