El 19 de agosto de 2022, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentó la información referente a la pobreza laboral al segundo trimestre de 2022. Del informe se desprende la certeza de que la pobreza laboral ha disminuido, aunque en 22 entidades federativas todavía no se ha logrado reducir a los niveles prepandemia (utilizados por ser más fiables a la hora de realizar comparativas), también se deduce que la inflación del segundo trimestre de 2022 sigue afectando en mayor medida a los productos de la canasta básica.
El informe maneja de forma constante conceptos como la pobreza laboral: una situación en la que el ingreso laboral (formal e informal) per cápita del hogar es menor al valor monetario de una canasta de alimentos (Línea de Pobreza Extrema por Ingresos) cuyo contenido es acorde con el consumo habitual de los hogares en México. La emergencia sanitaria por la COVID-19 generó que el porcentaje de la población en pobreza laboral en México alcanzara su mayor nivel en el tercer trimestre de 2020: 46% a nivel nacional, 59,2% en el ámbito rural y 41,8% en el urbano. Por ello, uno de los puntos de referencia básicos a la hora de medir el bienestar es tener niveles de pobreza laboral menores que antes de este periodo.
Disminuye la pobreza laboral pese a la inflación
El segundo trimestre de 2022 reflejó los niveles de pobreza laboral más bajos en casi diez años, en concreto, es el 38,3% de población mexicana la que se ve en esta situación, la cifra más baja desde 2013. Pese a que la inflación general anual promedio del segundo trimestre de 2022 fue de 7,8%, 1.8pp más que el mismo trimestre en 2021, la pobreza laboral continúa disminuyendo, por ejemplo, con respecto al pico más alto causado por la emergencia sanitaria (46%), la proporción ha disminuido 7.7pp; si se compara con el año anterior, esta proporción es 1.6pp menor y con respecto del trimestre pasado es 0.5pp más baja.
En lo que respecta a la proporción de la población en pobreza laboral en el ámbito urbano, se observa que desde el punto más alto causado por la pandemia (tercer trimestre de 2020) esta ha disminuido 7.9pp (pasó de 41,8% a 33,9%). Al segundo semestre de 2022, la población en pobreza laboral en el ámbito urbano es el segundo más bajo desde 2013, pero sin poder alcanzar el último nivel que había antes de la pandemia (32,3%).Por el contrario, en el ámbito rural, no se observa una tendencia tan clara en la caída de la proporción de población en pobreza laboral, ya que desde el punto de referencia causado por la pandemia (59,2%), esta proporción ha disminuido 7.7pp; sin embargo, respecto del año pasado aumentó 0.1pp; y se mantuvo relativamente igual que el trimestre pasado (pasó de 51,9% a 52%).
La inflación afecta en mayor medida a productos de una canasta básica cada vez más encarecida
En el segundo trimestre de 2022, el valor monetario de la canasta básica (Línea de Pobreza Extrema por Ingresos) fue de 1.530 pesos en el ámbito rural y 1.991 pesos en el urbano, lo que representa un aumento de 2,1% y 2% respectivamente, con respecto al trimestre inmediato anterior. Por lo tanto, si se compara con el comportamiento de la inflación trimestral promedio de este mismo periodo (1,9%), los incrementos de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingreso rural y urbana son cercanos. Sin embargo, el incremento en términos anuales fue de 12,6% (rural) y 12% (urbana), es decir, significativamente por encima de la inflación anual de 7,8%.
De acuerdo con el reporte, tanto en el ámbito rural como urbano dicho incremento responde en mayor medida al aumento de precio de los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, que en ambos casos es el producto con mayor ponderación para estimar el valor monetario de la canasta básica, representando 20,7% en el ámbito rural y 29,2% en el urbano.
Es relevante tomar en cuenta que un incremento anual de dos dígitos en el valor de las canastas básicas resulta especialmente costoso en términos sociales: dicho aumento del costo de los productos básicos implica la reducción del potencial que tiene el aumento de los ingresos sobre la condición de pobreza, al mismo tiempo que pone en peligro a aquellos que se encuentran cercanos a dicha condición de precariedad extrema.
Donde la pobreza persiste: Desglose territorial
En 22 entidades federativas todavía no se ha logrado reducir la pobreza laboral a los niveles prepandemia, de hecho,al segundo trimestre de 2022 sólo en 11 entidades federativas los niveles de pobreza laboral se encuentran por debajo de los niveles prepandemia, registrados en el primer trimestre de 2020. Nayarit (-3.6 puntos porcentuales), San Luis Potosí (-3.1 pp), Zacatecas (-2.4 pp) y Colima (-2.1 pp) son los estados que a la fecha han reportado los mayores avances en reducir la pobreza laboral respecto de los niveles observados antes de la pandemia. Las otras entidades que ya tienen un nivel de pobreza laboral inferior a los niveles prepandemia son: Baja California, Chiapas, Tamaulipas, Jalisco, Campeche, Baja California Sur y Chihuahua.
En contraste, Aguascalientes es el estado con el mayor aumento en sus niveles de pobreza laboral durante el periodo de la pandemia. Previo a la pandemia, 30,6% de su población se encontraba en pobreza laboral, mientras que, al segundo trimestre de 2022, esta cifra se ubicó en 37,2%, un aumento de 6,6 puntos porcentuales. Durante este mismo periodo, en Guerrero la pobreza laboral aumentó de 56,3% a 62,5%, en Puebla de 42,9% a 48,3%, mientras que en Guanajuato y Morelos aumentaron cada uno +4,7 puntos porcentuales.
La Ciudad de México, Nuevo León y el Estado de México, los cuales son entidades muy importantes económicamente en el país, todavía reportan al segundo trimestre de 2022 niveles de pobreza laboral mayores a los prepandemia.