El banco central de Argentina enviaba esta mañana un equipo de inspectores a la sede de Citibank Argentina “para comprobar su funcionamiento”, intención que adelantaba ayer el diario local Tiempo, citando al propio presidente del banco central, Alejandro Vanoli y que ha ha sido confirmada esta mañana por la entidad oficial a Reuters.
El origen de esta inspección está en la batalla abierta entre el gobierno argentino y un grupo de hedge funds que se resiste a aceptar el repago con descuento de la deuda en default argentina según los términos ofrecidos en 2005 y 2010. El banco central asegura que Citibank Argentina ha violado leyes locales al llegar a un acuerdo con los hedge funds por el que no apelaría la decisión judicial de EE.UU. Así ha prohibido al banco llevar a cabo operaciones en el mercado de capitales argentino además de separar de su puesto a su consejero delegado, Gabriel Ribisich, alegando que “no puede seguir representando al banco porque ignora el marco legal argentino en lo relacionado con la reestructuración de su deuda soberana”.
El juez norteamericano Thomas Griesa ha otorgado a los hedge funds el derecho al pago del 100% de la deuda en default que no acudió a la reestructuración. La presidenta argentina Cristina Fernández se resiste a ofrecer mejores condiciones que las aceptadas por la mayoría de los bonistas en 2005 y 2010, refiriéndose a sus tenedores como “fondos buitres”.
Por su parte, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), expresaba el pasado viernes a través de un comunicado de prensa su “profunda preocupación” acerca de la decisión de separar a Ribisich de su cargo, añadiendo que “no se ajusta a derecho habida cuenta que no se han respetado las garantías constitucionales de debido proceso y defensa en juicio ya que la misma se adoptó sin permitir a los interesados realizar el descargo correspondiente con lo que se ha vulnerado uno de los más elementales derechos y garantías que existen en el marco de una república democrática”.
Citibank Argentina lleva operando desde 1914, año en el que abrió su primera sucursal. Es el duodécimo banco del país por volumen de depósitos, con una cuota del 2,6% del sistema bancario argentino (datos de cierre de 2014).