La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) advierte de que la gran mayoría de los hogares europeos sigue manteniendo una parte “desproporcionadamente alta” de su riqueza en depósitos bancarios. Según su reflexión, estas familias estarían perdiendo parte de sus ahorros debido a la inflación y al bajo rendimiento de estos productos de inversión.
Según calcula, entre finales de 2016 y 2021, el ahorro europeo en depósitos bancarios aumentó de 10,321 billones de euros a 13,375 billones de euros, lo que hizo que el peso de estos vehículos de ahorro pasara del 37% al 38,1%.
Una de sus principales conclusiones, tal y como refleja en su informe Call for action to protect retail investors against inflation, es que el uso de depósitos bancarios no es igual en todos los países europeos. Por ejemplo, en Dinamarca, Países Bajos y Suecia, los hogares tienen menos del 20% de su riqueza financiera en depósitos, frente al 70% de los ciudadanos de Bulgaria, Chipre, Grecia y Polonia. “Esta situación se refleja en diferencias significativas en el porcentaje de ahorro mantenido en fondos de pensiones y productos de seguros de vida. Estos son bastante elevados en el primer grupo de países y relativamente bajos en el segundo”, matizan desde Efama.
La mayoría de los demás países europeos se sitúan en un punto intermedio. Según el informe, por lo general, se caracterizan por una proporción significativamente menor de ahorro para la jubilación por capitalización, ya que siguen dependiendo predominantemente del sistema de pensiones del primer pilar. “Es posible que los hogares de estos países consideren que no necesitan ahorrar más para la jubilación porque creen que su pensión estatal les proporcionará unos ingresos de jubilación adecuados. Desgraciadamente, está comprobado que la generosidad de la prestación de servicios sociales por parte del Estado disminuirá en un futuro previsible debido al impacto del envejecimiento de la población europea, la pandemia del COVID-19 y la actual desaceleración económica sobre la deuda pública”, añaden.
Sin embargo, desde Efama reconocen que no todo son malas noticias, ya que la proporción de depósitos ha disminuido en 16 países entre finales de 2016 y finales de 2021. Según explica, “esto puede interpretarse como un indicio de que el proyecto de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) está empezando a dar resultados positivos. Aun así, la cuota de los depósitos sigue siendo muy elevada en estos países (55% de media), y el importe absoluto del ahorro mantenido en depósitos bancarios en este grupo de países ha aumentado un 35%”.
Pérdida de poder adquisitivo
Uno de los aspectos en los Efama ha puesto el foco es en la pérdida de riqueza que han sufrido las familias ahorradoras de Europa al tener parte de su riqueza en depósitos bancarios. En concreto, según sus estimaciones, entre 2016 y 2022, el poder adquisitivo de esos depósitos podría reducirse hasta un 13,7%.
“La riqueza financiera de los hogares europeos podría haber aumentado en 711.000 millones de euros a finales de 2022, si hubieran reducido la proporción de los depósitos en su riqueza financiera al 25% a finales de 2016 y si se hubieran invertido el excedente resultante en fondos de renta fija y variable de los fondos UCITS a partes iguales. Si este cambio de cartera se hubiera producido a finales de 2001, esta cantidad habría sido igual a 1.505.000 millones de euros, a pesar de los desplomes bursátiles de 2002 y 2008”, explica la organización en su estudio.
Para transformar esta realidad, Efama considera que el proyecto de la Unión de Mercado de Capitales (UMC) podría ser un revulsivo para que los ahorradores le den un mayor protagonismo a los fondos de inversión y mejoren su riqueza.
“Este enfoque ayudaría a cumplir el objetivo general de la UMC de hacer de la UE un lugar aún más seguro para que los particulares ahorren e inviertan a largo plazo. También debería considerarse una respuesta política concreta al envejecimiento de la población y una importante oportunidad para promover el PEPP”, apunta Bernard Delbecque, director de Efama.
Según su experiencia, este enfoque convertiría lo que actualmente es un problema -la pérdida de ingresos relacionada con la enorme cantidad de ahorros mantenidos en depósitos bancarios en un entorno de inflación creciente y tipos de interés mucho más bajos- en una oportunidad para “aumentar el rendimiento potencial de los ahorros de las personas y reforzar el nivel de sus ingresos en la jubilación”, enfatizan.
Por su parte, Tanguy van de Werve, director general de Efama, sostiene que animar a los hogares a centrarse en la creación de riqueza a largo plazo y a tener una renta de jubilación adecuada debería ser una prioridad clave para los responsables políticos. “Esperamos que la próxima estrategia de inversión minorista incluya medidas y recomendaciones significativas para animar a los ciudadanos a hacer un mejor uso de sus ahorros. Entre ellas debería figurar la concienciación de los ahorradores sobre el impacto de la inflación en el valor de su patrimonio, que tanto les ha costado conseguir, y la incentivación de la colocación de su dinero en productos de inversión a largo plazo”, afirma.