El 2024 ha sido un año “sorprendente” en palabras de Carmen Olds, directora de Advisory para España y Latinoamérica en Natixis IM Solutions. Sorprendente, por dos motivos en particular: la recesión se ha vuelto a posponer y tanto activos de riesgo como activos refugio han registrado atractivos rendimientos que han contribuido a impulsar resultados “muy sólidos” en las carteras que gestiona Natixis IM para sus clientes.
De hecho, gracias a este buen comportamiento Olds constata que las carteras conservadoras ya han conseguido revertir los números rojos de 2022, de modo que por fin los tres perfiles de riesgo (conservador, moderado y agresivo) se han recuperado después del lastre de los dos últimos años.
Al mismo tiempo, la experta destaca que la caída de la volatilidad también se ha reflejado en las carteras, de modo que los tres perfiles ya presentan unos niveles de riesgo/volatilidad inferiores a la media de los últimos cinco años.
En cuanto a la interpretación de los flujos, Olds lanza un mensaje clave: el dinero ha seguido siendo conservador, por lo que muchos inversores no han capturado el rally de la renta variable. De hecho, al revisar qué categorías constituyen el top 10 de ventas en los últimos doce meses, las tres principales siguen siendo fondos monetarios, fondos de renta fija a vencimiento y fondos de duración ultracorta, mientras que la única categoría de renta variable presente sería de renta variable global de grandes capitalizadas con sesgo ‘blend’.
De cara a 2025, Olds constata que los clientes son “cada vez más optimistas”. Cita como dato que el 57% de participantes europeos en un estudio conducido por Natixis IM Solutions entre inversores de todo el mundo descartan que en 2025 se produzca una recesión, estadística que se eleva hasta el 64% en el caso de inversores de Norteamérica y hasta el 67% para inversores de la región Latam.
Análisis de las carteras españolas
En el caso concreto de las carteras españolas, la experta indica que los inversores están dispuestos a incrementar sus posiciones tanto en renta fija como en renta variable. En el caso de la renta fija, señala que la proporción presente en carteras conservadoras está en máximos, un 73%, aunque aclara que se están produciendo cambios en las categorías preferidas, dado que los inversores están añadiendo una exposición tipo “building block” más pura, centrada en deuda de gobiernos europea y deuda corporativa de duración normal en detrimento de otras estrategias más diversificadas y de renta fija flexible.
Olds anticipa que la demanda de renta fija se mantendrá al alza entre inversores españoles en 2025 en términos de flujos y por rendimiento gracias a que se mantendrán los ciclos de rebajas de los tipos de interés, particularmente en Europa. “Los inversores incrementarán sus exposiciones hacia duraciones más largas y aprovecharán para añadir riesgo de crédito”, indica.
En la parte de renta variable, Olds constata la intención de incrementar el peso en cartera de todos los perfiles de riesgo, aunque en este caso también de una manera más diversificada por regiones: si en 2015 el 47,7% de la exposición media a renta variable en las carteras era a acciones europeas, ahora ha descendido hasta el 23,7% en favor de una mayor exposición a renta variable global y a renta variable estadounidense.
Olds indica que los inversores han mostrado señales de entusiasmo en torno a la renta variable gracias en parte al giro en la política monetaria, pero también como respuesta a unos fundamentales más sólidos y al auge de la temática de la IA, aunque poniendo un punto de precaución en torno a las valoraciones. Por sectores, desde la firma muestran preferencia por tecnología, salud, energía y utilities, mientras que por regiones mantiene un posicionamiento estructural en EE.UU. de cara al año que viene. De cara a obtener más oportunidades por gestión activa, Olds también habla de una rotación de grandes capitalizadas a pequeñas capitalizadas en aras de la diversificación, así como de un mayor interés por acciones emergentes excluyendo a China.
Finalmente, la directora de Advisory menciona un mayor interés por parte principalmente (aunque no exclusivamente) de inversores institucionales por activos alternativos, especialmente la parte de mercados privados (private equity, private debt y real estate) como una forma de añadir diversificación en un contexto de mayor correlación entre renta fija y renta variable como consecuencia de niveles más elevados de inflación, así como para mitigar la volatilidad, especialmente en momentos de estrés de los mercados.
Estas tendencias enlazan con las estrategias que está proponiendo Natixis IM a sus clientes de Iberia para el año que viene. Como detalló Javier García de Vinuesa, country head de Natixis IM para España, en la gestora prevén de cara al año que viene que la complejidad de los mercados volverá todavía más crítica la capacidad de las gestoras activas para desmarcarse de la gestión pasiva en la generación de alfa, por lo que están proponiendo ganar exposición a renta fija, small caps y acciones con sesgo value.
Aunque el 2024 haya sido un año complejo para la industria, García de Vinuesa destaca que para el negocio de Natixis IM en Iberia ha sido un año “extraordinario”; la firma registró este año una captación neta de flujos de inversión de 1.000 millones de euros en Iberia, algo que el representante califica de “récord absoluto” y que considera que catapulta a la gestora a mantenerse en el Tier 1 por distribución de la industria en España.
García de Vinuesa hace valer las tres grandes características de las que ha presumido Natixis IM en los últimos años (escalabilidad, especialización y valor añadido) como valedoras de cara a los clientes para seguir obteniendo resultados de cara a 2025.