Cinco gestoras internacionales han elegido tres grandes estrategias de inversión como plato fuerte que recomendar a sus clientes de cara a 2025. Así podría resumirse cómo trascurrió el almuerzo de negocios exclusivo que organizó Funds Society el pasado 21 de noviembre en Madrid en colaboración con Epika, con el congreso MIND – que reunió a más de 750 asistentes y 300 empresas- como telón de fondo. En concreto, las firmas que participaron en el almuerzo fueron Edmond de Rothschild AM, Sycomore AM (parte del modelo multiboutique de Generali Investments), La Financière de L’Echiquier y State Street Global Advisors, y las estrategias elegidas giraron en torno al regreso al crédito de los inversores – especialmente de los que han pasado los dos últimos años “sentados” en fondos monetarios-, fondos temáticos de renta variable con un enfoque específico en la inteligencia artificial, y los bonos convertibles.
Edmond de Rothschild AM: apuesta por deuda híbrida y financiera
La firma encargada de romper el hielo durante el almuerzo fue Edmond de Rothschild AM, que estuvo representada por Alain Krief, director de renta fija de la entidad. A modo de introducción, el experto explicó que una parte central para fijar las previsiones para el crédito de su firma de cara al año que viene pasa por el análisis de la trayectoria de la inflación y de los tipos de interés. En concreto, el experto dibujó un escenario de divergencias entre Europa y Estados Unidos por primera vez en años: mientras que anticipa que la inflación continuará con su senda descendente en la zona euro y que el BCE profundizará en su ciclo de recortes de los tipos de interés, indicó que “no es tan seguro” que se vean las mismas tendencias en EE.UU., región para la que augura un escenario de crecimiento e inflación al alza que podría obligar a la Reserva Federal a consolidar el escenario “higher for longer” en EE.UU.
La visión de la firma es que el panorama actual es constructivo para la inversión en crédito; Krief indica que el crecimiento se va a mantener en terreno positivo y estima que la tasa de impago se mantendrá en niveles del 2-3%, lo que deja el terreno abonado para la identificación de oportunidades de inversión. Además, dejó una advertencia para los inversores más conservadores: “Los rendimientos del mercado monetario aguantarán, pero no durarán mucho más tiempo. Es necesario pensar en otros posicionamientos dentro de la renta fija”.
Las dos propuestas que presentó Krief para poder beneficiarse de este entorno macroeconómico son los fondos EdR Sicav- Corporate Hybrid Bonds y EdR Sicav- Financial Bonds, que considera que son un buen exponente del enfoque de Edmond de Rothschild AM de inversión en nichos de mercado en renta fija.
Sobre el primero, el experto destacó en primer lugar el gran crecimiento que ha experimentado este segmento de la renta fija en los últimos años, hasta el punto de afirmar que ya no se trata de una exposición de nicho, sino que el universo de deuda híbrida está diversificado y en crecimiento (un +614% entre 2012 y 2023), y que además añade un plus de sostenibilidad porque los bonos verdes ocupan una parte importante del volumen total de emisiones (han supuesto un 59% de la deuda emitida en lo que va de 2024).
En términos de calificación, el experto refirió que, dependiendo de la metodología utilizada, las principales agencias de rating sitúan a la deuda híbrida con características a medio camino entre la renta variable y la renta fija; a efectos prácticos, en la firma la consideran comparable al segmento BB de la deuda high yield, aunque con rendimientos y spreads más atractivos.
En cuanto al fondo de deuda subordinada bancaria, el experto puso en valor el trabajo realizado por los bancos europeos en los últimos años para cumplir con los requerimientos regulatorios y ser capaces de generar un exceso de capital que situó en el 5%. “Al analizar los bancos, hace unos años había muchas discrepancias entre sus balances. Sin embargo, ahora hasta los más rezagados presentan exceso de capital”, aseguró. Por este motivo, el experto insistió en que la deuda financiera, especialmente la subordinada, es “un buen sector para invertir ahora, con rendimientos en el 6%”.
Alain Krief, director de renta fija de Edmond de Rothschild AM
High yield europeo, la propuesta de Tikehau
Tikehau presentó también sus soluciones de inversión en crédito para 2025, centrándose en el segmento de high yield europeo, donde la gestora se declara “muy constructiva” en palabras de Nina Majstorovic, estratega de inversión de Capital Strategies (Tikehau Capital). La experta comentó que, a pesar de presentar diferenciales tensos, esta clase de activo sigue manteniendo rendimientos atractivos: “El crédito se ha convertido en un producto de ‘yield’, ya no es un producto de ‘spread’ y, por tanto, ya no es necesario invertir en los emisores más arriesgados y complejos para obtener rendimientos atractivos”, resumió.
La experta subrayó la amplia experiencia de Tikehau como casa multicrédito, con más de 25.000 millones de euros en activos bajo gestión y más de 70 profesionales de la inversión (20 de ellos analistas de crédito), que se encargan de la gestión de nueve estrategias con rendimientos que van del 5% al 13%.
La manera de invertir en Tikehau parte de la búsqueda de una prima por complejidad en el segmento de crédito europeo, algo especialmente cierto en lo que se refiere a la deuda high yield. Los fondos no siguen ningún benchmark, el proceso de inversión aplica un modelo de análisis propietario prolijo y riguroso y los equipos se centran en la creación potencial de valor en el largo plazo, teniendo también en cuenta criterios ESG. Gracias a este sistema pueden presumir de no haber tenido ningún impago en cartera desde 2009.
Majstorovic subrayó durante la presentación el buen punto de entrada que ofrece actualmente el high yield europeo; aseguró que esta clase de activo presenta de media buenos fundamentales, con tasas de impago “contenidas” y un apoyo positivo por parte de los factores técnicos, al encontrarnos en un momento en el que “hay más dinero persiguiendo menos ‘papel’”. Además, recordó que el high yield tiende a presentar una duración media inferior a otras partes del mercado de crédito.
“Somos muy independientes en la construcción de las carteras. En el caso del high yield europeo, nuestros analistas de crédito investigan las emisiones de menor tamaño, de los emisores que tienen menor cobertura por parte del sell-side y un menor peso en los índices, por lo que tampoco están muy expuestos a los flujos de los ETF”, detalló la estratega. De esta manera, el equipo es capaz de capturar mayores rendimientos para la cartera del Tikehau European High Yield.
El fondo presenta un track record de 17 años, destacando la buena diversificación de la cartera y la calidad de los inversores. Al menos el 70% de la cartera debe estar invertida en deuda high yield de emisores europeos, pero el equipo tiene flexibilidad para añadir emisiones de deuda sénior, deuda subordinada (incluyendo bonos AT1) y de emisores no europeos cuando estén muy convencidos de que existan oportunidades de agregar valor. El acercamiento del equipo es barbell de alta convicción; el rating medio de la cartera es BB-, pero se sienten cómodos descendiendo hasta el segmento CCC (actualmente un 8% de la cartera) si su proceso de análisis identifica oportunidades en este ámbito. Gracias a esta labor de bond picking, la cartera presenta actualmente una yield to worst del 6,1%, frente a la media del 5,6% del mercado europeo.
Nina Majstorovic, estratega de inversión de Capital Strategies (Tikehau Capital).
Inteligencia Artificial con impacto positivo, la propuesta de Sycomore AM
La búsqueda de formas de ganar exposición a la temática de la inteligencia artificial ha sido una de las grandes demandas de los clientes a lo largo de 2024, y lógicamente ha tenido su representación en el almuerzo organizado por Funds Society y Epika. La primera de las firmas en presentar su propuesta fue la boutique francesa Sycomore AM, que forma parte del ecosistema de inversión de Generali Investments. Luca Fasan, uno de los gestores, fue el encargado de hablar del posicionamiento del Sycomore Sustainable Tech.
El enfoque de Sycomore para invertir en tecnología es un enfoque sectorial, con gestores que están muy experimentados y cuyas experiencias son complementarias. Los gestores al frente de la estrategia son David Rainville (que es gestor y especialista en tech e innovación, habiendo trabajado previamente en Tudor y Barclays), el propio Fasan (con más de 20 años de experiencia en tecnología e innovación) y Marie Vallaeys, científica de datos y especializada en sostenibilidad relacionada con la tecnología.
El proceso de análisis de los valores es bottom up, específico para el sector tecnológico e integra criterios financieros y no financieros. El resultado es un fondo “diversificado, multi temático y no expuesto a los valores GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple)”, en palabras de Fasan. El fondo está calificado como Artículo 9 y cuenta con un track record de cuatro años, pues fue lanzado en septiembre de 2020.
El segmento en el que el equipo identifica ideas de inversión es el “quality growth”, con preferencia por compañías que presenten modelos de negocio de alta calidad y una trayectoria de crecimiento sostenible, enfocándose particularmente en lo que denominan las “tecnológicas de nueva generación”. Para identificar estos valores, el equipo dedica mucho tiempo a entender las tendencias en tecnología, y posteriormente seleccionan del universo aquellas compañías que reúnan sus más fuertes convicciones, no solo del lado de la innovación sino también de la sostenibilidad.
Fasan habla de tres grandes grupos de compañías: las que denomina “tech for good” (compañías cuyos productos y servicios están diseñados y pensados para tener un impacto social y medioambiental positivo, como compañías de ciberseguridad, medtech, eco-diseño o centros de datos “verdes”), las que categoría como “good in tech” (que emplean la tecnología de forma responsable para reducir sus efectos negativos sobre las personas y el medio ambiente, como compañías enfocadas en la protección de datos, derechos digitales o salud mental) y las compañías que califica como “improvement enablers”, es decir, empresas cuya actividad está enfocada a impulsar una u otra de las dos dimensiones ya detalladas.
El equipo investiga ideas de inversión a lo largo de toda la cadena de valor en torno a la IA, empezando por las compañías que proporcionan la infraestructura de hardware (AMD, ASML), después las que desarrollan la infraestructura de software (MongoDB, Confluent), después por las que operan en el segmento de la ciberseguridad (Ciberark, paloalto) y, finalmente, por las que tienen exposición directa a la inteligencia artificial (NVIDIA, Microsoft).
Como resultado, la cartera ofrece actualmente exposición a tendencias como ‘medical tech’, movilidad de nueva generación, eco diseño, nuevas formas de trabajo y ‘devops’ (desarrollo de software). La cartera está concentrada actualmente en 39 valores, con solo un 34% de solapamiento respecto al índice. El segmento del software protagoniza su convicción más fuerte en la actualidad, con un peso del 48% en cartera frente al 35% del índice. Le siguen semiconductores (36%) y hardware (11%), que infraponderan respecto al índice.
El gestor defendió que la situación actual del sector tecnológico difiere mucho de lo vivido durante la burbuja de las puntocom del año 2000: si en aquellos momentos muchas tecnológicas presentaban una situación de exuberancia, con elevadas valoraciones y dudas sobre la trayectoria de sus beneficios, considera que hoy la situación es la contraria, ya que es posible encontrar un buen número de tecnológicas que ofrecen visibilidad sobre sus beneficios. De hecho, el gestor afirmó que “hoy la valoración de NVIDIA en realidad es más barata que antes de que se hubiera lanzado ChatGPT”, pues considera que la compañía presenta un tremendo potencial. “No digo que no vaya a haber una burbuja en algún momento, pero claramente ahora no es el caso”, concluyó.
Luca Fasan, gestor de Sycomore AM.
Buscando la siguiente ola de monetización en IA con La Financiére de L’Echiquier
El gestor Christophe Pouchoy se encargó de ofrecer una actualización del fondo temático de inteligencia artificial de La Financiére de L’Echiquier, el Echiquier Artificial Intelligence. Pouchoy es miembro del equipo al frente de la gama temática de la firma en tecnología junto con las analistas Typhaine Pinot y Alicia Daurignac. Además del fondo ya citado, se encargan de la gestión de los fondos Echiquier Space, Echiquier Robotics, Tocqueville Global Tech ISR y Tocqueville Tecnology ISR. El fondo fue lanzado en 2018, pero experimentó cambios en el equipo en 2024.
La gestora define el Echiquier Artificial Intelligence como un vehículo que ofrece a los inversores exposición a una tendencia con altas posibilidades de generar rentabilidades en el largo plazo, que impulsará una profunda transformación en la sociedad y que invierte en compañías innovadoras de crecimiento en todo el mundo. En este caso también nos encontramos con un equipo que gestiona desde las más altas convicciones (la cartera suele estar concentrada entre 25 y 35 valores), y que ha realizado un análisis muy profundo para comprender hacia dónde puede la IA impulsar los diversos modelos de negocio de las compañías, identificar a las líderes en su sector y comprender dónde hay más oportunidades de inversión.
Para Pouchouy, la principal revolución que ha aportado la IA generativa respecto a avances anteriores en materia de inteligencia artificial es que permite la interacción con el usuario final: “Antes era necesario saber codificar para poder interactuar con los algoritmos, mientras que ahora basta con darle ‘prompts’ a la IA y entrenarla para el uso que se le quiera dar”. El equipo ha identificado como los cuatro grandes pilares que sostienen a las tendencias en IA – y por tanto, como su terreno de juego- a los subsectores de big data, almacenamiento en la nube, redes neuronales artificiales y desarrollo de apps finales.
El gestor afirmó que, tras una primera ola de monetización en la que fabricantes de semiconductores y proveedores de infraestructuras han sido las compañías más beneficiadas, “ya estamos presenciando una segunda ola de monetización de la mano de la IA generativa en la que los desarrolladores de software serán probablemente los más beneficiados”, poniendo como ejemplo la funcionalidad Co-pilot de Microsoft. En este grupo engloba a compañías de infraestructuras (como Oracle o Microsoft), ciberseguridad (paloalto) y gestión de datos (MongoDB, Datadog), aunque también habla del potencial atractivo de compañías que actualmente no cotizan en bolsa, como OpenAI. “Nos centramos en las compañías más prometedoras, que presenten la mayor innovación y mayor visibilidad sobre sus beneficios”, explicó.
El gestor terminó su análisis hablando de qué será lo siguiente en IA Generativa: los agentes de IA (‘AI agents’) y la ‘edge AI’. En el primer caso, se trata del desarrollo de potentes asistentes artificiales que serán capaces de emprender tareas de forma autónoma en el seno de las organizaciones, impulsando su productividad. En el segundo caso, habla de la integración directa de IA en tecnología móvil y equipamientos informáticos (smartphones, PCs y dispositivos conectados a la red), con capacidad para procesar y analizar datos en tiempo real, sin depender de una nube. “Se trata de comprender muy bien cuál es el universo de inversión, ser capaces de identificar el ecosistema y distinguir entre los diferentes actores que operan en él”, resumió Pouchoy.
En la actualidad, las posiciones en cartera se reparten entre estas cuatro categorías determinadas por el modelo de análisis propietario de Financiére de L’Echiquier: usuarios de la IA (compañías que emplean IA, sin cambiar sus modelos de negocio, para optimizar la productividad, reducir costes o crear nuevas funcionalidades, como Shopify o Mercado libre), con un 27%; vendedores de IA (compañías que adoptan la IA para desarrollar productos de mercado basados en esa tecnología, como Servicenow o Salesforce), con un 25%; infraestructuras (compañías que proporcionan la infraestructura física o digital que necesita la IA, como compañías que gestionan bases de datos, compañías de telecomunicaciones y satélite o compañías de ciberseguridad, como Microsoft o Datadog), con un 22%; y los facilitadores de la IA (empresas que dan a la IA cerebro y sentidos para que pueda interactuar con su entorno, como NVIDIA o ASML), con un 20%. “Casi toda la cartera está invertida en compañías que presentan flujos de caja y efectivo en sus balances, y todas presentan BPAs positivos”, concluyó el gestor.
Christophe Pouchoy, gestor de La Financière de L’Echiquier.
State Street Global Advisors y la necesidad de invertir en bonos convertibles
Jason Simpson, analista de ETFs de renta fija de State Street Global Advisors, fue el último en participar en la velada. Centró su presentación en la que ha sido una de las grandes apuestas de negocio de su firma a lo largo de 2024, los bonos convertibles, y el vehículo que proponen para canalizar la inversión, el SPDR Refinitiv Global Convertible Bonds UCITS ETF.
Simpson destacó las particulares de los bonos convertibles, que aúnan características propias de la renta variable y de la renta fija que en la firma consideran idóneas para afrontar un entorno de mercado como el actual. De hecho, afirmó que “la mayor sensibilidad hacia la renta variable que han presentado los convertibles ha sido muy importante para los inversores en renta fija este año, ya que renta variable y high yield han sido las categorías más rentables”.
Desde la firma consideran que el entorno de tipos actual, con los principales bancos centrales más dispuestos a seguir rebajando el precio del dinero, es más que idóneo para invertir en convertibles; de hecho, destacan en buen comportamiento que ya ha presentado esta clase de activo a lo largo del tercer trimestre, coincidiendo con el cambio en la política monetaria del BCE y la Reserva Federal. “Hemos pasado de un entorno de tipos elevados y valoraciones elevadas en la renta variable a un entorno de tipos de interés más bajos y crecimiento estable, que debería seguir apoyando a la renta variable en 2025” describió Simpson, que añadió que el escenario central con el que sigue trabajando su firma es el de un aterrizaje suave de la economía estadounidense. “Este es exactamente el momento en el que quieres tener convertibles en cartera”, enfatizó el experto.
El analista destacó asimismo las cualidades defensivas de los bonos convertibles, en un contexto en el que siguen esperando más volatilidad y repuntes del riesgo geopolítico para los próximos meses. Por tanto, resumió, considera que los convertibles son una buena opción para los inversores de renta variable que buscan añadir exposiciones que compensen por volatilidad otras asignaciones a renta variable presentes en su cartera, mientras que los inversores de renta fija los añaden para capturar un plus de rentabilidad.
La exposición de bondades de los convertibles no se acabó aquí, sino que Simpson detalló otras características, fruto de la evolución de este segmento del mercado en los últimos años, que los vuelven también relevantes a ojos de los inversores. En primer lugar, subrayó que es un mercado que ha ido ganando liquidez, especialmente frente al high yield, y que además este crecimiento ha ido acompañado de una mejora de la calidad en el perfil crediticio. Por sectores, destaca la presencia de compañías tecnológicas entre los emisores, así como de numerosas compañías de pequeña y mediana capitalización, por lo que también se vuelven una opción interesante para los inversores que estén buscando exposición a estas temáticas.
Finalmente, Simpson destacó que la delta del fondo se sitúa en torno a 46 puntos, cerca de la media histórica. “Los convertibles permiten reducir la volatilidad sin dañar la rentabilidad de la cartera”, concluyó el experto.
Jason Simpson, analista de ETFs de renta fija de State Street Global Advisors.