Credit Suisse ha lanzado su primer índice Single Family Office (Credit Suisse SFO Index) que, según explica la entidad, refleja el rendimiento de los activos financieros de más de 300 family offices en las regiones de Asia, Europa y Oriente Medio. Además, el banco ha publicado el Single Family Office Survey Report 2022, una encuesta que ofrece información sobre los principales problemas a los que se enfrentan los family office y los factores que motivan sus decisiones de inversión.
Según la a los SFO de 2022, además de una volatilidad sin precedentes del mercado y la incertidumbre económica provocada por la actual pandemia mundial, las decisiones de inversión de los family office también se ven afectadas por los efectos de la guerra en Ucrania, el resurgimiento de la inflación y el aumento de los tipos de interés. Los resultados de la encuesta indican además que el uso de una estrategia de inversión adecuada y la consecución de los objetivos anuales de rendimiento son los dos principales retos a los que se enfrentan los family offices. Las conclusiones indica que, a pesar del aumento del número de nuevos family offices en los últimos años, impulsado por el notable incremento de la riqueza mundial, no existe un índice de referencia para los Single Family Office que refleje y les permita comparar los rendimientos de las inversiones con los de sus homólogos.
«Dos de las preguntas más habituales que nos plantean los SFO son qué están haciendo otros SFO y cómo. Estamos convencidos de que el Credit Suisse SFO Index ayudará a los SFO de todo el mundo a conocer mejor las asignaciones de activos y los rendimientos de sus homólogos por zona geográfica y tamaño», señala Nannette Hechler-Fayd’herbe, Head of Global Economics & Research de Credit Suisse.
El índice de Credit Suisse se elabora a partir de una base de datos que reúne a más de 325 custodios y a un gran número de clientes finales activos, entre los que se encuentran más de 300 family offices clasificados en tres grupos de tamaño: pequeños (menos de 100 millones USD de activos bajo gestión), medianos (entre 100 y 500 millones USD de activos bajo gestión) y grandes (más de 500 millones USD de activos bajo gestión), y repartidos entre Asia-Pacífico, Europa y Oriente Medio. En el futuro, está previsto cubrir las zonas geográficas restantes y crear un índice de referencia SFO mundial. Según la entidad, el Credit Suisse SFO Index será un complemento al Credit Suisse Family Business Index, que proporciona los principales indicadores de rendimiento de las empresas familiares, junto con otros estudios y servicios orientados a los empresarios.
«Entre los aspectos a destacar del Credit Suisse SFO Index nos encontramos con que, desde 2020, los grandes family offices han superado a la media con un crecimiento acumulativo de activos del 15,8% a 29 de julio de 2022, y que los de tamaño medio han aumentado sus activos en custodia en un 8,4% en términos acumulados. Mientras que los pequeños han regresado a los niveles anteriores a la pandemia sobre una base de rendimiento acumulado de un 1,7% en el mismo periodo de 31 meses que finaliza el 29 de julio de 2022″, señalan desde la entidad.
Además, para el 29 de julio de 2022, los single family office perdían en lo que va de año una media del 7,6% de los activos de sus beneficiarios efectivos en custodia en los bancos, donde las acciones cotizadas han sido el principal factor detractor del rendimiento (-6,5%) y las inversiones alternativas, incluidas las materias primas (+0,7%), el principal factor de contribución al rendimiento. En el mismo periodo de tiempo, la asignación media de activos de los SFO en custodia de los bancos en nuestro universo de SFO es del 47% en acciones, el 29% en bonos, el 17% en inversiones alternativas y el resto en soluciones de inversión multiactivo.
Otra de las conclusiones que se obtiene del análisis del índice es que los grandes SFO poseen un número notablemente mayor de acciones cotizadas (62%) que los pequeños SFO (45%). «Además, los grandes SFO tienen menos inversiones alternativas en custodia de los bancos que los pequeños SFO, ya que es probable que posean más inversiones directas que los pequeños SFO. Debido a las mayores asignaciones a la renta variable, los grandes SFO han tenido un rendimiento inferior al de los pequeños y medianos SFO en lo que va de año. Esto rompe con la tendencia de los dos últimos años, en los que los grandes SFO superaron a los pequeños y medianos por la razón contraria», explican. Según la entidad, también resulta llamativo que los SFO asiáticos han superado a sus homólogos europeos y los de Oriente Medio en lo que va de año.
El lanzamiento del Credit Suisse SFO Index complementa la presentación simultánea del Credit Suisse Single Family Office Survey Report 2022. En enero de 2022, Credit Suisse invitó a los clientes SFO a participar en nuestra segunda encuesta anual en línea, que recibió 116 respuestas de 50 países de Europa, América Latina, Oriente Medio y Asia. «Con el objetivo de asegurar la prosperidad a largo plazo, muchos SFO están respondiendo a los desafíos actuales de manera similar: cambiando la estrategia de inversión hacia la preservación en lugar del aumento de la riqueza en un entorno económico en el que la inflación amenaza con erosionar el valor. La encuesta de 2022 también indica que los SFO todavía no han encontrado una solución al viejo reto de gestionar el conflicto generacional: la principal preocupación de los gestores de los SFO es cómo transferir la riqueza de forma fluida a los miembros más jóvenes de la familia, que pueden tener prioridades y una tolerancia al riesgo diferentes», apunta Thomas Ang, Global Head of Family Office Services de Credit Suisse.
Encuesta 2022
Respecto a los aspectos destacados del Credit Suisse Single Family Office Survey Report 2022, la encuesta reveló que más de la mitad de los SFO (53%) tienen dificultades para incluir a la siguiente generación en la toma de decisiones y en la gestión de la transmisión del patrimonio. Además, una cuarta parte (26%) indicó que las relaciones dentro de la familia constituyen un importante reto empresarial. Los miembros más jóvenes de la familia suelen orientarse hacia ideas y causas impulsadas por un propósito, en especial, la sostenibilidad, la innovación y la transparencia. Sin embargo, en algunos casos, no tienen voz ni voto (31%).
Un dato llamativo es que el 54% de los encuestados señaló la estrategia de inversión y la asignación de activos como uno de sus tres principales retos, mientras que el 47% indicó que el mayor reto era la consecución de los objetivos anuales de rendimiento. Las diferencias regionales se hacen patentes en lo que respecta a quién toma las decisiones. En Asia, el 61% de los encuestados respondió que las decisiones de inversión las toman determinados miembros de la familia, mientras que en Europa esta cifra se reduce al 39%. Por el contrario, el 50% de los SFO europeos utilizan comités de inversión formales, frente a solo el 17% en Asia.
Por término medio, cada uno de los SFO encuestados ha participado en siete operaciones privadas en los últimos dos años. «Este gran interés puede deberse al hecho de que el patrimonio familiar suele provenir de una empresa familiar de propiedad privada. A la hora de buscar operaciones, dos tercios recurren a contactos personales como fuente principal y el 42% trabaja con fondos de private equity o de capital riesgo. El momento preferido para las operaciones es la fase inicial. El 68% participa en la financiación de las series A y B, y los tres sectores principales son la tecnología innovadora (en particular, la tecnología financiera y la biotecnología), las tecnologías de la información y el sector inmobiliario» indican desde Credit Suisse.
Por último, la encuesta pone de manifiesto que los criterios ESG todavía no tienen una gran influencia en la estrategia de inversión de los SFO, ya que algo menos de la mitad de los encuestados (45%) afirma que no asigna ningún fondo a inversiones sostenibles. «Las razones para no optar por la inversión sostenible van desde que no forma parte de la estrategia de la familia (23%) hasta que el rendimiento es difícil de medir (20%) o que el rendimiento es menor (11%). También se mencionan el riesgo y la falta de productos y oportunidades de inversión sostenible. Sin embargo, los SFO más grandes y los de EMEA invierten una mayor parte de su cartera de forma sostenible», concluye la entidad en su análisis.