En los ocho meses desde que se instaló en Sao Paulo, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas Ebury ha consolidado su modelo de negocios en Brasil. Ahora, la firma prepara la segunda fase de su desembarco en la mayor economía de América Latina.
Ebury trabaja ahora en la segunda fase de su desembarco comercial en el país latinoamericano, en la que se ampliarán las soluciones ofrecidas por la fintech y culminará con la puesta en marcha de su propia plataforma online.
“En estos meses hemos podido introducir el modelo de Ebury y comprobar su gran aceptación por parte de las empresas locales y extranjeras que hacen negocios en el país”, explica Claudia Bortoletto, directora de la compañía en Brasil.
A esto se suma que “una de las peculiaridades del mercado brasileño está relacionada con la venta del real”, lo que, según la ejecutiva, justifica la presencia física de la empresa en este mercado. “Estamos ante un aspecto esencial, ya que el mercado de capitales en Brasil no permite que la moneda salga del país, a menos que la persona esté allí y pueda hacer la conversión a euros”, indica.
La responsable de Ebury en Brasil asegura que este país constituye para la fintech la puerta de entrada a otros países de América Latina, en tanto que los servicios financieros internacionales presentan una gran demanda para las pymes de la región. “Las pequeñas y medianas empresas tienen dificultades para pagar a nivel internacional, y nosotros podemos atenderlas con el mismo nivel de servicio y facilidad de las grandes empresas”, señala.
Socio de pymes
La expansión de Ebury en el país latinoamericano supone una solución para las pequeñas y medianas empresas –ya sean importadoras o exportadoras, ONG, plataformas de e-commerce, marketplaces o empresas de servicios– con presencia en el país o intereses en la región y cuyas operaciones se ven muy presionadas por la volatilidad de la moneda o incluso por el peso de la burocracia.
“La llegada de Ebury a Brasil ha sido especialmente importante para muchas pymes europeas, al permitirles acceder a un socio especializado en divisas con presencia tanto en Europa como en Brasil. Se trata de un factor que facilita el planteamiento y la negociación de las operaciones de divisas en un mercado especialmente difícil”, declara Bortoletto.
Ebury opera ahora en 20 países con 24 oficinas en todo el mundo y realiza transacciones de 21.000 millones de dólares en pagos internacionales al año para las pymes.