El anuncio de que el mítico Edouard Carmignac se retiraba a los 71 años de la gestión del fondo bandera de la gestora francesa, el Carmignac Patrimoine, motivó que, de forma inusual, fuera él mismo el que abriera la conferencia de prensa anual de Carmignac en París.
Tras un 2018 en el que el patrimonio de la firma ha perdido 9.000 millones de euros por salidas netas de capital (más otros 5.000 millones de euros por el efecto de la corrección del mercado) y en el que este fondo ha registrado una caída del 14%, Carmignac empezó hablando de los principales riesgos que se ciernen sobre los inversores en los próximos tres a cinco años. “El mayor peligro es la desaceleración del crecimiento económico, el fin de los estímulos artificiales y el aumento de los populismos”, ha afirmado.
Pese a ellos, Carmignac ve oportunidades para los inversores y éstas llegan, en su opinión, por el lado de la tecnología. “Lo que está sucediendo es apasionante, actualmente el 55% de la población mundial está conectado, pero en unos años lo estará todo el mundo”, destacó Carmignac. La gratuidad de la música o de la educación que permite la tecnología será, pronostica, fuente de crecimiento para los países emergentes en los próximos años.
La alimentación, bien por la necesidad de los países en desarrollo, como por la preocupación de los desarrollados porque ésta sea cada vez más saludable, constituyen también oportunidades a largo plazo para los inversores.
Hacia esas ideas se moverá, presumiblemente, la nueva estrategia de la firma gala tras cumplir 30 años y con 42.000 millones de euros en activos bajo gestión. El día a día de la gestión de su fondo estrella, Carmignac Patrimoine, queda en manos de Rose Ouahba, responsable de renta fija y David Older, responsable de renta variable. “Tenemos un equipo competente y con una gran experiencia. Esta delegación será gradual e intentaré operar de forma más eficiente y transversal, pero dejando el día a día al equipo”, explicó Carmignac.
Esa función transversal se traduce en que Carmignac formará parte del Comité de Inversiones Estratégicas, creado a finales del año pasado y que pretende recuperar algo que Carmignac reconoce haber perdido en los últimos años. “Tenemos que recuperar nuestra capacidad para extraer conclusiones acertadas de nuestro análisis top down, sobre la dirección que tomará el mercado y generar oportunidades de inversión”, reconocía Didier Saint-Georges, managing director y miembro del comité estratégico de inversión.
Este Comité de Inversión tiene como principal objetivo extraer ideas de inversión del análisis bottom up y cualitativo de las empresas, ya que, en palabras, de Saint Georges, han sido los fondos globales que realizan este tipo de análisis los que mejor han funcionado. En su caso, sacan pecho de la gestión realizada por Malte Heininger al frente del Carmignac Portfolio long-short European Equities que en 2018 registró una rentabilidad del 3,4%.
Carmignac también presume de haber recibido la calificación ISR del gobierno francés a pesar de que, como dice Saint-Georges, “no se considera a Carmignac como una casa ISR”.