Con casi 3.000 millones de euros en activos bajo gestión y 2.119 clientes, la boutique EDM se mantiene fiel a su perfil de gestión discrecional que les posiciona favorablemente en el futuro entorno de MiFID II. “No estamos ni en ejecución ni en asesoramiento y eso nos evita conflictos de interés”, explica Eusebio Díaz-Morera, presidente de EDM, antes del IX Seminario de la entidad celebrado recientemente en Madrid.
Con un 75% de clientes privados y un 25% de inversores institucionales, desde la gestora se muestran convencidos de que el cliente minorista no es su objetivo. “Nuestro estilo es más propio de un inversor experimentado y fiel. Ni tenemos la organización preparada para la distribución minorista ni queremos dedicarnos a ese segmento. Es más complicado trasladar a ese cliente nuestras convicciones cuando el mercado no acompaña”, asegura Díaz-Morera.
Sus dos fondos principales, EDM Inversión, de bolsa española, y EDM Strategy, de renta variable europea, se apoyan en un estilo de gestión a largo plazo, alejado de lo que acontece a diario en los mercados. Un estilo que, además, acepta la volatilidad como un ingrediente esencial que genera oportunidades de infravaloración para la compra y de sobrevaloración para la venta. “Hacemos todo lo posible para que nuestros clientes vean la volatilidad como algo transitorio”, señalan.
Su estilo se centra en el análisis profundo de las compañías en las que invierten y eso es algo que les aleja de un enfoque oportunista. Las suyas son apuestas a largo plazo basadas en “fuertes convicciones” que les convierten en fieles compañeros de viaje de unas pocas compañías elegidas. “Intentamos que el cliente vea que invertimos en empresas, no en acciones”, explica Antonio Estabanell, consejero delegado de la entidad.
Tanto es así que, tras un largo análisis previo, la rotación de su cartera se sitúa entre el 16% y el 18%, es decir, es muy baja respecto a su competencia. Esa parte de la cartera que es susceptible de salidas o de nuevas incorporaciones se caracteriza por una estricta selección. “Para que entre una compañía, tiene que salir otra”, afirma Díaz-Morera.
EDM no suele acudir a OPVs salvo excepciones como el reciente caso de Dominion “porque conocíamos el entorno”. Una muestra más de la forma en la que buscan intencionadamente alejarse del ruido del mercado y de la especulación transitoria que suelen llevar aparejadas este tipo de operaciones.
Los mercados actuales
Esta visión no significa, no obstante, que carezcan de opinión respecto al contexto actual de los mercados. En renta fija admiten encontrarse ante la disyuntiva de un activo “más propio de inversores conservadores” y una situación que genera “oportunidades de accidentes”. Ante esto, responden seleccionando el cupón del high yield y manteniendo en duraciones cortas. “La renta fija con grado de inversión es una guerra de guerrillas”, resumen. El fondo EDM Ahorro, de renta fija europea, busca el equilibrio entre deuda soberana con una exposición del 7%, crédito con grado de inversión, con un 46%, y high yield, con un 33%. La entidad avanza que ha solicitado la inclusión de este fondo en su sicav de Luxemburgo.
En renta variable buscan rentabilidad a largo plazo y se apoyan en los datos estadísticos que demuestran que la cotización de los valores sigue al crecimiento de los beneficios. “Si la compañía tiene modelo de negocio y está diversificada, la acción subirá a largo plazo, aunque haya episodios de volatilidad”, afirman.
Nombres como Cie Automotive con una “buena gestión descentralizada”, Essilor por su “aportación a las clases medias emergentes”, Roche o Hermés por “la fortaleza de la marca” además de Inditex o Grifols por su “posición de liderazgo”, son algunas de las posiciones destacadas de su cartera. Otros valores que recientemente han incorporado son Inmobiliaria Colonial donde “lo único que les impedía comprar era el precio” o Técnicas Reunidas cuyo profit warning fue argumentado de manera convincente y les llevó a aumentar su posición.
En cuanto al sector financiero, evitan ser víctimas de la moda que actualmente está llevando a una rotación de las carteras hacia los bancos. “Es muy difícil saber lo que vale una entidad financiera”. En este sentido, confirman que prefieren compañías no sometidas a regulación.
Desde un punto de vista geográfico en EDM observan el mercado latinoamericano con optimismo, pero son cautos. En su fondo EDM Latin American Equity, que todavía no ha cumplido los tres años, apenas tienen exposición a materias primas, pero “hay muchas compañías globales con productos que pueden ofrecer tasas de crecimiento más estables que en Europa. Nuestra cartera allí es muy similar a la europea salvo por una cosa: está más barata”, explican.