Poco más de un año después de su entrada en Mirabaud Asset Management, Daniel Moreno, responsable de carteras de deuda de mercados emergentes de la entidad y gestor principal del fondo Mirabaud Global Emerging Market Bond, hace un balance muy positivo, tanto del hábitat que le proporciona la gestora como del rendimiento del fondo. Con 20 años de trayectoria en la gestión de esta clase de activo y considerado por Citywire como uno de los gestores de referencia en deuda emergente, el experto da las claves de su estrategia de inversión.
¿Cómo ve el momento de mercado para la deuda de los mercados emergentes? ¿Qué oportunidades y desafíos hay?
Es un mercado que presenta actualmente oportunidades muy interesantes para los inversores. Los tipos de interés en dólares se encuentran entre los niveles más altos de los últimos 10 años. Además, de media, el margen de crecimiento en los países emergentes respecto a los desarrollados va a crecer por cuarto año consecutivo. Con respecto a los principales desafíos, encontramos que el debate entre China y Estados Unidos presenta un reto para la segunda economía del mundo y esperamos que se encuentre un consenso durante el primer trimestre. Por otro lado, el calendario electoral es muy apretado, con elecciones generales en países importantes como Nigeria, Suráfrica, India, Indonesia y Argentina.
¿Qué perspectivas tiene para la deuda emergente en 2019?
La ralentización económica en el mundo desarrollado ha provocado que no se esperen más subidas de tipos, sobre todo en Estados Unidos. A la vez, el crecimiento en los países emergentes sigue de media a niveles bastante altos, en torno al 4,5%. Esto, y el hecho de que las valoraciones son muy atractivas, permite tener una perspectiva positiva para la deuda emergente, donde esperamos rendimientos positivos, de entre un 5% y un 10% en dólares.
Su entrada en Mirabaud supuso también el lanzamiento del Mirabaud Global Emerging Market Bond Fund, con un sesgo más bien conservador. ¿Cómo resumiría su estrategia de gestión?
El fondo está estructurado de una forma en la que hay vencimientos mensuales para poder tener la liquidez necesaria para aprovechar las oportunidades que surgen constantemente. Esto provoca que la duración media del fondo sea de 3,5 años, casi la mitad de los índices de referencia. Es una decisión estratégica que soluciona los problemas de liquidez y volatilidad. Como resultado, en poco más de un año, el fondo ha conseguido alcanzar los 165 millones de dólares. Además, en un año como 2018, donde la clase ha sufrido un poco más de lo esperado, hemos controlado el riesgo eficazmente, de modo que el resultado del fondo es mejor que el de los índices de referencia y que los logrados por la competencia.
¿Cuántas posiciones mantiene en la cartera del fondo y qué podemos esperar a nivel de rentabilidad y riesgo?
Actualmente mantenemos unas 160 posiciones en el fondo, con un objetivo de rendimiento a medio-largo plazo de entre el 5% y el 7% en dólares y una volatilidad media del 5%.
¿Qué rentabilidad lleva acumulada en 2019 y qué podemos esperar para el global del año?
En el mes de enero, el fondo acumula un 4,2% en positivo y es muy posible que alcance un rendimiento del 8%, quizá algo más, en lo que resta de 2019.
El universo de renta fija, en general, atraviesa un momento delicado. ¿Cómo trabaja Mirabaud Asset Management para encontrar las mejores oportunidades?
Nuestro proceso de inversión sigue un modelo riguroso de análisis fundamental, tanto a nivel de riesgo soberano como corporativo. En una segunda fase, comparamos la calidad crediticia con la valoración de mercado a través de modelos cuantitativos propios. Esto nos permite identificar exactamente qué países y qué bonos específicos tienen valor.
¿Qué le diría a un cliente que invierte en renta fija de mercados desarrollados pero que no mantiene ninguna posición en renta fija emergente?
En los últimos 20 años, la inversión en deuda emergente ha sido la más exitosa, no solo por los altos rendimientos obtenidos, también por su ajustada volatilidad. El crecimiento económico y los niveles de endeudamiento van a seguir siendo mucho más favorables que en los países desarrollados.
¿Cree que hay países menos arriesgados en el mundo emergente que en el desarrollado? ¿Podría darnos algunos ejemplos concretos?
Actualmente, una gran parte de los países emergentes tienen una calificación de riesgo moderada (BBB- o más). A su vez, el nivel de endeudamiento es mucho más bajo. El ejemplo más claro es Rusia, donde las agencias de calificación recientemente han devuelto al país la calificación de Investment Grade, y el endeudamiento del Gobierno es de un 12% del PIB, uno de los niveles más bajos del mundo.
El mercado ofrece gran variedad de herramientas de inversión, también en deuda de emergentes. ¿Qué ventajas tiene invertir en su fondo frente a los fondos de la competencia?
Nuestro estilo de inversión es muy diferenciador ya que el fondo tiene una flexibilidad máxima. Esto nos permite tener niveles de diversificación que son imposibles de alcanzar invirtiendo solamente en un segmento del universo, que es lo que la gran mayoría de los fondos hacen. Además, como antes comentaba, tenemos un marcado objetivo de volatilidad, lo que protege al inversor de cualquier evento que pueda ocurrir.