Un día después de su propio cumpleaños, el ex primer ministro del Reino Unidos, David Cameron, estaba reunido con clientes y amigos de la firma de asesoría y gestión de activos Picton. La ocasión, donde el político europeo se presentó como invitado de honor, fue un seminario y recepción para celebrar el décimo aniversario de la compañía.
Ante un Club de Golf Los Leones cubierto de luces, en Santiago, el político que lideró el país entre 2010 y 2016 reflexionó sobre el estado de la democracia liberal en el mundo y su futuro y compartió anécdotas de su mandato.
En su discurso, Cameron destacó los resultados de lo que llamó la “trilogía moderna”, que consiste en la combinación de una democracia liberal, una sociedad abierta y una economía empresarial.
“Esa trilogía moderan ha traído la mayor paz y prosperidad que el mundo ha vivido en la historia”, indicó, pero hay una sensación de insatisfacción por parte de la población. Esto, advirtió, ha llevado a la elección de presidentes populistas, como el estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro, y a un menosprecio de las instituciones y el estado de derecho.
Estos ejemplos, agregó, son los síntomas del problema. No su causa.
“Tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Nuestra gente está descontenta. Están preguntando sobre las elecciones, las instituciones, las economías empresariales: ¿por qué han dejado a tanta gente atrás? Por qué todavía hay desigualdades tan grandes”, señaló el ex premier.
Por lo mismo, el diagnóstico de Cameron –que salió de 10 Downing Street luego de que la opción a favor del Brexit se impusiera en el plebiscito británico de junio de 2016– es que es necesario refrescar esta trilogía liberal.
Valores liberales
¿Qué se puede hacer al respecto? “Tenemos que empezar por escuchar dónde los populistas tienen un buen punto”, indicó ante una atenta audiencia santaguina.
La globalización, por ejemplo, “ha sacado a millones de la pobreza y ha transformado países”, pero tiene “beneficios desiguales” y ha dejado a “demasiada gente y lugares detrás”, dijo.
En esa línea, el ex primer ministro señala que las instituciones globales son vitales, pero que a veces actúan como soberanas y destacó la importancia de factores como la identidad, la comunidad y el sentido de nación de los distintos países.
En este contexto, se ve necesario una renovación. “Estamos siendo desafiados. Populistas a la izquierda, populistas a la derecha, más gente que siente que nuestros países no están funcionando en la forma que deberían. No deberíamos rendirnos con esta trilogía, sólo tenemos que renovarla”, señaló el político inglés, agregando que esto requerirá inversión y mucho trabajo.
En esa línea, Cameron hizo un llamado a ayudar a los rezagados, a trabajar con oponentes políticos, a no “comprarse” el argumento de que los autócratas y los anti-demócratas “están ganando”. Incluso se refirió a las redes sociales, comentando que son “una forma de noticias” y que “no deberían estar por sobre una regulación sensata”, ya que se han convertido en espacios que confirman los prejuicios de las personas.
Vivencias de primer ministro
En una nota más distendida, en el panel de conversación con el director del Centro de Estudios Públicos, Leonidas Montes, Cameron compartió anécdotas de sus años de premier, incluyendo algunas de sus vivencias con la recientemente fallecida reina Isabel II.
El político inglés describió una instancia en sus años escolares en que accidentalmente dijo “mierda” frente a la monarca. Ya en la máxima oficina del número 10 de la calle Downing, habló de sus experiencias en distintas ceremonias en el palacio real y destacó el conocimiento y manejo diplomático de Isabel II.
Cameron destacó el servicio de la monarca –que murió el 8 de septiembre de este año, a los 96 años– en sus 70 años de reinado. “Tanta devoción, sin hacer nunca un movimiento equivocado, siempre estando ahí para servir a nuestra gente, siendo una especie de consistencia en un mundo de cambios”, indicó en el seminario aniversario de Picton.
El político también recordó su relación con el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que calificó como positiva, pese a sus diferencias. En particular, el inglés describió una reunión bilateral en un gimnasio, entre un par de trotadoras, en la que su estado físico le jugó en contra y un vuelo desde Ohio en que el estadounidense le prestó su cama en el avión Air Force One. “Apuesto que Roosevelt nunca hizo esto por Winston Churchill”, le dijo Obama en el momento, según recuerda Cameron.
Otro personaje relevante con el que el político cruzó caminos fue el presidente ruso, Vladimir Putin, que actualmente está al centro de las miradas luego de que invadiera Ucrania, a principios de año. Compartieron en la competencia de judo de las Olimpiadas de Londres, se reunieron en la casa del mandatario ruso en Sochi y sobrevolaron los Juegos Olímpicos de Invierno en un helicóptero.
Incluso vivieron un momento emotivo al conmemorar a las personas que mantenían los convoyes árticos, que suministraban desde el Reino Unido a la Rusia soviética, en el marco de la segunda guerra mundial.
Eso sí, sobre la dirección que Putin ha tomado con Ucrania, Cameron no escatimó palabras. “Seamos claros, lo que está haciendo ahora es monstruoso. Es como un Hitler en la era moderna: invadió otro país, está bombardeando sus ciudades, está matando civiles inocentes. Y él sabe lo que está haciendo. No tiene ningún sentido moral”, sentenció.
Política chilena
El frente de la política local también estuvo presente en el evento de Picton, en las palabras de apertura de Matías Eguiguren, socio fundador de la firma y responsable del área de Distribución Institucional.
En la instancia, el ejecutivo describe que el proceso constitucional que vivió Chile recientemente dejó al mercado “al borde de la cornisa”. Con esto se refirió al borrador constitucional propuesto este año, que suponía una serie de cambios en distintas aristas de la economía chilena.
Esta propuesta fue rechazada por dos tercios de los votantes que asistieron a las urnas en un plebiscito celebrado a principios del mes pasado.
“El 4 de septiembre nos regaló un respiro que nos permite vislumbrar un mayor equilibrio político, lo que obligará al gobierno a atenuar sus propuestas, de modo de no violentar la inversión”, indicó Eguiguren, agregando que es su deber “darle valor a la democracia y cuidar las instituciones”.