Cobas Asset Management presenta un nuevo producto de formación en psicología financiera, Brainvestor, con la finalidad de proporcionar conocimientos y herramientas necesarias para convertirse en un inversor consciente capaz de reconocer sus sesgos cognitivos y tomar las mejores decisiones de inversión según su perfil inversor.
La app ofrece un aprendizaje sobre problemas de comportamiento y barreras psicológicas que influyen a la hora de tomar decisiones de inversión mediante un test de autoconocimiento y de sesgos financieros, así como diversos módulos de formación basados en juegos, ejercicios y test de conocimientos. También cuenta con un programa de mentoring gratuito que permite profundizar en objetivos y metas de manera personalizada. Todo el contenido ha sido creado por expertos en finanzas, psicología, coaching e inversión.
“Desde Cobas Asset Management queremos acompañar al inversor en sus distintas etapas de inversión, ofreciéndole las herramientas clave para tomar las mejores decisiones financieras. Para ello, hemos creado Brainvestor, una app gratuita dirigida a todas aquellas personas que quieran profundizar en su psicología financiera y crecer como inversor ‘value’ con un acompañamiento personalizado.”, explica Gonzalo Recarte, director comercial y CCO de Cobas AM.
Estudio y nuevos tests
Además, Cobas Asset Management, en su empeño por fomentar el conocimiento y crear una comunidad de inversores conscientes, está llevando a cabo una investigación en educación financiera con la participación de Natalia Cassinello, profesora de finanzas en la Universidad Pontificia Comillas, y Paz Gómez Ferrer, psicóloga experta en psicología del comportamiento financiero. El estudio tiene como objetivo analizar el perfil del inversor y los posibles sesgos cognitivos a la hora de invertir. Uno de los resultados de la investigación ha sido la creación de dos tests autodiagnósticos con los que poder ofrecer a los inversores datos sobre su tipología de perfil (conservador, moderado, agresivo) y sus sesgos como inversor. La construcción de los tests cuenta con asesoramiento experto en materia de elaboración de instrumentos de medición estadísticos, con lo que se ha obtenido un test de consistencia alta para la detección del perfil del inversor (McDonald 0.817).
El estudio realizado con estos tests cuenta con una muestra de 101 personas, 44 mujeres y 56 hombres de edades comprendidas entre 17 y 76 años, siendo el rango entre 25 y 55 años donde se aglutina la mayor parte de los inversores de la muestra, un 76%. Un 29% posee un nivel financiero intermedio, un 23% alto y un 15% experto.
El 33% restante responden a un nivel básico (22%) o principiante (11%). Los tests han recabado información sobre los datos sociodemográficos de los inversores, aspectos de personalidad relevantes para la inversión, como la toma de decisiones y la gestión emocional, así como también aspectos que puedan estar marcando una tendencia en su modo de inversión, aspectos que nos permiten reconocer sus sesgos cognitivos.
Del análisis de esta muestra destaca, entre sus principales conclusiones, que a mayor conocimiento financiero del inversor mayor asunción de riesgos y, además, menor aversión a las pérdidas. Por tanto, desde la entidad afirman que, cuanto más inviertes en tu educación financiera, mayor es la preparación para invertir mejor. La aversión a las pérdidas se observa que fluctúa y varía según el momento vital de cada persona siendo el cuidado y mantenimiento de los hijos un factor influyente en dicha aversión.
Otra de las conclusiones observadas es la correlación existente entre el nivel de conocimiento financiero y los sesgos cognitivos del inversor. Observamos que un nivel experto o alto en conocimientos presenta menor sesgo en efecto rebaño y no se deja llevar por las opiniones de los demás. Sin embargo, observamos que sí presenta presencia en el sesgo llamado ilusión de control donde esa autoconfianza en sus conocimientos financieros puede llegar a ser extrema y sobreestimar su capacidad de influencia y control sobre algo que objetivamente no lo tiene (los vaivenes del mercado). De igual manera, este sesgo está presente en aquellos inversores más jóvenes donde asumen niveles de riesgo superiores al adecuado pudiéndose explicar por los índices altos en sus niveles de confianza.