Tener exposición al sector bancario estadounidense o europeo puede ser algo común entre las múltiples estrategias de renta fija y renta variable que las gestoras internacionales tienen. Por eso, ante la tormenta desatada durante estas últimas semanas, la respuesta de las firmas ha sido rápida y clara: en primer lugar, comunicarse con sus clientes e inversores para tranquilizarlos y explicarles cuál era su nivel de exposición y, en segundo lugar, aferrarse a sus criterios de inversión, en la mayoría de los casos basados en la diversificación, la gestión de la liquidez, la calidad de los emisores y en análisis fundamental.
Este enfoque les ha permitido a las gestoras con fondos más expuestos o centrados en el sector bancario gestionar la volatilidad del mercado. Respecto al momento al que se han enfrentado, Jérémie Boudinet, responsable de Crédito de Grado de Inversión de La Française AM y firma que cuenta con un fondo de CoCos, aclara que la exposición en el caso de renta fija al sector bancario puede ser muy diversa. “Hay algunos fondos que se dedican a invertir en los llamados CoCos, pero las opciones que ofrecen los bonos son muy amplias, desde bonos TIER2 hasta bonos senior no garantizados, así que el abanico es muy amplio y, por lo tanto, también lo es el nivel de riesgo. Incluso, esta exposición no tiene por qué estar solo en fondos centrados en el sector financiero, sino también en estrategias de deuda más amplias donde hay una gran diversidad de sectores y de tipos de bonos”, explica.
Tras lo ocurrido con los CoCos de Credit Suisse, las gestora se han mostrado prudentes. “La amortización de los bonos AT1 de Credit Suisse se llevó a cabo para facilitar la adquisición por parte de UBS. Es importante entender que se trata de un acontecimiento idiosincrásico. Las declaraciones posteriores del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra tranquilizaron a los inversores sobre la solidez de la clase de activos de bonos AT1 y seguimos siendo positivos con respecto a estos títulos de capital de bancos europeos”, señalan desde Vontobel, quien cuenta en su fondo TwentyFour Strategic Income un 1% de bonos AT1.
Según reconoce Boudinet, pese a que las instituciones monetarias actuaron rápido para calmar a los inversores, el mercado de deuda subordina sufrió fuertes caídas, y ha estado cotizando con una gran volatilidad, con caídas de precios de varios puntos porcentuales. “Ahora mismo, lo que la mayoría de los fondos están haciendo, en mi opinión, y esto debería ser la preocupación de la mayoría de los gestores de fondos, es centrarse en la liquidez. El principal objetivo es la liquidez porque, como saben, la mayoría de los fondos, incluidos los nuestros, tienen operaciones diarias, por lo que las suscripciones, pero también los reembolsos, llegan todos los días. Así que, por eso para nosotros, el foco principal hoy es y debe ser la liquidez. Esta es la razón por la que en este momento en nuestro fondo de deuda subordinada tiene más del 13% de cash”, señala.
Según la experiencia de Boudinet, la buena noticia de la volatilidad vivida es que se ha limitado un tipo de activo nicho dentro de la renta fija. “Cuando digo que ahora mismo la liquidez es reducida en este mercado significa que cuando quieres comprar o vender un bono, el diferencial es alto debido a que las contrapartes son reacias a negociarlos y exigen un margen grande. Y como hay tanta incertidumbre, por supuesto que aumenta el precio de compra y, como tal, puede llegar a ser bastante difícil negociar bonos de una buena manera. Así que si te ves obligado a vendernos, te verás obligado a vender a precios muy malos. Y si quieres comprar, como ocurrió el martes, también compras a malos precios y eso tiene un coste para el fondo. Así que por eso es necesario tener altos niveles de efectivo en este momento en términos de estrés», afirma.
Esta tormenta también ha afectado a exposiciones de renta variable. Por ejemplo, Fidelity International, tiene en su fondo Global Financial Services Fund A-Euro una exposición del 14,46% a bancos estadounidenses y del 36,74% a bancos europeos, aunque, según matiza, los bancos regionales estadounidenses representan solo el 1,3% de la cartera (a 10 de marzo de 2023).
“En cuanto a nuestra exposición a los bancos regionales estadounidenses, el fondo tiene participaciones en tres bancos: Western Alliance (0,6%), Comerica (0,6%) y SVB Financial Group (0,1%). En lo que respecta concretamente a Western Alliance, el banco emitió un comunicado el 10 de marzo en el que destacaba que sus depósitos habían aumentado en 7.800 millones de dólares, es decir, un 14,5% desde principios de año, que sus depósitos relacionados con la tecnología sólo representaban el 10,5% del total y que sólo habían disminuido en 201 millones desólares en lo que va de trimestre, y que la liquidez seguía siendo sólida, con unas reservas de efectivo superiores a los 25.000 millones de dólares, según un nuevo comunicado del 13 de marzo. A diferencia de SVB, Western Alliance se ha beneficiado del aumento de los márgenes gracias a la subida de los tipos. A pesar de ello, el precio de la acción se ve presionado por la falta de confianza. Comerica, otro banco regional, también ha visto aumentar sus márgenes gracias a la subida de los tipos. A pesar de periodos de volatilidad como éste, a medio plazo el mercado se rige por los fundamentales, por lo que lo más probable es que éstos se reafirmen, el mercado se centre en los hechos más que en el sentimiento y preste atención a algunas de las gangas de valoración creadas por la dislocación y los temores extremos”, han explicado.
Explicar lo ocurrido
De cara a los inversores, Boudinet reconoce que el reto, más allá de explicar lo que ha ocurrido, es previo. “El problema que tenemos es que la deuda subordinada, especialmente los Cocos, son productos complicados y en realidad tenemos que pasar mucho tiempo explicando a los clientes, cómo funcionan. Ahora, lo que más están preguntando los clientes es si este mercado está muerto y cuáles serán las consecuencias de lo ocurrido. A esto estamos dando respuesta y, sobre todo, explicando que estamos centrados en hacer un correcto análisis financiero cuando invertimos, así como la debida due diligence”, concluye.
En este sentido, desde Robeco apuntan que la raíz de todo está en las quiebras de SVB y Signature Bank, cuyas acciones dejaron de cotizar a partir del 10 de marzo, y en la presión a la que ha estado sometida Credit Suisse en Europa. “En general, la salida de depósitos y la preocupación por la financiación de los bancos estadounidenses no es nueva y ha existido durante todo el año pasado. Hemos visto una competencia creciente por los depósitos en el sistema bancario estadounidense. Los tenedores de depósitos buscan mejores rendimientos, que ahora están disponibles dadas los tipos de interés más altos en el mercado debido a las políticas de la Fed en este sentido. Los depósitos en los bancos de EE.UU., por lo tanto, resultan menos rígidos. Los players más pequeños y especializados son los más afectados, como ilustran los eventos recientes. Para esas instituciones, un problema de liquidez puede convertirse en un problema de solvencia, sobre todo si la confianza comienza a jugar un papel importante. En comparación con EE.UU., las posiciones de capital en los bancos europeos son más robustas”, explican.
Janus Henderson, que cuenta con el fondo Janus Henderson Global Financials, también ha compartido su visión sobre la tormenta en el sector bancario estadounidense y europeo: “Parece erróneo interpretar los recientes acontecimientos en los bancos estadounidenses y europeos como los primeros indicios de una grave crisis bancaria mundial, probablemente también sería erróneo considerarlos como hechos aislados dentro del sistema financiero más amplio. Las sacudidas de los tipos de interés mundiales del año pasado, más o menos, siguen actuando en la economía mundial e inevitablemente causarán más daños en los mercados bancarios y crediticios. Así pues, aunque no consideramos que el entorno actual sea de una tensión inusualmente elevada en el sistema financiero, sí es un entorno de alto riesgo cíclico y alto riesgo idiosincrásico. Dado que las tensiones financieras suelen surgir de forma impredecible, los inversores deberían prepararse para más sobresaltos y sorpresas en los próximos meses”.
Algunas gestoras, como BlackRock, quien también cuenta con varios fondos con exposición al sector bancario y financiero, han decidido “seguir infraponderados a renta variable, rebajar la calificación crediticia a neutral y preferir deuda pública a corto plazo como fuente de ingresos”, afirman.