Ebury, la firma global de servicios financieros, ha ampliado las capacidades de su plataforma online con la inclusión de otras 17 monedas exóticas. Las monedas ahora disponibles a través del portal de Ebury y que se pueden comprar contra euro, libra esterlina y dólar son: Birr etíope, Cedi de Ghana, Chelín de Kenia, Ariary malgache, Kwacha de Malawi, Metical mozambiqueño, Franco ruandés, Leona sierraleonesa, Chelín tanzano, Chelín ugandés, Franco centroafricano, Kwacha zambiano, Dólar namibio, Kina de Papúa Nueva Guinea, Franco de África occidental, Rand sudafricano y Rupia nepalí.
Según señala la compañía, la expansión de la cobertura de divisas exóticas fortalece su posición como uno de los principales proveedores de soluciones FX en este espacio. “La incorporación de este conjunto de monedas permitirá a las organizaciones que más comúnmente utilizan monedas exóticas en sus transacciones, como las instituciones benéficas y ONG, beneficiarse de la capacidad de reservar sin problemas operaciones al contado para estas monedas directamente en EBO, además de los tipos de cambio actualizados”, destacan desde Ebury.
Además, apuntan que sumar estas opciones de pago a la plataforma online permite realizar operaciones con las mismas a cualquier hora del día y a lo largo de todo el año, lo que otorga una mayor flexibilidad y control a la hora de ejecutar transacciones.
“Estamos encantados de reforzar nuestra oferta en este espacio, lo que nos ayudará a fortalecer aún más nuestra posición. Las fundaciones internacionales, entidades sociales y ONGs necesitan específicamente a proveedores capaces de cubrir una amplia gama de monedas exóticas para que sus operaciones sean lo más eficiente posible y maximizar sus contribuciones en estos países”, afirma Duarte L. Monteiro, director regional de Ebury para el sur de Europa.
En opinión de Monteiro, el sector ha experimentado desafíos durante mucho tiempo a la hora de enviar dinero al extranjero de manera efectiva para maximizar sus recaudaciones de fondos. “Sin soluciones especializadas, las organizaciones benéficas y las ONG quedan expuestas a altos costes de conversión y tarifas de transacción, así como a la volatilidad en los mercados de divisas”, concluye.