George Gatch lleva 35 años en la industria de gestión de activos y cinco años como CEO de JP Morgan AM, por lo que ha podido presenciar toda clase de ciclos de mercado, cambios regulatorios y avances tecnológicos. Sin embargo, afirma con rotundidad que nunca ha visto tanto cambio en la industria de gestión de activos como en la actualidad. El CEO participó en un foro organizado recientemente por JP Morgan AM en Londres para medios de comunicación. Durante su intervención, en la que repasó el estado de la firma, Gatch dedicó una buena cantidad de tiempo a hablar de las innovaciones tecnológicas que están desarrollando en la gestora, que ya cuenta con más de 3 billones de dólares en activos bajo gestión.
Retomando sus declaraciones iniciales, son varios los puntos en los que Gatch observa fuertes señales de cambio: en innovación; en la estructura del mercado, “que nos obliga a pensar en nuevos productos y vehículos de inversión”; y, por supuesto, en el desarrollo de nuevas herramientas digitales: “El desarrollo de la IA tendrá habilidad para generar más valor y orientación para nuestros clientes”, afirmó Gatch, que añadió: “La inversión en tecnología es nuestra inversión más importante para el futuro”.
JP Morgan AM invierte más de 5.000 millones de dólares al año en mejorar sus capacidades tecnológicas, y cuenta con un equipo de más de 1500 ingenieros para desarrollarlas. “Queremos estar a la vanguardia en el desarrollo de capacidades tecnológicas para invertir. Estamos trabajando en herramientas de investigación para nuestros analistas que les ayuden a simplificar su trabajo”, concluyó el CEO.
Breve introducción a SpectrumGPT
Considerando que solo en 2023 la firma generó 1,2 millones de informes, la capacidad para procesar información y extraer insights clave se ha convertido en una parte capital de su negocio. “Queremos tomar ventaja de las nuevas tecnologías y capacidades y empoderar a nuestros clientes para acceder a nuevas oportunidades”, afirmó Kristian West, director de la plataforma de inversión.
Spectrum es la plataforma tecnológica a la que JP Morgan AM ha estado dedicando múltiples recursos en los últimos años. Es una plataforma pensada principalmente para tres perfiles: los analistas de la firma y proveedores externos de datos, para obtener insights e ideas; gestores de fondos de la firma, para ganar velocidad y eficiencia en la construcción de sus carteras; y traders, para poder procesar más órdenes con mayor eficiencia de costes.
No obstante, la compañía también ha tenido presentes funcionalidades que Spectrum puede ofrecer a los clientes, como por ejemplo Co-Pilot. Se trata de un asistente virtual pensado para ayudar a los inversores a tomar decisiones de inversión, al tiempo que permite a los analistas cubrir más valores, establece un marco para filtrar los valores más relevantes para los gestores y procesar más órdenes de mayor complejidad gracias a la automatización. Al final, todos los esfuerzos de la firma se están encaminando hacia el mismo objetivo, tratar de procesar y transformar datos complejos en información útil.
Arezu Moghadam, directora global de Data Science de la firma, se encargó de explicar SpectrumGPT, el modelo de procesamiento de lenguaje propietario integrado en la plataforma Spectrum y diseñado para analizar la colosal base de datos de JP Morgan AM, que incluye cuatro décadas de análisis internos. Se trata de un modelo que puede leer y resumir tres meses de informe en cuestión de minutos y que cuenta con múltiples aplicaciones, como por ejemplo preguntar por un valor concreto y determinar qué ha cambiado en la tesis de inversión y por qué. “Es extremadamente poderoso y tiene mucho potencial para impulsar la productividad”, afirmó Moghadam. La directora se mostró categórica en cuanto al potencial de este modelo: “Spectrum GPT crea valor tangible para el cliente. No es una mejora, es un punto de inflexión”. “No estamos anticipando el futuro. Estamos creando el futuro”, añadió.
IA aplicada a la ESG
La aplicación de la IA en diversas estrategias y herramientas de inversión fue una temática transversal que estuvo presente en varias de las presentaciones realizadas por distintos miembros del equipo de JP Morgan AM. Por ejemplo Jennifer Wu, directora global de inversión sostenible, también dedicó parte de su presentación a hablar del potencial de la IA para mejorar el análisis extra financiero de la compañía desde varios ángulos. Wu detalló que el equipo de sostenibilidad está analizando cómo afecta la inteligencia artificial a la S y la G de la inversión ESG en aspectos como la gestión del riesgo o, de manera más interesante, desde un punto de vista de análisis: “La IA va a permitir un mayor procesamiento y análisis de datos no convencionales, algo que es muy importante para la inversión sostenible. Pienso que estamos solo hasta el inicio de una revolución”, declaró Wu.
Para la experta, será imprescindible para que las estrategias de inversión sostenible tengan éxito combinar un análisis que sea fundamental y activo con el uso de herramientas de inteligencia artificial para abordar datos no estructurados y poder extraer de ellos información clave. Cita áreas clave para la compañía, como la investigación en torno al cambio climático, ya que considera que gracias a la IA están ganando impulso otras tecnologías previas, como por ejemplo para medir la huella de carbono, pero ahora con mayor precisión.
La visión de la experta también abarca a la manera de poder aplicar métricas ESG a activos todavía más difíciles de analizar: “La IA va a jugar un rol capital dentro del desafío de procesamiento de datos que implican los mercados privados, donde resulta muy difícil encontrar datos ESG que estén estandarizados”, concluye.
El rol estratégico de Asia
Otro de los expertos de JP Morgan AM que centraron parte de sus comentarios en torno a la IA fue Anuj Arora, gestor de renta variable emergente, que declaró: “Sin Asia, la revolución de la IA no es posible”
Arora recordó que la IA no se limita solo al desarrollo de software, sino que también incrementará la demanda de hardware, al aparecer grandes jugadores ávidos de incorporar IAs a sus organizaciones (gobiernos, empresas, instituciones educativas…). Esto implicará un aumento en la demanda de microchips, memorias, CPUs y otras piezas de hardware que se fabrican en países como Taiwán, Tailandia o Corea. “Estos países eran las fábricas del mundo y ahora están empezando un nuevo ciclo en el que actuarán como facilitadores de la revolución de la IA”, concluyó.