La inversión socialmente responsable creció en España en 2015 un 16,3% respecto a 2013, según el último informe de Spainsif. La lectura es positiva si tenemos en cuenta que apenas el 12,4% del ahorro de los españoles se destina a fondos de inversión. El patrimonio de los fondos de inversión gestionados con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno alcanza los 170.000 millones de euros, de un total de 366.090 millones de euros.
Sin embargo, la inversión responsable de España constituye una isla dentro de Europa donde apenas representa el 1%. El interés de los inversores particulares, que apenas conocen o pueden acceder a este tipo de fondos, parece ir en aumento. Las gestoras internacionales lanzan productos que puedan, además de seducir al ahorrador por resultados también tocar su fibra socialmente sensible.
El medio ambiente en general, y el cambio climático en particular, es uno de los criterios más habituales en el diseño de este tipo de fondos. Recientemente, el propio Bill Gates anunciaba la creación de un fondo de 1.000 millones de dólares (941,3 millones de euros) destinado al desarrollo de proyectos de energía limpia. El fondo Breakthrough Energy Ventures (BEV) tiene un período de duración de 20 años e desarrollará su proceso inversor a lo largo de 2017.
«El cambio climático es el reto de nuestra generación. Hay una brecha significativa entre el nivel actual de inversión en soluciones que abordan el cambio climático, estimado en 360.000 millones de dólares el pasado año, y los 700.000 millones requeridos cada año para cumplir con el objetivo de la COP21 de limitar el cambio climático a dos grados. Se requiere un cambio importante en el capital para abordar esta brecha de financiamiento, y nuestros inversores están muy interesados en averiguar cómo pueden involucrarse”, afirma Carolina Minio-Paluello, directora global de ventas y soluciones de Lombard Odier IM, que acaba de anunciar su alianza con Affirmative Investmente Management para lanzar un fondo diseñado para ayudar a combatir el cambio climático de una manera verificable.
En opinión de Stephen Fitzgerald, cofundador y presidente de AIM, “el capitalismo responsable a menudo ha sido percibido como algo que entrañaba un coste, ya sea un menor retorno o un mayor riesgo. Nuestro enfoque busca combinar la gestión de la cartera con el impacto, sin comprometer ninguno de ellos».
Otro ejemplo de la tendencia de las gestoras al lanzamiento de esta clase de productos lo encontramos en Caja de Ingenieros Gestión que está estudiando. «Nos gustaría que fuera un producto mixto, pero con un objetivo de inversión global», ha adelantado el director general de la gestora, Xavier Fábregas, en una entrevista a El Economista. Un producto que apostaría por activos cuyos emisores actuaran bajo criterios de eficiencia energética.