Según el estudio anual Global Investment Survey, que elabora la gestora de fondos de inversión Legg Mason, pese a las turbulencias y el cambio de escenario económico que se dio a lo largo de 2018, los inversores han mantenido la cabeza fría y han consolidado hábitos de inversión que hasta el momento parecían tendencias, como es el caso de la inversión bajo criterios sostenibles.
“Tomar un enfoque único para invertir no es una opción. Los inversores han reequilibrado sus carteras, reduciendo la exposición al efectivo y a la renta fija, y adoptando por la renta variable y los activos alternativos, e incluso bitcoins, a medida que buscan rendimientos e ingresos de mayores retornos en tiempos volátiles”, apunta en sus conclusiones el estudio elaborado por Legg Mason a partir de 16.810 encuestas a inversores, en 17 mercados de Europa, Asia-Pacífico, Latinoamérica y Estados Unidos.
La encuesta sostiene que el inversor de hoy tiene una fuerte confianza en sí mismo y una fuerte ética y convicciones personas, que también quiere trasladar a su forma de invertir. En consecuencia, los inversores reconocen que cada vez más la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad están influyendo en las decisiones de inversión tanto ha influido en los patrones de compra y consumo de los individuos.
“Después de años escuchando la gran diferencia entre la generación de los baby boomers y los millennials y lo difícil situación que han pasado los más jóvenes, observamos que los millennials están reflexionando sobre sus enfoques de inversión de forma diferente a sus padres. Están más dispuestos a asumir el riesgo y utilizar un asesor financiero que la generación de baby boomer, están abiertos a activos alternativos y son guiados e influenciados por su ética. Estos nuevos inversores están teniendo un gran impacto y pronto les seguirá la Generación Z, que es aún más diversa, a medida que crecen”, señala el informe en sus conclusiones.
En este sentido, estas nuevas generaciones no entienden la inversión sin la tecnología y la digitalización. Muestra de ello es que, según la encuesta el 41% de los millennials afirma que entender las criptomonedas frente al 18% de los individuos de la generación del baby boom. De hecho hay un 28% de los millennials considera que las criptomonedas son la “mejor forma de inversión”.
Otro aspectos que el informe destaca es que si bien la creciente preocupación por la sostenibilidad ha aumentado el interés en la inversión en ESG, parece que la tendencia estaba empujando una puerta abierta: “El inversor de hoy reconoce que estamos todos juntos en esto, y ven tanto la oportunidad como el riesgo en el enfoque global y están preparados para poner su dinero donde están sus opiniones”, señala el informe.
Las cifras de la encuesta señalan que el 77% de los inversores están ahorrando e invirtiendo con objetivos específicos en mente, una tendencia que es aún mayor con los inversores millennial (80%) o la Generación X (80%). Inevitablemente, estos objetivos de inversión son tanto a corto como a largo plazo, dependiendo de la generación y la etapa de vida del individuo.
Por último, existe una marcada diferencia en los niveles de confianza de los inversores dependiendo de qué área geográfica se trate. Por ejemplo, los inversores son particularmente optimistas respectos a Estados Unidos de cara al próximo año. Entre sus preocupaciones se sitúan la inestabilidad política mundial, las tensiones y guerras comerciales y la agitación política. Pese a estos medios, los encuestados se reafirman sobre las oportunidades de inversión y la evolución económica de Estados Unidos.