Este mes de junio Compass está lanzando su segundo fondo fixed maturity, una estrategia que busca imitar el comportamiento de un bono invirtiendo en una canasta de entre 40 y 50 bonos en dólares americanos, de emisores corporativos latinoamericanos.
“La estrategia busca comprar y mantener los bonos hasta vencimiento. Sin embargo, el equipo de Compass realizará un monitoreo continuo para identificar potenciales riesgos e implementar los cambios que considere pertinentes.
A su vez, este fondo tiene una particularidad clave que lo hace más parecido a un bono y es que cuenta con una fecha de vencimiento dentro de 5 años, en julio de 2029. En ese momento, el capital del fondo será devuelto a sus inversores, finalizando sus operaciones”, explica la presentación del nuevo fondo.
En las condiciones actuales, la tasa de rendimiento anualizada a vencimiento de la estrategia, se espera que se encuentre alrededor del 6% neto para el inversor que participa de la emisión inicial del fondo. Los inversores del fondo podrán elegir recibir los cupones de los bonos en forma de dividendo cada 6 meses, o reinvertirlos automáticamente en el fondo y realizar las ganancias a vencimiento.
“Compass Fixed Maturity Bond combina lo mejor de dos mundos, el potencial de protección de capital y un horizonte temporal definido similar al que ofrecen los bonos y la gestión profesional, diversificación y mínimos de inversión bajos de los fondos. Esto último es muy relevante, ya que el fondo te permite acceder con un mínimo de mil dólares a una canasta de bonos que para replicarla serían necesarios más de 6 millones de dólares”, explica al respecto Renzo Nuzzachi, Head of Intermediaries Latam de Compass.
Este es el segundo fondo Fixed Maturity de Compass, el fondo anterior emitido en Junio de 2023 viene funcionando en línea con la rentabilidad promedio de los bonos de la cartera.
Especialistas en activos latinoamericanos
El equipo de inversión de Compass Asset Management, especialista en inversiones en activos latinoamericanos desde 1995 y que cuenta con 4,4 billones de dólares bajo gestión y presencia local en toda la región, será el responsable de seleccionar los bonos que conformen la canasta de bonos.
Los analistas de la firma piensan que hay actualmente una oportunidad en Latinoamérica: “En primer lugar, porque estamos viendo tasas de rendimientos en los bonos latinoamericanos cercanos a los máximos que hemos tenido en los últimos 10 años. Este nivel de tasas han sido históricamente puntos atractivos de entrada en este activo, y el objetivo de este fondo es permitirle a sus inversores aprovechar esta oportunidad”.
Desde la gestora, analizan en segundo lugar las fortalezas favorables para la región.
“Las fortalezas estructurales están basadas en procesos globales como el nearshoring, la transición energética y la solidez institucional de las democracias de la región”, aseguran.
El nearshoring es un proceso global de relocalización de industrias hacia países más cercanos, siendo México uno de los grandes beneficiarios de esta dinámica, por su cercanía con estados Unidos.
Por su parte, la transición energética hacia una matriz renovable también es una dinámica favorable para Latinoamérica ya que tanto la construcción como el mantenimiento de esta nueva matriz energética, requiere de manera más intensiva de los commodities que produce la región.
“Las fortalezas cíclicas se deben a que Latinoamérica ha mostrado en los últimos años una mayor disciplina monetaria, fiscal y corporativa y muestra un bajo riesgo geopolítico. En particular, las compañías en Latinoamérica han llevado adelante un proceso de desendeudamiento muy importante en los últimos años, lo cual las ubica en este punto con balances muy saludables y una mejor capacidad de pago de sus deudas”, concluyen desde Compass.