En momentos en que la recesión está en boca de todos, es fundamental para la gestión del riesgo y los rendimientos contar en cartera con empresas de calidad, pero también crecimiento, así como tener presencia en una gran variedad de sectores, señaló en una reciente presentación en Madrid Dries Dury, cogestor desde su lanzamiento del fondo DPAM B EQUITIES NEWGEMS SUSTAINABLE, y Lead Manager del RV GLOBAL DPAM B EQUITIES WORLD SUSTAINABLE.
Dury explicó la filosofía de ambas estrategias artículo 8+ del SFDR, así como su complementariedad, y por qué las considera piezas básicas para construir una cartera diversificada. En el caso del fondo multitemático sostenible NEWGEMS, recordó que tiene un enfoque en empresas innovadoras y disruptivas.
No se trata de un fondo puramente tecnológico, pero tiene un sesgo de en torno a un 40% de los activos hacia ese sector. Además, entre sus 70-80 valores hay grandes empresas, pero también compañías de mediana capitalización, menos conocidas para el público general. “Y obtenemos una gran cantidad de alfa de la inversión en esos nombres”, indicó el gestor.
“Hemos sido sostenibles desde el principio, somos multitemáticos, globales y podemos invertir en todas las capitalizaciones de mercado”, añadió. Destacó asimismo el rendimiento superior al índice a largo plazo del fondo, cuyo nombre está formado por las iniciales en inglés de los sectores en los que invierte: nanotecnología, ecología (energía renovable, agua), wellness (sector sanitario), generación Z, e-society (comercio electrónico, big data, smart grids), industria 4.0 y seguridad (tanto física como ciberseguridad).
El papel del sector tecnológico
“Aunque lo hemos comentado muchas veces, me gustaría recordar que un elemento estructural clave del fondo es que tenemos un enfoque Barbell: invertimos en empresas de alto crecimiento que son bastante caras desde el punto de vista de los múltiplos, pero también en empresas de menor múltiplo más maduras y podemos ir variando las posiciones de acuerdo con el entorno. Normalmente nos fijamos mucho en los rendimientos del flujo de caja libre. Creemos que el efectivo que se genera es lo que importa y vemos que desde ese punto de vista somos un 1% más caros que el mercado, pero tenemos empresas mucho mejores”, explicó.
Como ejemplos, el experto señaló a proveedores de la industria de semiconductores y electrónica como Synopsys y Cadence, firmas que en su opinión seguirán teniendo un crecimiento de los beneficios por acción de un 20% o superior durante al menos los próximos 10 años. Este tipo de compañías tienen un peso pequeño en la cartera, inferior incluso al 1%, que se compensa con el de grandes empresas como Microsoft o Alphabet.
Dury también indicó que, pese a que se da por descontada una recesión en los mercados, los beneficios corporativos siguen siendo muy positivos, incluso en el sector tecnológico, pese a los malos resultados el año pasado. “Tenemos en torno a un 20% en empresas sanitarias y de consumo, pero la tecnología sigue siendo la mayor parte de la cartera porque seguimos pensando que el viaje del sector no ha terminado y tal vez se acelere a partir de aquí”, dijo, citando como ejemplo las nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial en empresas como CrowdStrike, con un sistema completamente innovador en ciberseguridad que les permite monitorizar todos los sistemas y dispositivos en tiempo real.
De hecho, desde el punto de vista de las valoraciones, el desplome del sector que se produjo el año pasado ha vuelto a situarlas en un terreno bastante razonable, añadió Dury, por lo que muchos inversores han vuelto a incluir las compañías tecnológicas este año, en el que el rendimiento ha sido muy positivo.
Calidad sostenible
Con respecto a las características del fondo DPAM B EQUITIES WORLD SUSTAINABLE, Dury lo describió como un “componente básico” de una cartera, con compañías de calidad y éxito probado, como Microsoft, Procter & Gamble o LVMH, que siguen presentando un PER de doble dígito y se espera que sigan haciéndolo durante los próximos 10 años.
La estrategia reúne 50 valores de este tipo. “Todo el mundo sabe cuándo una empresa es de alta calidad. Es bastante fácil, pero ¿cuándo comprarla? ¿Cómo supera a otras empresas de alta calidad? Eso es lo que intentamos hacer en el fondo”, indicó.
El experto añadió que la diferencia frente a otros fondos similares es su gran diversificación por sectores y compañías, que les permite hacerlo bien incluso en momentos de estrés en el mercado, y beneficiarse a la vez de las subidas. “La única excepción son situaciones como el año pasado, en que los tipos de interés subieron muy rápido desde un nivel muy bajo. Pero no es lo mismo un cambio de tipos de interés que pasen de un 1,5% a un 4% que el hecho de que lo hagan de un 4% a un 5%, como ahora. El impacto es mucho menor”, aseguró.
“Hay muchas razones para creer que las empresas de calidad, especialmente las del fondo World Sustainable, son muy buenas en el entorno actual en el que se espera una recesión. Y especialmente a largo plazo. Compras una empresa muy buena y eres paciente, no la vendes en seis meses. Muchas veces me preguntan si ya es hora de vender LVMH. Nosotros tenemos este activo desde hace cinco o seis años, y ha sido uno de los que ha dado mejores resultados”, agregó.
Sobre la opción de contar con ambos fondos en cartera, Dury señaló que tiene sentido por el diferente comportamiento de ambos pese a ser en ambos casos estrategias de calidad y con nombres muy asentados. “NEWGEMS, de media, tiene más crecimiento en la cartera, mientras que World Sustainable tiene más calidad en el sentido de que es de gran capitalización con empresas más maduras y menos volatilidad. Son compañías que siguen creciendo bien, pero no puedes esperar que Procter & Gamble crezca como CrowdStrike. Podríamos decir que NEWGEMS es crecimiento de calidad, y World Sustainable, calidad con crecimiento”.