El peso de la gestión independiente en España sigue lejos del que tiene en los países anglosajones y esto no se debe solo a la ausencia de redes de distribución que les permitan llegar al cliente final. En la era de internet y las redes sociales esto no debería de ser un gran obstáculo después de comparar sus resultados con los de los productos bancarios, que son los que se llevan la mayor parte del pastel. «Cada vez los inversores se informan más y tienen más elementos para elegir, pero el 94% de los fondos de inversión los comercializan los bancos y la mayoría no baten a su propia categoría», afirma Jorge Ufano, gestor de GPM, durante la conferencia “La gestión independiente como propuesta de valor” que reunió a varias firmas independientes del panorama español. «Cada vez recibimos más llamadas de inversores descontentas con lo que les ofrece el banco», destaca Javier Martín, gestor de fondos en Metagestión.
En opinión de Eduardo Ripollés, director de desarrollo de negocio de Trea AM, «es simplemente un tema de educación. Nos acercamos a las redes de distribución de forma didáctica para que las redes sepan lo que están vendiendo. No es necesario tener una amplia gama de fondos ni hace falta intentar ser una gran gestora internacional. En nuestro caso, tendemos hacia la especialización».
En cuanto al perfil del inversor que acude a la gestión independiente, Juan José Fernández, gestor de Attitude Gestión, lo describe como un inversor muy exigente. «Es alguien inquieto, que busca probarnos y que procede de firmas muy conocidas y casi ninguno de los grandes bancos. Se preocupa de las comisiones de gestión, depositaria y persigue más rentabilidad», afirma.
Libertad de gestión y menos presión para estar en liquidez
La libertad del gestor es otro de los atractivos de la gestión independiente, según Martín. «Otros gestores puede recibir presión para no estar en liquidez. En nuestro caso tenemos la libertad de hacerlo y nos podemos permitir mantener, por ejemplo, un 10% porque no hay tanta presión», señala. Eso sí, nada es garantía de mejores resultados. «Ser independiente no significa que siempre vas a generar valor sino que tienes más probabilidad de hacerlo», destaca Ufano
Para Fernández, uno de los aspectos clave que ofrece la gestión independiente es la experiencia. «Cuando pienso en talento, piendo en experiencia. En la industria hay un porcentaje muy elevado de profesionales que apenas han vivido una crisis financiera, es decir, llevan menos de 10 años», sostiene.
¿Ser independiente es ser value?
La proliferación de gestoras independientes de estilo value nos puede llevar a la conclusión errónea de que solo se es independiente si se es value o lo contrario, solo el estilo value es independiente. Nada más lejos de la realidad, como demuestran firmas independientes que aplican modelos cuantitativos. En opinión de Martín, «el value es más grande de lo que parece y no por utilizar tecnología se deja de ser value». Para Rafael Valera, director de inversiones de Buy & Hold, «si se entiende por value aplicar sentido común, todos lo somos».
¿Hasta qué punto se desnudan las empresas ante las gestoras?
Uno de los atractivos de la gestión independiente es la estrecha relación que se establece entre la gestora y las compañías en las que invierten. Se trata, en la mayoría de los casos, de procesos largos y exhaustivos en los que el equipo gestor llega a conocer a fondo no solo a la empresa sino también a sus proveedores, clientes y competencia. Esta última proporciona, de hecho, una información muy valiosa. «Lo mejor es hablar con la competencia porque son quienes mejor conocen a la compañía en la que vas a invertir, quizás mejor que ellos mismos», afirma Pascual.
Uno de los riesgos está, precisamente, en que las compañías no sean todo lo transparentes que deberían con la gestora. Un error que puede tener graves consecuencias. «He visto muchas caras largas por no haber contado toda la verdad. A esa compañía al final la acabas metiendo en la nevera», concluye Ripollés.