Dunas Capital AM ha cerrado 2022 con toda su gama en terreno positivo y un crecimiento del 30% en captaciones respecto al año anterior. La gestora, según ha explicado Borja Fernández-Galiano, responsable de Ventas, ha alcanzado los 1.750 millones de euros en activos líquidos bajo gestión tras registrar captaciones netas por valor de 445 millones de euros. En activos alternativos, gestionan ya alrededor de 300 millones de euros, por lo que en total Dunas Capital cuenta con más de 2.000 millones de activos bajo gestión.
Según ha explicado Alfonso Benito, CIO de Dunas Capital AM, ha sido su enfoque multidisciplinar basado en la diversificación por activos lo que les ha permitido cerrar 2022 con todos los fondos de la gama Dunas Valor en terreno positivo. «Además, los fondos Dunas Valor Equilibrado y Dunas Valor Flexible han obtenido la clasificación cinco estrellas de Morningstar. De cara a 2023, seguiremos poniendo el foco en la gestión colegiada, que nos permite ser predecibles y confiables al invertir con paciencia únicamente cuando identificamos valor en el medio plazo», explica.
Posiciones largas en deuda pública estadounidense y más duración en crédito
La gestora también ha aprovechado para hacer pública su visión de mercados y estrategia de inversión para este año. Por tipos de activos, la gestora mantiene posiciones ligeramente largas en deuda pública americana y ha ido incrementando las duraciones de crédito respecto hace 12 meses, tras aumentar sus posiciones en bonos más líquidos y en empresas de mayor calidad.
En cuanto a la renta variable, los expertos consideraron que los precios de las acciones aún tienen que ajustarse a la baja, ya que las valoraciones actuales todavía no reflejan la ralentización de la economía ni las condiciones de los tipos normalizados.
Asimismo, señalaron que los márgenes empresariales, tras mantenerse en niveles elevados por la capacidad de trasladar a los precios las subidas de los costes, se ven ahora amenazados por la desaceleración de la economía, los incrementos salariales y los costes financieros, lo que podría traducirse en un deterioro de los beneficios por acción. En este sentido, estiman que a corto plazo muchas empresas se verán obligadas a priorizar la solvencia frente a la retribución al accionista para contener sus costes financieros. Además, observaron que la rentabilidad exigida por los inversores tras los acontecimientos de 2022 ha cambiado de forma muy significativa, especialmente en el mundo de la renta fija, y más concretamente en high yield, que ahora ofrece rentabilidades próximas a la renta variable.
Por sectores, el equipo gestor de Dunas Capital AM ve una clara oportunidad de invertir en empresas de redes de transporte de energía y en petroleras integradas con exposición a gas. Al mismo tiempo, se mantienen moderadamente optimistas en defensa. También encuentran valor en algunas compañías en industrias cíclicas muy castigadas por los incrementos de costes de energía, transporte y materias primas, pero con carteras de pedidos récord y valoraciones muy atractivas, en las que se espera una evolución positiva.
El optimismo de los mercados podría llevar a decepciones
Desde un punto de vista macro, prevén que la inflación general, por efectos base, caiga en la primera parte del año, aunque podría repuntar al final de 2023 debido a una posible reaceleración de la economía y a efectos de segunda ronda apoyados por las subidas salariales, especialmente en Europa. La evolución de la inflación será la clave de las decisiones de los bancos centrales y de los mercados financieros durante los próximos meses. Los mercados ya han ido descontando bajadas de tipos en la última parte del año y podrían llevarse una decepción relevante si esto no ocurre.
Por otro lado, la guerra de Ucrania, además de impactar en el mercado energético, continuará provocando tensiones en la producción y en la oferta de alimentos. La clave para evitar la estanflación será el mantenimiento de los empleos a nivel mundial. Si se mantienen, a pesar de la significativa pérdida de las rentas del poder adquisitivo, el consumo sostendrá a la economía, aunque a tasas bajas.